La partida para conquistar las principales ciudades de la Comunidad de Madrid en la noche del 28-M se juega con cartas marcadas. A un lado está el poderoso músculo municipal del PSOE, que gobierna las ciudades más pobladas de la región —excepción hecha de la capital y de Torrejón de Ardoz—. Y al otro lado están los datos del PP, que repasa los resultados de las elecciones autonómicas de mayo de 2021, ve que en muchas de esas urbes superó el 40% de los votos, y trabaja para trasladar ahora el tirón de Isabel Díaz Ayuso a las municipales.

13 de abril. Decenas de personas se agolpan en una fila nerviosa en el centro de la plaza de toros de Las Ventas. Son los candidatos municipales del PP. Visten sus mejores galas. Al otro lado les espera Díaz Ayuso. Y todos quieren hacerse una foto con la líder, para luego publicarla en sus redes sociales, pegarla en las paredes de sus sedes locales, y lanzarlas al mundo como un sello de confianza.

“El objetivo es identificar a los candidatos electorales con Ayuso”, explica una fuente conservadora que conoce la estrategia del PP, que solo en la última semana ha trasladado a Ayuso a Pinto, Valdemoro, Coslada, Alcalá de Henares, Majadahonda, Getafe, Pozuelo o Paracuellos del Jarama. “Sabemos que de un año a esta parte el gap [distancia] entre el voto autonómico y el municipal se está reduciendo”, añade sobre unos comicios en los que los electores deben decidir si apoyan al mismo partido en su ciudad y la región, o no lo hacen. “Es decir, cada vez son menos los votantes que dividirán el voto. Y de esa medida dependerá el resultado”.

Por eso, la presidenta se está desdoblando en campaña, con mítines por toda la región, a los que acude con acompañantes convocados específicamente para pedir el voto en esos lugares: por ejemplo, el presidente de Andalucía, Juan Manuel Moreno Bonilla, le apoyó en Alcorcón, Móstoles y Fuenlabrada, donde hay cientos de miles de emigrantes andaluces. Una estrategia que está basada en datos.

En las últimas elecciones autonómicas, la candidatura de Díaz Ayuso se impuso en todos los municipios de la región, salvo dos (Fuentidueña de Tajo y El Atazar). Un repaso al detalle de los resultados permite ver que el PP cosechó el 40% de los votos, o más, en ciudades que gobiernan el PSOE o Ciudadanos, como Alcobendas (49,6%), Arganda (46,63%), Valdemoro (45,24%), Alcalá (42,58%), Alcorcón (40,9%) o Móstoles (40,9%). Reconquistar esos ayuntamientos es el objetivo principal de la campaña municipal conservadora. Y evitarlo, el del PSOE.

Ese pulso enfrenta dos necesidades distintas. Ayuso, que es la candidata autonómica más conocida y valorada, según una encuesta de 40dB para EL PAÍS y la Cadena SER, se vuelca en ayudar a los candidatos municipales del PP. En contraste, Juan Lobato, el líder regional de los socialistas, que aún lucha por darse a conocer entre el gran público (solo sabe quién es el 58,6) se apoya en los poderosos alcaldes del PSOE.

“Nuestras encuestas reflejan que seguiremos gobernando allí donde ya lo hacemos, y que tenemos perspectivas de ganar en ciudades medianas, de 30.000, 40.000 o 50.000 habitantes”, asegura una fuente que cuenta con la confianza de Lobato. “En 2015 tuvimos 40 alcaldes, en 2019, 60, y todo indica que vamos a seguir con el mismo ritmo de aumento en 2023″, opina.

Un arranque de campaña en Parla

Así, si el PP usa a Ayuso como trampolín de sus candidatos municipales, el PSOE hace lo contrario: emplea a sus alcaldes, que llevan al menos cuatro años en la primera línea política de sus ciudades, como lanzadera de Lobato, que apenas lleva año y medio como secretario general de los socialistas regionales.

“Nos estamos centrando en los alcaldes por su gestión, que nos queremos llevar a la Comunidad de Madrid”, explican en el partido. “El voto de los alcaldes puede ser fiel para la Comunidad, y nos apoyamos en ellos”.

Y así, durante la ceremonia del Dos de Mayo, día de la Comunidad, Lobato lleva como acompañante al alcalde de San Fernando de Henares, Javier Corpa, que ha cobrado peso en la organización por su lucha en defensa de los derechos de los vecinos del municipio que se han quedado sin casa por culpa de las obras del metro. Y así, mientras el resto de candidatos arrancan la campaña electoral en el centro de la capital, Lobato se desplaza hasta Parla, donde interviene en un mitin junto al alcalde, Ramón Jurado. Y luego, repitiendo demostración de poder municipal, se fotografía sonriente con Javier Ayala, el alcalde de Fuenlabrada, que fuera su rival en las primarias internas del partido y hoy gobierna una ciudad en la que el PP nunca se ha hecho con el poder (Fuenlingrado, le llaman, por su identificación con la izquierda).

Lobato se examina por primera vez como candidato autonómico y secretario general de los socialistas en las urnas. Gran parte de la nota que obtenga en el examen dependerá de los resultados municipales. Lo mismo le ocurre a Díaz Ayuso: tras lograr la presidencia del PP autonómico, ella ha elaborado las listas municipales, ella ha establecido la estrategia y ella será quien celebre o pene los resultados locales en primera persona.

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