Cuarentena en Instagram para volver a ser enfermera por “obligación moral”
Una ‘influencer’ de moda se despide durante unas semanas de su más de medio millón de seguidores en Instagram. Trabajará como enfermera en La Paz
“Vuelvo a trabajar de enfermera”, anunciaba el sábado con un vídeo la instagrammer Madame de Rosa a sus 570.000 seguidores en Instagram. Dos días después, se enfundaba una bata blanca, unos guantes y una mascarilla para atender a los contagiados por coronavirus ingresados en el Hospital Universitario de La Paz, en Madrid. “Es una obligación moral”, señalaba por teléfono este lunes, tras su primera jornada laboral. Decidió regresar a su antiguo trabajo la semana pasada, alarmada al ver cómo avanzaba la pandemia. “Me costó tomar la decisión por miedo. Me decidí porque si todos pensáramos igual, no habría nadie trabajando en los hospitales”, reconoce Ángela Rozas, madrileña de 38 años.
La suya es otra de las historias personales de los primeros enfermeros para reforzar Madrid, como Manuel y Cristina, de Sevilla, y Aldo, de Albacete, que lo han dejado todo por un contrato de un mes en hospitales de Madrid. La Organización Colegial de Enfermería de España ha hecho un llamamiento a todos los profesionales del sector en el país para que se desplacen a las zonas más castigadas por el coronavirus. El objetivo es conseguir que los centros sanitarios dispongan de suficiente personal enfermero para poder, no sólo dar respuesta asistencial a los pacientes ingresados por Covid-19, sino también al resto de las personas ingresadas. A Rozas esta crisis le impactó. Por ese motivo decidió ejercer su profesión tras siete años de ausencia.
“Intuí que era una cosa seria, que se saturarían los centros y que iban a necesitar profesionales. Me llamó una amiga que trabaja en La Paz y me comentó que necesitaban gente porque habían agotado la bolsa de contrataciones. Mandé mi currículo y me llamaron a los 45 minutos”. Le han hecho un contrato de 15 días, pero es probable que necesiten de sus servicios más allá del 31 de marzo. Las primeras jornadas las trabajará de mañana para familiarizarse con una actividad que abandonó cuando nació su hijo Romeo, en 2013. Su primer día fue “de locos”, resume. “Empecé muy nerviosa, con miedo, pero lo vencí”. Rozas desempeña su labor en la tercera planta de La Paz, que habitualmente se dedica a la especialidad de Traumatología. Hace unos días, el espacio fue habilitado para pacientes que dieron positivo en la prueba de coronavirus.
“Me daba miedo”
“Hay gente muy malita. No somos conscientes de la gravedad. Contagiarse es muy fácil, así que hay que quedarse en casa”, señala. Su ejemplo de valentía y generosidad motivó la respuesta de sus seguidores en las redes sociales. Una cascada de mensajes de agradecimiento y admiración. Sin embargo, Rozas reconoce que le costó tomar la decisión. “Al principio me daba miedo. Lo que más temía era exponer a mi familia, pero me sentí en la obligación moral. Quizás he sido un poco egoísta, pero si no lo hacía no me iba a sentir bien”, reconoce.
Desde pequeña quiso ser enfermera. “Me operaron cuando tenía 11 años y me impresionó mucho una de las enfermeras que me cuidaba”, relata. Se matriculó en la Universidad Europea de Madrid. Cuando acabó los estudios, en 2003, decidió mudarse a Lyon (Francia), donde residía su novio, que falleció en un accidente. Rozas pasó allí dos años trabajando en el hospital geriátrico Pierre Garraud y, al regresar a España, permaneció otros nueve en el SUMMA 112. Como las guardias se alargaban, decidió estudiar un módulo de grado superior en Patronaje y Moda. Era la época en la que surgieron los blogs. Una amiga le animó a crear uno y, de repente, las marcas comenzaron a llamarla para que trabajara como imagen de sus productos. “Abandoné la enfermería porque en la moda ganaba más dinero y, además, me permitía pasar más tiempo con mi hijo”, afirma.
“El dolor me ha golpeado, pero cuando estudias una carrera así, que es muy vocacional, lo haces porque eres de una determinada forma de ser. Ayudar a la gente me hace feliz”, insiste Rozas. Aunque reconoce que su trabajo como influencerda “para vivir muy bien”, lo aparca temporalmente. “Durante esta cuarentena no voy a poder subir contenido a mi cuenta de Instagram”, comunicó a sus seguidores con un vídeo que pronto alcanzará el millón de reproducciones. La lucha contra el coronavirus concentra ahora todas las fuerzas de esta enfermera. “El uniforme que mejor la define”, le escribe la ex miss España Eva González en la red social que la ha hecho tan popular.
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