Trabajadores de la residencia Orpea Loreto de Madrid denuncian que la empresa oculta muertes por Covid-19
Empleados denuncian un alto número de fallecidos en dos semanas. La multinacional asegura que solo hay un caso. Otros geriátricos madrileños con brotes han sufrido más de 20 muertes
La multinacional Orpea está ocultando un brote de coronavirus que ha podido causar al menos 16 muertos en diez días en su residencia Loreto, en el oeste de Madrid, según denuncian los trabajadores. La empresa solo reconoce un caso de Covid-19, la enfermedad respiratoria causada por el virus y niega que las muertes se deban a ese brote. Un portavoz, Ricardo Gutiérrez, afirma que en los geriátricos no es extraño que se produzcan muertes a diario: “Hay fallecimientos por la propia actividad a la que nos dedicamos”. Pero los trabajadores del centro de 145 plazas dicen que hay meses que no muere nadie y otros meses, uno o dos ancianos como mucho.
Una empleada veterana del centro dice que ha habido 16 muertes desde el 8 de marzo, cuando la dirección informó a las familias del primer caso. Ese enfermo fue trasladado al hospital.
CCOO ha distribuido un mensaje de vídeo de una trabajadora con la voz distorsionada para proteger su identidad y su empleo que afirma que denuncia ocultación, chantajes y amenazas. esa trabajadora denuncia otras irregularidades por parte del centro. “Hola soy trabajadora de Orpea Madrid Loreto. Basta de estrés emocional, nervios y llantos, chantajes y amenazas".
El centro es uno de los 23 geriátricos del grupo francés Orpea en Madrid. Se encuentra en el distrito de Moncloa Aravaca. Varias residencias de Madrid han sufrido brotes mortales con muchos muertos que presentan síntomas de la enfermedad, aunque se trata de fallecimientos sin diagnóstico porque no hay kits para hacer las pruebas. Las que tienen más muertes atribuidas al virus son Monte Hermoso (25), Santísima Virgen y San Caledonio (20) y Albertia Moratalaz (9).
La situación en decenas de residencias de Madrid es dramática porque ante el caos causado por la epidemia las autoridades están respondiendo con lentitud y parches. Muchos mayores están muriendo en las propias residencias. Las ambulancias no acuden a su rescate porque las UCIs están desbordadas. Aún este fin de semana muchas residencias no habían recibido guantes y mascarillas según fuentes del sector.
El balance de muertos sigue aumentando en la residencia de San Celedonio donde ya hay 20 fallecidos y 32 en aislamiento por presentar síntomas de coronavirus, según informa la fundación religiosa que la gestiona. La residencia cercana al estadio Santiago Bernabéu ha informado a los familiares en un comunicado: “Queremos transmitirles tranquilidad, pues se continuarán adoptando medidas preventivas y de cuidados”. El gerente de la residencia, Antonio Naranjo Fabián pidió ayuda el pasado jueves a este periódico: “La situación es de alarma”, dijo.
Hay muchos centros desbordados. En Santa Teresa Jormet, 12 de las 30 monjas que se ocupan de los ancianos están aisladas por presentar síntomas compatibles con el virus. Por el momento, siete residentes han fallecido desde que se desató la pandemia. “Es horrible. Nos destrozan cada vez que nos notifican un fallecimiento”, cuenta desde dentro de ese geriátrico de Carabanchel la trabajadora social. Sanidad les ha prometido que el lunes les mandarán cuatro tests, un número insuficiente a todas luces, porque son más de 70 los internos que podrían estar infectados.
“Estamos al límite”
Trabajadores y familiares de Orpea Loreto llevan días denunciando a este periódico la falta de medidas de contención del brote en el centro.
“Lo que estamos viviendo dentro de la residencia nos parte el alma a los trabajadores que estamos allí auxiliares, personal de servicios diversos, recepcionistas etc. Estamos al límite y viendo como nuestros abuelos van empeorando cada día”, dice una trabajador que escribe a este periódico.
Orpea Loreto informó a las familias en un correo de su primer caso de Covid-19 hace dos semanas. El enfermo fue trasladado al hospital donde se confirmó el contagio. La empresa dijo en el correo que había tomado medidas de precaución, como aislamiento en las habitaciones y un estricto control de acceso a la residencia. Pero según las denuncias que ha recibido este periódico, los trabajadores no disponían de guantes y mascarilla.
Carolina Rojas, que este viernes perdió a su padre Fernando por el brote, denuncia que la empresa actuó negligentemente desde ese momento. “Desde el minuto uno deberían haber pedido auxilio a las autoridades para que desinfectaran el centro. A mi padre lo deberían haber evacuado al momento porque sufre asma y cualquier bichito lo iba a matar”, dice Rojas.
¿Conoces algún otro caso de brote de coronavirus en una residencia de la Comunidad de Madrid? Contacta con los reporteros de esta información a fpeinado@elpais.es o jdquesada@elpais.es o mándales un mensaje por Twitter a @FernandoPeinado o @jdquesada
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