Las prioridades en vivienda en Madrid
“La crisis va a deparar un abultado número de desahucios por impago de las rentas de alquiler”, señala el autor
En los últimos días, Díaz Ayuso se ha descolgado con propuestas como “liberar el suelo” y cambiar la ley para suprimir el requisito de la licencia para construir viviendas. El objetivo, dice, es atraer a la inversión extranjera y apoyar al sector de la construcción. Tan pronto se profundiza en el alcance de las medidas, no observamos sino inconcreción y ambigüedad. ¿Está planteando que se puedan construir viviendas en cualquier tipo de terrenos, sea cual sea su calificación? La nota explicativa de la Comunidad de Madrid suscita la duda de si eliminación de la licencia solo afectaría a las obras de escasa entidad constructiva y sencillez técnica o incluiría cualquier edificio. ¿Se podrán alzar rascacielos sin licencia?
En realidad, las ocurrencias de la presidenta apuntan la carencia de ideas sobre cómo abordar el rescate de los colectivos sociales que ya vivían en la vulnerabilidad y de los que se han sumado a ella en el último mes y de cómo acometer la recuperación de la economía y el empleo. Se empeña en rechazar el acuerdo con las demás fuerzas políticas y sociales y alarma a la opinión pública anticipando futuros disturbios si el desempleo crece.
Si los plazos de concesión de las licencias son el problema, la solución es sencilla. Basta con que las administraciones dispongan de más personal y más medios materiales y tecnológicos para hacer los trámites
Haríamos mal si echáramos en saco roto los anuncios de Díaz Ayuso. Muestran que sigue apostando por un modelo económico cuya debilidad estructural está en la dependencia del turismo y la construcción, como lo puso de manifiesto la crisis de 2008. Las recetas retornan a la vulgata de siempre: liberar, desregular, privatizar… Suprimir las licencias, aligerar los trámites previos a la edificación o desmontar el sistema de la calificación del suelo para que los promotores puedan establecer usos y aprovechamientos urbanísticos sin cortapisas es abrir las puertas a nuevas burbujas inmobiliarias e incluso a futuros fiascos como el Eurovegas.
Si los plazos de concesión de las licencias son el problema, la solución es sencilla. Basta con que las administraciones dispongan de más personal y más medios materiales y tecnológicos para hacer los trámites.
Llama la atención el hecho de que la presidenta no repare en la emergencia habitacional que se está produciendo en las principales ciudades. La crisis va a deparar un abultado número de desahucios por impago de las rentas de alquiler, a la vez que están emergiendo los desahucios de personas que tienen alquiladas camas, terrazas, habitaciones… Las medidas aprobadas por el Gobierno central (las subvenciones, los créditos de alquiler con el aval del ICO, la renta mínima garantizada) facilitarán el pago de los arrendamientos, pero serán insuficientes. Urge que los ayuntamientos y la administración regional aprueben otras ayudas complementarias, que se habiliten soluciones habitacionales de emergencia, que se promueva el alquiler de las viviendas vacías o que, en su caso, se las recargue en el IBI, que se reconduzca el paso de las viviendas de uso turístico al alquiler residencial…
Vicente Pérez Quintana es Responsable de Urbanismo y Vivienda de la Federación Regional de Asociaciones Vecinales de Madrid (FRAVM)
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