¿Son suficientes las medidas de la Comunidad de Madrid a favor de los autónomos?
El Gobierno regional anunció hace una semana un paquete especial de medidas para apoyar a los trabajadores por cuenta propia
No todas las organizaciones de estos empleados contemplan las medidas con el mismo entusiasmo. Lorenzo Amor, presidente de la Federación Nacional de Asociaciones de Trabajadores Autónomos-ATA, y María José Landaburu, secretaria general de la unión de autónomos UATAE, comparten sus puntos de vista.
A FAVOR
La Comunidad escucha, por Lorenzo Amor
Desde que comenzó hace más de 15 días esta crisis económica derivada del estado de alarma, el Gobierno parece que se ha vuelto sordo ante el clamor de los autónomos para que suspendiera las cuotas de los autónomos.
Aunque parece que no todo el mundo padece problemas de oído. La Comunidad nos ha debido escuchar. Aprobó una serie de ayudas que consideramos van en la dirección adecuada para atajar uno de los graves problemas que tenemos los autónomos: intentar sobrevivir sin ingresos, pagando cotizaciones, impuestos y gastos corrientes. Madrid ha atendido este clamor y ha destinado 200 millones de euros para financiar dos cuotas de los autónomos, justo lo que habíamos pedido, para ayudar el acceso a la financiación y para completar una línea de ayudas de hasta 3.200 euros que se pusieron en marcha y se agotaron inmediatamente. Las ayudas que sufragarán las cuotas van dirigidas a autónomos que se han visto obligados a cerrar sus negocios porque su actividad no es esencial. Esto quiere decir que más de 70.000 pequeños negocios, el 20% de los autónomos madrileños, se verán aliviados.
Y teniendo en cuenta que el Gobierno solo otorga la prestación por cese de actividad a aquellos que acrediten una caída de ingresos por encima del 75%, Madrid ha tenido a bien rebajar esa exigencia al 30%, porcentaje más que suficiente para ver peligrar un negocio. Las ayudas de Madrid nos parecen buenas y sabemos que otras comunidades autónomas seguirán la misma senda. Y el impacto hubiera sido mayor si no fuera porque las comunidades autónomas han quedado maniatadas después de que el Ministerio de Trabajo redujera las partidas para políticas activas de las que pueden disponer, algo que nosotros no entendemos.
El Gobierno debía haber tomado decisiones de este tipo. Aunque solo sea atendiendo al gasto público. La prestación por cese de actividad va a llegar, como mucho, a un millón de autónomos (el 30% de los que hay en España), lo que supone un coste de 2.000 millones de euros. Haber suprimido la cuota durante dos meses para tres millones de autónomos hubiera costado lo mismo y el impacto hubiera sido mayor.
Lorenzo Amor Acedo es presidente de la Federación Nacional de Asociaciones de Trabajadores Autónomos-ATA
EN CONTRA
Menos retórica, por María José Landaburu
La desprotección del colectivo de los autónomos a propósito de la pandemia es algo de lo que se habla mucho estas semanas, y con razón: los autónomos han tenido que echar el cierre a sus pequeños negocios o han visto sus ingresos gravemente reducidos. Por ello, son dignos de reconocer los esfuerzos de todas las Administraciones de diferentes colores políticos: se han tomado medidas que, aunque todavía insuficientes, parten del reconocimiento de esta dura realidad y de lo que supone para millones de familias y para una recuperación económica en el medio plazo. El problema es cuando pesa más la propaganda y los autónomos somos utilizados para adornar discursos o para la confrontación política, y en este sentido, las medidas de la Comunidad de Madrid han sido especialmente decepcionantes.
El Ejecutivo regional anunció una ayuda para sufragar las cuotas a la Seguridad Social de los autónomos madrileños en los meses de marzo y abril, pero la dotación presupuestaria es de 38,2 millones de euros, lo que supone que ocho de cada diez quedarán excluidos. Igualmente, los 15 millones destinados a la “ayuda directa” de 3.200 euros por autónomo solo dan para el 1,2% de los autónomos madrileños; se trata, por cierto, de una ayuda “tramposa”, puesto que implica la obligación de permanecer de alta como autónomo durante los 12 meses posteriores a su concesión, lo que para la mayoría —que no sabe si resistirá más allá de abril— es una quimera. Además, si relacionamos la línea de financiación a través de Avalmadrid, de 20 millones de euros, supone el 0,2% de la cuantía que el Gobierno central ha destinado a través del Instituto de Crédito Oficial solo en la primera ronda de avales a autónomos y pymes (10.000 millones). En definitiva, mucho ruido y pocas nueces.
En la Comunidad hay 404.000 autónomos: un eje troncal para su economía, y aportan un valor añadido impagable. Estamos aquí, somos vuestros vecinos: nos vemos cada tarde a las ocho aplaudiendo desde nuestros balcones. Señora Ayuso: sabemos que las medidas principales debe tomarlas el Gobierno de la nación y nadie espera de usted una varita mágica, pero no es de recibo que con una mano señale la inacción del resto del mundo mientras, en la otra, sostiene más humo que certezas.
María José Landaburu, secretaria general de la unión de autónomos UATAE
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