La Operación Zamburiña se desmorona

La Audiencia Provincial de Ourense ha declarado nulo , como reclamaban las defensas, el auto inicial de escuchas telefónicas en el que se sustentaba la causa, iniciada en noviembre de 2015 y que sienta en el banquillo a cuatro policías de la Unidad de Estupefacientes de Ourense, incluido el exjefe, y a nueve supuestos traficantes. De esta forma, todas las pruebas -entre ellas la incautación de varios kilos de droga- obtenidas basándose en los pinchazos telefónicos se suprimen. La Fiscalía, que avalaba la investigación judicial basada en un anónimo, ha anunciado que impugnará la decisión.

La Audiencia considera que el oficio que la Unidad de Asuntos Internos (UAI) envió al juez instructor basándose en un anónimo “podría haber dado lugar a un expediente administrativo pero no daba una base sólida para vulnerar el secreto de las comunicaciones”. El tribunal sostiene que el oficio de la UAI “necesitaba una ponderación reforzada sobre su verosimilitud”, motivo por el que concluye que “no pueden servir de injerencia en el secreto de las comunicaciones”.

La presidenta del tribunal ha sido rotunda al señalar que el oficio policial, que tildó de “sospechoso”, eran “conjeturas que no justificaban la invasión del secreto de las comunicaciones”. Todo lo que deriva de las escuchas “determina nulidad de las pruebas”. Una valoración coincidente con la de las defensas de los agentes acusados de colaborar con los supuestos traficantes, que cargaron contra a la Unidad de Asuntos Internos por “falsear” datos y “reconducir tendenciosamente la investigación”. La Operación Zamburiña es el origen de un entramado delictivo basado, según todos los indicios, en las inquinas y celos entre distintos cuerpos policiales de Ourense y que ha dado lugar a la apertura de cuatro causas judiciales.