_
_
_
_
Bocata de calamares
Columna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Las casas en las que hemos vivido

¿Quién vive ahora en los lugares que hemos habitado antes? ¿Por qué nos han robado un trozo de nuestra vida?

Sergio C. Fanjul
Anuncio de habitaciones en piso compartido en una parada de autobuses de Madrid.
Anuncio de habitaciones en piso compartido en una parada de autobuses de Madrid.Samuel Sanchez

En aquella casa pintamos el pasillo de un rojo tan violento que al recorrerlo te daba un ataque de ansiedad. En aquella otra montamos una pequeña Organización de las Naciones Unidas (ONU) de la cantidad de nacionalidades que se congregaban. En aquella otra celebrábamos fiestas que despreciaban completamente los horarios y los calendarios. En aquella otra casa a mi madre se le saltaron las lágrimas cuando vio la cutrez en la que vivíamos. En aquella otra transité por algunos de los momentos más tremendos de mi vida. Y nunca había pasado tanto frío.

Las veo al pasear, las casas donde he vivido antes, o donde vivía el que era yo entonces, esos portales familiares y extraños a la vez, los balcones que todavía me recuerdan, ese portero que me mira sin ubicarme, como una sombra lejana en la memoria, en Ópera, en Delicias, en Atocha, en Lavapiés, cuando gente de toda clase y condición podía vivir en la almendra central, al menos haciendo equipo para pagar el alquiler. Pisos de estudiantes, pisos de compañeros de piso, pisos de pareja, pisos que una vez habité, que, de alguna forma fueron míos, y a los que ahora tengo vedado el acceso. Se me fractura el corazón de la nostalgia y el misterio. ¿Quién vive ahí ahora? ¿Por qué me ha robado un trozo de mi vida?

Una vez descubrí que una amiga vivía en el mismo piso y casi en la misma habitación en la que había vivido yo unos quince años antes, cerca de Jacinto Benavente, a principios de siglo, recién llegado a Madrid. Me invitó a una fiesta en su casa, que había sido la mía (aún estando ambos de alquiler), y fue rarísimo, y hasta indignante, ver a otras personas habitar los espacios donde yo tenía a buen recaudo los recuerdos. Me dijo mi amiga que al llegar a aquel inmueble había notado malas energías, y es que tres lustros antes teníamos allí unas broncas que tenía que pacificar la policía municipal. En otra ocasión encontré, detrás del frigorífico de mi hogar, una Polaroid de los anteriores inquilinos celebrando una fiesta mexicana. ¿Quién eran esos intrusos tomando nachos y margaritas en mi cocina? ¿De qué se reían tanto?

La ciudad es pertinaz: se empeña en permanecer mientras nosotros, frágiles y efímeros, vamos pasando. Vivimos en edificios por los que han pasado varias generaciones: si ni siquiera conocemos a nuestros vecinos actuales, cómo vamos a conocer a los que nos precedieron. Y cómo conocer a los que nos suceden, los que quitan nuestro póster de la pared y pintan de un color que nos horroriza, y vemos sus siluetas cuando pasamos por la calle, melancólicos, y levantamos la mirada esperando ver, asomado a la ventana, al que fuimos hace años y que ahora nos mira con desprecio y nos escupe, y con razón.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Sergio C. Fanjul
Sergio C. Fanjul (Oviedo, 1980) es licenciado en Astrofísica y Máster en Periodismo. Tiene varios libros publicados y premios como el Paco Rabal de Periodismo Cultural o el Pablo García Baena de Poesía. Es profesor de escritura, guionista de TV, radiofonista en Poesía o Barbarie y performer poético. Desde 2009 firma columnas y artículos en El País.

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_