Mozart siempre presente

Joana Carneiro (Lisboa, 1976) regresa al podio de la Real Filharmonía de Galicia debutando así como principal directora invitada de la RFG tras su éxito al frente de la orquesta gallega en anterior temporada.y de la suspensión del concierto del pasado 18 de febrero a causa de la situación sanitaria.

La directora portuguesa vuelve al frente de la RFG en los dos conciertos previstos para esta semana: el primero se habrá celebrado este jueves en su sede del Auditorio de Galicia; el segundo, en el Auditorio de Ferrol, es fruto del convenio de la RFG con la Sociedad Filarmónica Ferrolana. Ambos conciertos comenzarán a las 20.00 horas.

La primera obra programada es la obertura de Las bodas de Fígaro, que será seguida por la Sinfonía nº 32 en sol mayor, KV 318. Tras estas dos obras, Carneiro y la RFG interpretarán La Mufa -tango de Astor Piazzolla (1921-1992) orquestado en 1997 por John Adams (1947)- y Oblivion, de Piazzolla. Estas dos obras son un homenaje en su centenario al autor de esta música folclórica urbana que su autor, criticado por los puristas del tango, definió como “música contemporánea de Buenos Aires”.

Tras las obras de Piazzolla, se tocarán algunos fragmentos de la ópera Idomeneo de Mozart y la Suite nº 4 de Chaikovski (1840-1893), conocida popularmente como Mozartiana, término que da título general al programa. Este es así un homenaje al genio austriaco en el centenario de su ópera Don Giovanni.

Joana Carneiro es la directora principal de la Orquestra Sinfónica Portuguesa en el Teatro São Carlos de Lisboa y directora artística del Estágio Gulbenkian para Orquestra desde 2013. De 2009 a 2018 fue directora musical de la Sinfónica de Berkeley, sucediendo a Kent Nagano como la tercera directora musical en los 40 años de historia de la orquesta. De 2006 a 2018 fue directora invitada de la Orquestra Gulbenkian.

Tras su formación instrumental como violista, recibió el título de directora en la Academia Nacional Superior de Orquesta en Lisboa, ampliando estudios en la Northwestern University y en la Universidad de Michigan. En 2010 recibió el Premio Helen M. Thompson, concedido por la Liga de Orquestas Americanas, que reconoce a prometedores directores. En 2004 el presidente de la República Portuguesa la condecoró con la Encomienda de la Orden del Infante Don Henrique.

También la Orquesta Sinfónica de Galicia homenajea esta semana a Mozart, tocando su música en el concierto que celebrará en el Círculo de las Artes de Lugo este viernes a las 20.00 horas. La orquesta interpretará los dos últimos conciertos para violín y orquesta de Mozart: en primer lugar el Concierto para violín nº 4 en re mayor, KV 218, que será seguido por el Concierto para violín nº 5 en la mayor, KV 219.

El Concierto nº 4, KV 218 -con un claro aroma boccheriniano- lleva en sí la esencia misma de la música de Mozart, está lleno de inventiva, sensualidad y brillantez y es un gran ejemplo del magnífico sentido mozartiano de la simetría Su Andante Cantabile central viene a ser una preciosa serenata amorosa, con una intensidad lírica que deja ver bien a las claras su profunda vocación operística. Los tiempos extremos son de una gran riqueza de pequeños episodios que se suceden sin descanso ni interrupción.

En el Concierto nº 5, “Turco”, cobra todo su esplendor la capacidad de innovación, sencillez de escritura y viveza unida a la profundidad expresiva. La introducción por la orquesta del Allegro Aperto inicial parece detenerse arrobada al vislumbrar la belleza de la entrada del violín solista. El Adagio semeja por momentos una sinfonía y el Rondó en tiempo de minueto que cierra la obra, contiene la marcha que le da el sobrenombre de “Turco”.

En ambos conciertos actuará como director artístico y solista David Grimal, quien ya ha estado al frente de la OSG en varias ocasiones. La última, en el Auditorio de Ferrol en el concierto final de celebración del 70º aniversario de la Sociedad Filarmónica ferrolana. Grimal (1973) tiene una gran carrera internacional como solista habiendo actuado junto a las mejores orquestas y bajo la batuta de los más prestigiosos directores.

Desde sus actuaciones con la orquesta Les Disonances Grimal desarrolla, como en este concierto, proyectos en calidad de director artístico con distintas orquestas y conjuntos estables. Para ello, el violinista francés ensaya el programa, preparando a los músicos para tocar sin director y compartiendo con ellos el primer atril de la orquesta, desde donde toca su papel solista.