Condena de un año de prisión por grabar a su exmarido usando la zapatilla de uno de sus hijos
La mujer admitió que puso un micro en la deportiva del niño de dos años y vio rebajada la pena que solicitó el fiscal
Ocultó un micro en la zapatilla de uno de sus hijos para espiar a su exmarido con el que compartía la custodia de los menores. Pero la grabadora fue descubierta y la madre fue juzgada por invadir la intimidad de su expareja. Por este espionaje premeditado, la acusada ha sido sentenciada a un año de prisión, dos menos que los que solicitó el fiscal en su escrito de acusación, aunque no cumplirá la condena si en los próximos 24 meses no vuelve a cometer otro delito.
La madre, una vecina de Vigo, admitió los hechos en la vista oral que se celebró este jueves en el juzgado de instrucción 1 de la ciudad, acusada de un supuesto delito de descubrimiento de secretos, y ha aceptado la condena mínima que conlleva, además, el pago de una multa de 1.440 euros, aunque no contempla ninguna indemnización a su exmarido.
La acusada llegó previamente a un acuerdo con la Fiscalía de Vigo tras reconocer que adquirió el micrófono para grabar las conversaciones que el padre tenía con los niños cuando este los iba a recoger en el Punto de Encuentro Familiar de Vigo. Por ello, la vista no ha llegado a celebrarse y se resolvió como un juicio de conformidad entre las partes.
La sentencia de la juez recoge en su integridad el escrito de acusación del Ministerio Fiscal, el cual sitúa los hechos en la mañana del día 12 de mayo de 2019, cuando la mujer entregó a sus hijos a su padre para que pasasen una jornada con él. “Guiada por el ánimo de invadir la esfera personal e íntima de su exmarido”, señala el fiscal, “esta colocó un dispositivo apto para grabar sonidos en las zapatillas que calzaba uno de los dos hijos menores que tienen en común, de dos años de edad en el momento de los hechos”.
Añade la sentencia que, a raíz de ello, “la mujer grabó al padre sin su autorización ni conocimiento durante la visita que disfrutó con los hijos durante ese día”. Por estos hechos, el Ministerio Público consideró a la mujer autora de un delito por el que inicialmente pedía para ella 3 años de prisión y 6.000 euros de multa. Pero ante el reconocimiento del delito, la magistrada ha fallado que la ejecución de la condena impuesta de un año de prisión y 12 meses de multa, a razón de cuatro euros diarios, quede suspendida con la condición de que la acusada no vuelva a cometer ningún delito durante un periodo de dos años.
En su defensa, la mujer alegó inicialmente que había empleado el micrófono para proteger a sus hijos de situaciones de supuesto maltrato. Sin embargo, posteriormente reconoció que habían sido meras suposiciones.
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