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La cuenta atrás de María Guardiola: pide tiempo para negociar con Vox y la gobernabilidad de Extremadura queda en vilo

La socialista Blanca Martín, presidenta de la Asamblea regional, decidirá en las próximas horas quién será el candidato o candidata que se someterá a la sesión de investidura

María Guardiola, durante su comparecencia ante los medios, este martes en Mérida. Foto: EUROPA PRESS | Vídeo: EUROPA PRESS
Manuel Viejo

La intriga política extremeña acumula día tras día un nuevo e incierto capítulo. La presidenta del PP extremeño, María Guardiola, se reunió este martes con la presidenta de la Asamblea de Extremadura, la socialista Blanca Martín. Guardiola, en ese encuentro de media hora, pidió a Martín más tiempo para conjugar un futuro pacto de gobernabilidad con Vox y así desbancar ocho años de políticas socialistas. Las cuentas en el Parlamento autonómico de Extremadura están muy claras desde las elecciones del pasado 28 de mayo. El PP, con 28 diputados, y Vox, con cinco, suman 33 escaños, la mayoría absoluta, pero no se ponen de acuerdo para formar un Gobierno porque la propia Guardiola se niega a integrar en el Ejecutivo a la formación ultra. ¿Y entonces? Tiempo, solo tiempo, ese es el palo al que se aferra la líder popular extremeña para negociar, de nuevo, y así poder alcanzar su cima política: la presidencia de la Junta de Extremadura.

Sin embargo, a preguntas de los medios tras su encuentro con la presidenta de la Asamblea, Guardiola no especificó de cuánto sería ese tiempo. Ni tampoco explicó cómo sería ese hipotético acuerdo de gobernabilidad con los de Santiago Abascal. Enfrió, eso sí, sus palabras del martes contra la formación ultra. “Vox es un partido constitucional con el que me quiero poner de acuerdo”, dijo. “Los extremeños deben estar en el centro de la negociación. Lo deseable es que el acuerdo llegue cuanto antes. Le he transmitido [a la presidenta de la Asamblea] que quiero ser candidata, pero que necesito tiempo para contar con los votos de Vox. Hay 15 días [hasta la sesión de investidura] y hoy hemos pedido que nos deje sentarnos y que le transmitiremos que llegaremos a un acuerdo”.

Este nuevo movimiento político de Guardiola se suma al que emprendió con fiereza el pasado martes tras la constitución de la Mesa de la Cámara extremeña, cuando, en otra declaración ante los medios, dijo que no podría integrar a una formación como Vox en su Ejecutivo porque, entre otras cuestiones, niega la violencia machista. El líder de Vox en Extremadura, Ángel Pelayo Gordillo, indicó a los medios este martes, en otra breve intervención de poco más de un minuto, que van a negociar con el PP “sin ningún tipo de límite”. A partir de ahí, dijo a los periodistas, Vox está dispuesto a escuchar “todas las propuestas” que se le hagan:

―¿Su máxima sigue siendo entrar en el Gobierno?

―Vamos a sentarnos con Guardiola. No vamos a decir nada más.

―¿Cambiaría las consejerías por cargos intermedios?

―No puedo decir nada más. Eso es una cuestión que se debatirá en las conversaciones que tendremos.

¿Cuándo se harán esas reuniones? De momento, silencio. El desencuentro de Vox y PP de la semana pasada derivó en que la presidencia de la Asamblea extremeña terminara en manos de la socialista Martín el martes 27, contra todo pronóstico. El PP votó a su propio candidato y Vox, más de lo mismo, también al suyo. PSOE y Podemos, aprovechando ese desencuentro, votaron en bloque y dieron la presidencia a la socialista Martín.

PSOE
La presidenta de la Asamblea, Blanca Martín, junto a Guillermo Fernández Vara, el presidente en funciones, este martes. Jero Morales (EFE)

El PSOE, por tanto, es quien marca ahora los tiempos en la Asamblea extremeña. Y, sobre todo, decidirá quién será el candidato o candidata que se someterá a la sesión de investidura. Una fecha que, según el calendario previsto por el reglamento autonómico, será, como muy tarde, el 20 de julio. A solo tres días de las elecciones generales. Con este calendario, Martín, la presidenta de la Asamblea, recibió este martes a todos los grupos en su despacho de Mérida: Podemos, PSOE, PP y Vox. Según fuentes de la Asamblea, la presidenta del Parlamento tenía previsto anunciar a lo largo de la jornada del martes quién sería el candidato o candidata que se sometería a la sesión de investidura. Sin embargo, al cierre de esta edición, el silencio impera en la Asamblea extremeña. “No hay quien hable con ella”, asegura un alto cargo del PSOE extremeño por teléfono.

¿Y entonces? Lo único cierto es que el presidente en funciones, Guillermo Fernández Vara, fue el único de los cuatro candidatos que le dijo a la presidenta autonómica que se quería presentar a la sesión de investidura. “He trasladado la firme decisión mía y de mi grupo”, dijo Fernández Vara a los medios, “de que un mes después de que se produjeran las elecciones se inicie el reloj democrático, y eso se llama investidura”. Fernández Vara necesitaría no sólo que Podemos votase a favor sino que el PP o Vox se abstuvieran.

“Fernández Vara sabe que va a una investidura fallida”, cuenta por teléfono la líder regional de Podemos, Irene de Miguel. “Él quiere que los plazos empiecen a correr cuanto antes. La presidente de la Asamblea no me dijo la fecha de investidura”. Pese a todo, Podemos sí votaría a favor de Vara en esa investidura fallida.

Si nadie resultara elegido en esta primera sesión de investidura —en la que se requiere mayoría absoluta—, empezará a correr el plazo de dos meses para seguir intentándolo, ya con mayoría simple (más síes que noes). Y, en caso de que, pasados esos dos meses, ningún candidato haya logrado la confianza de la Cámara, esta será disuelta y se convocarán elecciones de nuevo, previsiblemente para noviembre.

Pero, si finalmente la presidenta de la Asamblea accede a la petición de Guardiola de conceder unos días más para que negocie con Vox —el límite marcado sería el 6 de julio, según indica el reglamento autonómico— la presidenta del PP se enfrentaría de nuevo a su palabra. O ceder ante Vox. O ser implacable y negar su entrada en su Gobierno autonómico. “He hablado con ella en estos días y ha pasado de estar tranquila y estar convencida a ser consciente de la decisión”, asegura por teléfono un antiguo miembro del PP que la conoce muy bien. “Cuando dices lo que has dicho, esto tiene unas consecuencias que han ido más allá de lo que ella preveía porque ha ido más allá de Mérida. El PP ahora se enfrenta a sus miedos”. Y al calendario.

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Sobre la firma

Manuel Viejo
Es de la hermosa ciudad de Plasencia (Cáceres). Cubre la información política de Madrid para la sección de Local del periódico. En EL PAÍS firma reportajes y crónicas desde 2014.

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