La experiencia personal de pasar de beneficiarios de una red vecinal a voluntarios: “Ojalá contar con más recursos”
La autora, hondureña vecina de Vallecas, acudió con su pareja a una red vecinal que reparte comida. Ahora ellos ayudan recibiendo llamadas y distribuyendo los recursos
Mi pareja y yo llegamos a Madrid desde Honduras el 8 de agosto de 2019. Ángel hacía traslados a domicilio y yo conseguí la limpieza de una casa, una vez por semana. Huimos de nuestro país debido a la problemática política y social. Llegamos con muchas ganas de trabajar y tener una vida que nos permitiese, por lo menos, comer. Ha sido muy difícil para nosotros estar aquí y hemos sufrido mucho. Continuamos en una situación administrativa irregular.
En esta situación estábamos, cuando nos contagiamos por la covid-19 y después de dos semanas en casa tomando todas las medidas que nos dieron en el Hospital Infanta Leonor, lo conseguimos superar, aunque no fue nada sencillo. Gracias a Dios, conocimos la Red de Cuidados de Villa de Vallecas y fue una bendición para nosotros. No teníamos qué comer, ellos nos dieron comida y somos beneficiaros de esta buena obra.
Es muy hermoso sentirte apoyado por personas que no te conocen. Hemos pasado necesidades pero las ganas de ayudar y replicar esto a más personas es lo que más deseamos
Nosotros también quisimos ayudar y hace un mes empezamos a trabajar como voluntario recibiendo llamadas de familias y repartiendo en el local. Todos los días, Ángel y yo recibimos unas 50 llamadas cada uno, les preguntamos su situación, apuntamos sus nombres y priorizamos a los más necesitados. Este miércoles llegó al local una señora que se puso a llorar. “Gracias, no saben cómo agradezco”, nos dijo. A uno se le hace el corazón pequeño. Quisiéramos hacer más, pero no contamos con los recursos para poder hacerlo. Pero un día, es mi fe, que lo podremos lograr en este país tan bello, lleno de personas bondadosas.
A lo largo de este tiempo hemos estado al pie de la batalla ayudando a personas que lo necesitaban. Tal vez es poco lo que hacemos, pero ver la sonrisa de las personas recibiendo un poco de lo que podemos darles, hace que se nos olviden nuestros problemas y veamos que estamos haciendo algo bueno. Nos sentimos felices y creemos que está siendo una experiencia muy agradable. Queremos continuar porque hay personas que no tienen nada y ahora podemos compartir con otros que realmente lo necesitan. Hoy por ti, mañana por mí.
Es muy hermoso sentirte apoyado por personas que no te conocen. Hemos pasado necesidades pero las ganas de ayudar y replicar esto a más personas es lo que más deseamos. Esta red ofrece ayuda a todas las personas, no se les pregunta de dónde son o qué situación administrativa tienen. Nada, no se les pide nada. Las donaciones económicas son de personas que los voluntarios de la red conocen y no reciben ayuda de ninguna de las administraciones.
Es muy gratificante saber que el pequeño grano de arena que estamos aportando a los demás es una gran y valiosa ayuda y, sin duda, un claro ejemplo de que en situaciones como estas somos más frágiles de lo que pensamos, y que solo unidos podemos vencer cualquier frontera y dificultad.
Krizia María Estrada es vecina de Vallecas.
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