Así se mueven las encuestas tras el debate

Este artículo es un fragmento de la ‘newsletter’ de Kiko Llaneras, que en las próximas semanas estará dedicada a los datos de las elecciones. Es un boletín para suscriptores de EL PAÍS, pero se puede leer durante un mes de prueba. Si quieres recibirla en tu correo, apúntate aquí.

Según nuestro promedio de los principales sondeos, cuya metodología se explica al final de este artículo, el Partido Popular sería hoy la primera fuerza, rondando el 34% de los votos, seguido del PSOE (28%), Vox (13%) y Sumar (13%). Pero estas cifras se han movido esta semana, como muestra el gráfico a continuación:

La tendencia hasta el lunes era nítidamente favorable al PSOE y al conjunto de la izquierda. Ese día, cuando hice mi estimación de escaños a partir de los votos del promedio, el resultado más probable ya no era una mayoría de PP y Vox, sino que las elecciones se presentaban abiertas al 50%, como una moneda al aire, casi con las mismas opciones para un Gobierno por la derecha o por la izquierda.

Sin embargo, desde el lunes las encuestas han vuelto a moverse. El avance del PSOE se ha frenado y el Partido Popular ha dado un salto adelante.

Además, como Vox y Sumar han caído de modo similar, lo que vemos es un ligero avance de la suma de votos de la derecha sobre la izquierda. Eso puede comprobarse con el siguiente gráfico, que muestra la evolución del voto para los bloques de un lado (PSOE y Sumar) y otro (PP y Vox):

Ahora la suma de PP y Vox (48%) aparece seis o siete puntos por delante de la de PSOE y Sumar (41%). Como repito estos días, esa cifra —si la suma de derechas se impone por +3 o +7 puntos— es lo que decidirá la formación del próximo Gobierno.

Mayoría (algo) más probable: PP y Vox

¿Cómo se traducen los sondeos anteriores en escaños y opciones de Gobierno? A continuación he calculado el reparto de asientos. Lo hago asumiendo que los totales de voto nacional se distribuirán por las diferentes provincias de manera similar a como lo hicieron en 2019 (ver metodología). En este escenario principal, la suma del PP y Vox vuelve a rondar los 179 representantes, apenas tres asientos por encima de los necesarios para tener mayoría.

En esencia, las encuestas actuales ven el Gobierno del PP y Vox como un resultado más probable que la alternativa, pero no una certeza, ni siquiera algo muy probable. Es así por un motivo sencillo que ya conocemos: las encuestas son un ejercicio aproximado. ¿Cómo de aproximado? El error medio del promedio de encuestas ha rondado los 1,9 puntos por partido desde 1986. Es decir, fueron habituales desviaciones de 3 o 4 puntos con algún gran partido y el margen de error (al 90%) se acerca a los 10 o 12 escaños arriba o abajo de lo previsto.

Las opciones de la izquierda

Las posibilidades de la izquierda son dos: cambiar los sondeos y volver a avanzar, o dar una sorpresa la noche electoral. Lo primero por supuesto puede pasar, pero también lo segundo.

¿Cuánto debería sorprender la izquierda como para cambiar el Gobierno más probable? Si la suma de PSOE y Sumar avanza 1,5 puntos sobre la de PP y Vox, los bloques quedarían 42,5% a 46% en votos, y la mayoría de escaños de la derecha dejaría de ser el resultado más probable. Entre PP y Vox se quedarían en 172 asientos, sin posibilidad seguramente de lograr una investidura solo añadiendo a Coalición Canaria y Teruel Existe. La alternativa por la izquierda sería reeditar una mayoría similar a la que convirtió a Pedro Sánchez en presidente hace cuatro años, con el apoyo de Sumar y prácticamente todas las demás fuerzas.

¿Y si sigue el avance del PP?

Por último, he simulado un escenario donde los populares avanzasen en detrimento de la izquierda. Si el PP subiese 1,5 puntos de esa manera —nada sencillo, porque implica llevar el voto de la derecha hasta cifras nunca vistas—, se elevaría hasta los 149 escaños, pero seguiría sin opciones para una mayoría sin Vox.

Metodología del promedio. Nuestro promedio tiene en cuenta decenas de sondeos para mejorar su precisión, tomando todos los que publican medios de comunicación y que se recogen en Wikipedia periódicamente. Es un promedio ponderado para dar distinto peso a cada encuesta según tres factores: la casa encuestadora y su historia, el tamaño de su muestra, y la fecha del estudio. El último criterio —dar más peso a las encuestas más recientes— es el más importante de todos. En el promedio he excluido los sondeos del CIS, que se han demostrado sesgados, y otras encuestadoras sin trayectoria. El cálculo de escaños a partir de los votos lo explico aquí o aquí. He usado métodos parecidos desde 2015, por ejemplo aquí.

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