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LA CONTRACRÓNICA
Análisis
Exposición didáctica de ideas, conjeturas o hipótesis, a partir de unos hechos de actualidad comprobados —no necesariamente del día— que se reflejan en el propio texto. Excluye los juicios de valor y se aproxima más al género de opinión, pero se diferencia de él en que no juzga ni pronostica, sino que sólo formula hipótesis, ofrece explicaciones argumentadas y pone en relación datos dispersos

El debate que no fue

La candidata de la formación de ultraderecha dinamita el segundo debate de las elecciones de Madrid, que se celebraba en la Cadena SER

En vídeo, los momentos en los que se han producido los abandonos de debate hasta su cancelación.Foto: ANDREA COMAS | SER / QUALITY
Manuel Viejo

La noticia era que Isabel Díaz Ayuso no se presentaba al segundo debate de la campaña, esta mañana de viernes en la Cadena SER. Sin el PP, la extrema derecha ha agarrado el micrófono y ha dinamitado la convivencia democrática. No ha habido tiempo ni para saludarse. Todo ha volado por los aires a los dos minutos. Rocío Monasterio ha puesto en duda que Pablo Iglesias recibiera cuatro balas y una amenaza de muerte. Cuatro balas. Y una amenaza de muerte. “No es aceptable”, ha dicho el candidato de Unidas Podemos, “que mi padre, mi madre y mi pareja hayan sido amenazados de muerte con cuatro balas y la candidata de ultraderecha lo ponga en duda. Si [Monasterio] no se retracta, nosotros vamos a abandonar el debate”.

Inmediatamente, Monasterio ha contestado: “Yo digo lo mismo que antes. Nosotros condenamos todo tipo de violencia. Me hubiera gustado que el señor Pablo Iglesias hubiera condenado la violencia que sufrimos en Vallecas. Le animo a que vaya a una comisaría a denunciar estas amenazas. Yo lo que he dicho es que los españoles no nos creemos nada de este Gobierno. Si usted es tan valiente, levántese y lárguese de este plató”.

― Esto no es aceptable―, ha insistido Iglesias.

― “¡Pues lárguese!” ―, ha seguido Monasterio. “Si tan valiente es, lárguese. ¡Que se vaya, que es lo que están deseando muchos españoles! ¡Lárguese! Venga, fuera, me alegro. Fuera del plató, que es donde tienes que estar y fuera de la política. Fuera”. Monasterio ha hecho estas exclamaciones sentada. En algún momento, incluso, ha esbozado una sonrisa. Iglesias se ha levantado y se ha dirigido hacia la salida.

“Esto no es espectáculo, señora Monasterio. Los demócratas escuchamos”, ha espetado la moderadora, Ángels Barceló. “Perdona, Ángels, creo que estáis cometiendo un error. Lo siento mucho. Nosotros nos vamos”, le ha dicho Iglesias a la periodista antes de salir de la emisora. El resto de candidatos —salvo Monasterio— pedía a Iglesias que se quedara. “No te vayas, Pablo”, le ha dicho Mónica García. “Quédate, Pablo”, le ha sugerido Ángel Gabilondo. “Esto es un hecho y hay que condenarlo”, le explicaba el socialista a Monasterio, mientras la moderadora intentaba convencer al candidato de Unidas Podemos para que no se marchase. En este momento el debate tenía dos planos: A un lado y sobre la puerta, Iglesias y Barceló. Y al otro, en la mesa, el resto de candidatos. Todos los micrófonos continuaron activos.

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“¡Es usted una aberración! ¿Puede decir algo digno en su vida?”, ha dicho García a Monasterio. Iglesias ha continuado explicando a la periodista que continuar con el debate sería un error. “Me marcho, Ángels. Gracias de verdad”. Monasterio, mientras tanto, seguía provocando, incluso atacando a la moderadora. Al ver que Barceló ha agarrado de la mano a Iglesias para pedirle por última vez que se quedara, Monasterio ha dicho: “Mira, ¿usted es una moderadora o una activista? Cogiéndole de la manita, la activista política”. Barceló la ha cortado, tajante: “No soy una activista, soy una demócrata”. El comportamiento de Vox ha sido intolerable durante todo el debate. “Yo vengo a defender la libertad”, ha señalado Monasterio a Gabilondo al ver marcharse Iglesias. Cuando la moderadora volvía, Monasterio ha soltado: “Estamos mejor”.

La historia ha seguido una hora más. Y no tenía ningún sentido. A los pocos minutos, García ha hablado a Monasterio, el centro de todas las miradas desde el primer momento. “¿Tan mal le van las encuestas?, ¿esto es lo que ofrecen? Ustedes cristalizan el odio. Ustedes merecen estar en el debate, pero no merecen estar en ninguna institución. A ese candidato le han mandado balas. Y usted ha sonreído. ¿Pero qué es esto?”. La candidata de Vox se ha reído de nuevo y le ha contestado: “¡Quítese esa cara de amargada!”.

El debate se ha convertido en un espectáculo. La formación de ultraderecha ha ido a la cadena SER, emisora del Grupo Prisa, un grupo al que vetó durante las pasadas elecciones y al que pertenece este diario, hecho que fue condenado por el Tribunal Supremo el pasado 18 de marzo. El debate —si es que lo ha sido en algún momento― ha proseguido hasta la primera pausa publicitaria. A las 12.01, turno para hablar de los impuestos. Gabilondo, con el rostro serio, tomaba la palabra: “No podemos permitir que el odio se imponga. Hay que mandar un mensaje a la ciudadanía. No se puede consentir y hay que estar con los amenazados”. Y ha dicho que se marcharía. Tras él, el turno de García. “Este podía haber sido un debate bonito, pero los que vienen a la política a confrontar y a plasmar su odio no pueden estar. Estamos en contra de este tipo de política”. Tanto García como Gabilondo han argumentado que si se habían quedado era porque creían que Iglesias volvería.

Edmundo Bal ha sido el único en opinar que el debate debía continuar. “Somos demócratas. Los madrileños tienen que saber tus propuestas. No os vayáis”. La moderadora ha tomado la palabra: “En esta casa no se censura a nadie. Por eso, hemos continuado el debate”. Monasterio ha contestado: “Nos han censurado en la SER. No podemos poner cuñas”. Un dato falso. De hecho, se han emitido. Según explica una portavoz de la emisora, se les pidió que retiraran la palabra “mena” —menores migrantes menores de edad―, como así hicieron. En realidad, Monasterio ha dicho lo que ha querido durante toda la mañana. Es más, ha sido la última voz que se ha escuchado al cortar la señal: “Esto es una dictadura”.

Al terminar, el PP de Madrid ha lanzado un tuit en su cuenta oficial: “Iglesias, cierra al salir. 4 de mayo”. La cuenta oficial de Vox había hecho lo mismo 30 minutos antes con este mensaje: “¿Al que no iba a cambiar de barrio (...) hay que creerle? Iglesias, te vamos a echar de la política. Cierra al salir”. El PP, tras el revuelo mediático, ha borrado el mensaje. Y Ayuso, mientras tanto, estaba en Alcalá de Henares en un acto.

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Sobre la firma

Manuel Viejo
Es de la hermosa ciudad de Plasencia (Cáceres). Cubre la información política de Madrid para la sección de Local del periódico. En EL PAÍS firma reportajes y crónicas desde 2014.

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