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El desencuentro con Vox deja a Feijóo sin argumentos para pedir su investidura al Rey

Felipe VI recibirá este viernes a la nueva presidenta del Congreso y podría hacer la semana próxima la ronda de consultas con los grupos políticos

Borja Sémper y Santiago Abascal, este jueves en el Congreso.
Borja Sémper y Santiago Abascal, este jueves en el Congreso.Chema Moya (EFE)

El desencuentro entre las dos derechas, PP y Vox, en la elección de la Mesa del Congreso de este jueves, ha dejado sin argumentos a Alberto Núñez Feijóo para pedir al Rey que lo proponga como candidato a la investidura. Está previsto que Felipe VI, que recibirá este viernes a los nuevos presidentes del Congreso, Francina Armengol, y del Senado, Pedro Rollán, celebre la ronda de consultas con las fuerzas políticas la semana próxima.

El pasado lunes, el coordinador general del PP, Elías Bendodo, declaró: “Estamos convencidos de que Su Majestad el Rey, cuando haga la ronda de contactos, propondrá a Alberto Núñez Feijóo como candidato a la investidura, ya que el PP tiene bastantes más apoyos que el PSOE. Tiene 171 síes garantizados, 172 si contamos con el voto de Coalición Canaria, que es muy posible”, presumió. Sin embargo, la candidata del PP a la Presidencia del Congreso, Cuca Gamarra, solo obtuvo 139 votos (los 137 del PP, uno de UPN y uno de Coalición Canaria), frente a los 178 de la socialista Francina Armengol, mientras que los 33 diputados de Vox votaron a su propio candidato, Ignacio Gil Lázaro.

La negativa del PP a ceder al partido ultra uno de sus cuatro asientos en el órgano de gobierno de la Cámara baja —Vox reclamaba una vicepresidencia, como tuvo en la anterior legislatura— dinamitó el pacto de las derechas y dejó maltrecha la relación entre Abascal y Núñez Feijóo.

El líder de Vox, que llevaba varios días negociando con los populares, no llegó a acusarles de haber roto el acuerdo, pero sí les reprochó su “falta de generosidad”. Abascal se declaró “perplejo” de que la tercera fuerza política de la Cámara se quede fuera del órgano que ordena la vida parlamentaria —admitiendo o no a trámite las propuestas de los grupos y preparando los plenos— y culpó de ello al PP. El jueves por la mañana, cuando quedó claro que Junts votaría a Armengol y la candidatura de Gamarra no tenía ya ninguna posibilidad, los populares advirtieron a los ultras de que no les cederían ninguno de sus puestos en la Mesa y estos últimos optaron por votar testimonialmente a su propio candidato, que se quedó fuera.

Lo peor para los populares es que Abascal dejó en el aire el ofrecimiento que hizo hace algunos días a Feijóo de darle, sin exigir nada a cambio, el voto de los 33 diputados de su partido si se presentaba a la investidura para evitar “un Gobierno de destrucción de España” encabezado por Pedro Sánchez. Abascal no llegó a decir que retiraba su apoyo a Feijóo, pero tampoco quiso confirmarlo y subrayó que esperaba recibir “explicaciones” por parte del PP. En una posterior conversación informal con periodistas, Abascal tampoco quiso adelantar qué le dirá al Rey cuando este le pregunte a quién apoyaría en una votación de investidura, pero admitió que Feijóo había salido debilitado de la sesión constitutiva de las Cortes. En efecto, los 171 síes de Bendodo se han quedado en 138 (139 si se cuenta a Coalición Canaria), menos de los 152 que tienen PSOE y Sumar juntos sin contar a sus aliados.

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La atención política se desplaza a La Zarzuela

A partir de este viernes la atención política se desplaza a La Zarzuela, donde se ha quedado el Rey, que no ha acompañado a la reina Letizia y a la infanta Sofía en su viaje a Australia para asistir a la final de la copa del mundo de futbol femenino que disputa España este domingo. Está previsto que Felipe VI reciba de manos de la nueva presidenta de las Cortes la lista de grupos políticos representados en el Congreso —no la de grupos parlamentarios, que aún no están constituidos— para que sus representantes sean citados a consultas, previsiblemente a partir del lunes. En principio, en el Congreso hay 11 grupos políticos —PP, PSOE, Vox, Sumar, ERC, Junts, PNV, Bildu, BNG, CC y UPN—, aunque la lista podría ampliarse si los partidos integrados en el grupo que encabezó Yolanda Díaz deciden asistir por separado. Por el contrario, los partidos independentistas no suelen acudir a la llamada de La Zarzuela y los servicios de la Cámara ya los están sondeando para conocer su disposición. Será al término de la ronda de consultas cuando el Rey, a la vista de los apoyos con los que cuenta cada aspirante, decida si propone un candidato a presidente de Gobierno, aunque no tiene plazo para ello.

El PP sigue sosteniendo que Núñez Feijóo fue el más votado en las urnas, aunque ya no tenga garantizado el respaldo de Vox, y está convencido de que, al final, Abascal no tendrá más remedio que darle su apoyo. El discurso del líder de Vox sobre las consecuencias que tendría para España un nuevo Gobierno presidido por Sánchez es tan catastrófico –este jueves aseguró que este perpetraría desde La Moncloa el golpe de Estado que se intentó desde la Generalitat catalana con el referéndum ilegal de 2017— que no se entendería que no intentara evitarlo apoyando la investidura de Feijóo. “No lo entenderían sus votantes”, alegan fuentes del PP. El problema es que llueve sobre mojado: el PP ya dejó a Vox fuera de la Mesa de la Asamblea murciana y, desde entonces, no han conseguido recomponer los puentes y se encaminan a una repetición de elecciones autonómicas a cara de perro.

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