El PSOE propone al PP que gobierne el más votado en seis de las siete mayores ciudades en Castilla-La Mancha

La propuesta de Alberto Núñez Feijóo de que gobierne la lista más votada, que el PP no pretende cumplir en docenas de ayuntamientos donde depende de Vox para relevar a los alcaldes de PSOE, se ha encontrado con un órdago de Emiliano García-Page contra el argumentario que durante más de un año ha defendido el líder del PP. El presidente de Castilla-La Mancha y único barón socialista con mayoría absoluta le propone al PP que gobierne la lista más votada en seis de las siete ciudades más grandes de la comunidad autónoma. El PSOE ganó las elecciones del 28 de mayo en Toledo, Guadalajara y Talavera, mientras que los populares fueron primera fuerza en Albacete, Ciudad Real y Puertollano. Cuenca, donde los socialistas gobernarán sin problemas, no entraría en el acuerdo. La fuerza institucional de Vox se reduciría con esta fórmula y el PSOE se aseguraría tres alcaldías en las que se quedó a un concejal de la mayoría absoluta en solitario o con otros socios progresistas. Fuentes de la dirección popular en Castilla-La Mancha consultadas por EL PAÍS rechazan la posibilidad de alcanzar un acuerdo con el PSOE, con el argumento de que “donde se ha pedido cambio habrá cambio y habrá acuerdos” con el partido de Santiago Abascal. Feijóo ha enterrado el límite de no cogobernar con Vox y ahora defiende sin tapujos los pactos con la extrema derecha.

Sergio Gutiérrez, secretario de Organización del PSOE de Castilla-La Mancha y diputado nacional, ya hizo este ofrecimiento la semana pasada con el propósito de limitar la influencia de la ultraderecha y evitar que “la manija de los gobiernos locales no la lleve Vox” en las localidades en las que el PP fue la lista más votada. El objetivo sería garantizarse parte del poder municipal y evitar “un pacto general del PP con Vox, es decir, con un PP débil y con un Vox fuerte marcando el camino”. “Es el juego del trilero, quieren pactar con Vox sin que se les note, que lo expliquen con transparencia, para qué quieren pactar, para hacer qué políticas”, expuso Gutiérrez. La mano derecha de García-Page formalizará la oferta al responsable autonómico del PP, Paco Núñez, que no está dispuesto a que se respete, de manera recíproca, la lista más votada en los municipios de la región.

“El PSOE en Castilla-La Mancha no está legitimado para esa oferta”, insisten en la cúpula del PP regional, donde subrayan que García-Page fue investido presidente de la Junta en 2015 “desde la derrota y pacto con Podemos”. María Dolores de Cospedal venció en los comicios con 16 escaños, insuficientes frente a los 14 del PSOE y tres del partido de Pablo Iglesias. “Cualquier alternativa que pase por que un partido que pretende ser de gobierno, como el PP, se alíe con un partido radical, como es Vox, no va a venir bien a la convivencia. Creo que hay que luchar por que el modelo de convivencia facilite la gobernación para todos”, ha observado Fernando Mora, presidente del grupo parlamentario socialista en las Cortes de Castilla-La Mancha.

La pérdida de Toledo es la más simbólica de todas para el PSOE. El partido lleva 16 años gobernando la capital de Castilla-La Mancha. Las dos legislaturas de García-Page dieron paso a otras dos de Milagros Tolón, que irá de número dos en las listas al Congreso por la circunscripción en las elecciones del 23 de julio, después de que Ferraz pretendiese colocarle en primer puesto, en lugar de a Sergio Gutiérrez. Tolón obtuvo 11 ediles ―uno menos que en 2019― y con el representante de Podemos, que también perdió otro, se quedó a uno de la mayoría absoluta. El PP supera esa marca con sus nueve concejales y los cuatro de Vox. El mismo reparto se produjo en Guadalajara, donde el PSOE creció 2.000 votos y un concejal y se vio perjudicado por la división a su izquierda. Alberto Rojo, tras perder la alcaldía de la ciudad, será el número uno por esa circunscripción. Los 13 ediles que PP y Vox suman en Talavera de la Reina también superan a los 12 del PSOE.

El PP sí fue la opción preferente de los votantes en Albacete y Ciudad Real, donde el PSOE y Ciudadanos se alternaron en sus alcaldías en el único gran acuerdo territorial en el que la política de bloques se rompió la legislatura pasada en España. En Puertollano, la única ciudad de Castilla-La Mancha donde Pedro Sánchez celebró un mitin en la campaña del 28-M, los socialistas sufrieron un desgaste en las urnas y se vieron penalizados por la fragmentación de la izquierda.