Más País busca más socios verdes y periféricos por toda España

El líder de Más País, Íñigo Errejón, quiso hacer este miércoles un “lectura nacional” del evidente éxito de su candidata en Madrid, Mónica García, el 4-M, que superó en votos al aspirante del PSOE y se ha convertido en el referente de la oposición a la presidenta madrileña, la popular Isabel Díaz Ayuso. Errejón concluyó que ese resultado de la lista encabezada por García, con 24 escaños y 614.000 votos, “va más allá de Madrid” y lo relacionó con “el buen camino” que llevan “sembrando para un espacio político de futuro” que identificó con formaciones “verdes, de izquierdas y periféricas”. Compromís se mostró dispuesto a “colaborar” desde la Comunidad Valenciana. Otras fuerzas avanzaron posiciones más distantes.

Más Madrid y su candidata, Mónica García, fueron una de las sorpresas exitosas de la noche electoral del 4-M, al superar en votos a los socialistas y empatar con ellos en número de escaños (24). Y como consecuencia, la marca madre de la formación, Más País, y sus partidos aliados en otras zonas de España, como Compromís, fueron interpelados rápidamente sobre la posibilidad de que ese éxito pudiese extrapolarse en un próximo futuro en el ámbito nacional.

El líder de Más País, Íñigo Errejón, intentó evitar la euforia en la mañana de este miércoles a la hora de comentar si ese efecto se podría contagiar y apreciarse de manera automática por otras regiones de España. Y se limitó a subrayar que su formación intentará “seguir igual”, trabajando “sin prisa pero sin pausa” en el Congreso “sobre temas de la vida cotidiana”. Y enumeró algunos de los asuntos destapados por su formación y que han obtenido gran eco, como los problemas de salud mental, la conciliación o la reducción de la jornada laboral.

En ese “buen camino” que Errejón valoró como ejemplo para continuar “sembrando para un espacio político verde de futuro”, el líder de Más País ensalzó que el éxito de Mónica García y Más Madrid ha resultado “un espaldarazo de la ciudadanía frente al odio, los insultos y el ruido”.

El fundador de Podemos, que luego dejó la formación para iniciar su propio proyecto político al margen de Pablo Iglesias, puso el ejemplo de futura progresión de su marca en el avance paulatino de Los Verdes alemanes: “Crecieron desarrollando un proceso lento y cuidado en municipios y länder y parece que están muy cerca de gobernar en septiembre”.

Tras la escisión de Podemos, Más País estudió antes de las últimas elecciones generales el panorama para competir a nivel nacional, pero solo se pudo presentar en 18 provincias y recabó solo dos escaños por Madrid, en gran parte a rebufo del tirón popular de la exalcaldesa Manuela Carmena. Luego no llegó a confeccionar candidatura ni en las autonómicas de Cataluña, ni en Euskadi ni en Galicia.

El portavoz de Más País en el Congreso consideró, por un lado, como “sensacionales” y “magníficos” los datos cosechados por Más Madrid, pero admitió haber sentido una “sensación ambivalente” ante los resultados generales de izquierda, que tildó de “terribles” y que no achacó ni a la labor efectuada por su marca local ni al efecto Pablo Iglesias en Unidas Podemos sino a la caída del PSOE. Errejón concedió ahí que todo lo que sucede en Madrid no puede ser inmediatamente exportado al resto de España, pero también apuntó: “Ayer [por este martes] se votó en Madrid. Sería injusto adjudicar a los españoles la decisión de Madrid, pero Madrid no está en Marte, está en España y tiene un impacto”.

Tanto Errejón como más tarde Joan Baldoví, de Compromís, aprovecharon la ocasión para lanzar algunos avisos al Gobierno central de Pedro Sánchez para que “recupere el pulso” de lo que demandan los ciudadanos progresistas y trate mejor a sus socios habituales en el Congreso, los que le respaldaron en la votación de investidura. La mayoría de esos partidos aliados del PSOE y Podemos critican que muchas veces el Ejecutivo llega a las Cortes con los proyectos, leyes o decretos sin consensuar y que otras reformas pendientes, como la ley mordaza o la derogación de la reforma laboral, siguen sin contemplarse.

El portavoz de Compromís en el Congreso, Joan Baldoví, aseguró por su parte que la idea ampliar la vocación de Más País por España le suena bien, añadió que le gusta “todo lo que sea colaborar” para construir “una alternativa periférica y de izquierdas, pero pegada a los territorios”, y precisó que su partido es “un proyecto independiente”. Baldoví añadió que “esa idea de la primavera europea” es una opción que le agrada, “pero desde los territorios de la periferia y la diversidad”. El diputado valenciano incluso puso como ejemplos para explorar esas posibles alianzas los casos de formaciones como la de su perfil en Comunidad Valenciana y en otras autonomías como la Chunta Aragonesista en Aragón o Nueva Canarias. Ese proceso no ha comenzado.

El portavoz del Partido Regionalista de Cantabria (PRC), José María Mazón, aclaró que ese boceto de proyecto no ha contado con la formación que lidera Miguel Ángel Revilla, que normalmente suele apoyar al Ejecutivo de coalición nacional. Mazón indica que el PRC es un partido “con más de 40 años de historia, su propia personalidad y su independencia y que mira fundamentalmente por Cantabria” y no observa la virtud en la posibilidad de explorar esas alianzas excepto para beneficiar a Más País.

“Mónica hizo su trabajo”

El líder de Más País, Íñigo Errejón, no quiso hacer sangre al analizar el resultado electoral del 4-M y la aportación que realizaron al bloque de izquierdas el PSOE y el cabeza de lista de Unidas Podemos, su excompañero Pablo Iglesias. Dejó que esas formaciones hagan su análisis, pero sí subrayó que Más Madrid había cumplido de sobra: “Nosotros hemos hecho nuestro trabajo. Nadie esperaba a Más Madrid al principio de la campaña y luego no hemos parado de subir y ahora Mónica es la alternativa al PP”.

El investigador principal de Metroscopia, José Pablo Ferrándiz, que hizo la encuesta preelectoral para EL PAÍS, coincide en esa reflexión: “A Más Madrid le vino Pablo Iglesias a ver, porque al comienzo de la campaña esa formación tenía saldos negativos en su transferencia con el PSOE, y le mandaba más votos de los que lograban de los socialistas, pero cuando se postula Iglesias se aprecia un reagrupamiento del electorado de Más Madrid en torno a la candidatura de Mónica [García], se frena y reduce la transferencia al PSOE y al situarse ella en el centro de la izquierda se diferencia más aún de Podemos, con lo que resulta atrayente para parte del electorado socialista”. Ferrándiz observa que en esos movimientos de la recta final de la campaña influyeron factores como “el estilo de García, la mala campaña del PSOE y la percepción de que el vuelco electoral hacia la izquierda era difícil o casi imposible”. El sociólogo considera que García completó su cometido, “que no era otro que evitar fugas a la abstención y rescatar a gente progresista y también un saldo positivo en su intercambio de votos con Podemos y sobre todo con el PSOE”. Pero constata que el PSOE, sin embargo, no cubrió su meta de “retener a sus votantes o movilizarlos para ir a las urnas” y que incluso mandó algunos a la abstención. El investigador no ha detectado prácticamente ningún trasvase de la izquierda o el PSOE a la derecha y sí de los socialistas al PP en torno a 50.000 papeletas.

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