El PP dice que no pactará gobiernos a “cualquier precio” pero sin descartar el modelo valenciano
Sémper se compromete: “No vamos a gobernar a cualquier precio”. Y Bendodo matiza: “Hablar con todos no significa tragar con todos”
En la campaña bautizada como Verano azul que este jueves ha presentado el PP de Alberto Núñez Feijóo cabe casi todo: querer gobernar España en solitario tras las elecciones del 23-J y copiar así el modelo de María Guardiola en Extremadura, tras su ruptura allí con Vox; pero también avalar lo que ha hecho Carlos Mazón en la Comunidad Valenciana, donde ha permitido a la formación ultra estar en la Mesa de la Asamblea y ocupar una vicepresidencia con consejería asociada y otras dos consejerías. El portavoz de campaña de los populares, Borja Sémper, ha ratificado en un mismo acto este jueves que Feijóo “no se baja del principio” de presentarse a la investidura para gobernar “sin otras formaciones políticas”, pero también que apoya “otras aritméticas y singularidades en otros lugares”, como la Comunidad Valenciana o la Región de Murcia, eso sí, sin “dar un paso atrás” en políticas sobre violencia machista o derechos fundamentales.
En la presentación en un campo de vóley-playa de las instalaciones del club Puerta de Hierro de Madrid, ante una gran imagen del mar de Nerja, acompañada por sombrillas azules con el logo del PP y la nostalgia de Verano azul ―en alusión a la serie de televisión de los años ochenta y al color de la formación política―, el portavoz popular repitió varias veces que su partido “no va a gobernar a cualquier precio”. Sémper ni siquiera anticipó el lema de la campaña. El objetivo del acto era enviar un mensaje “ilusionante, positivo y con una sonrisa amable” del “cambio tranquilo y estable” que preconiza Feijóo tras el 23-J.
El propio Sémper se anticipó a las preguntas de los periodistas y reveló que el lunes que viene el PP pretende reunirse con el PSOE para cerrar el asunto pendiente de los debates cara a cara, con la idea de que ese partido les aclare antes si los quiere solo entre Feijóo y Pedro Sánchez, a tres con la inclusión de Yolanda Díaz, más debates y en qué condiciones. Los populares, en cualquier caso, se han comprometido a que habrá un duelo dialéctico entre Sánchez y Feijóo.
Llega el verano que estábamos esperando. #VeranoAzul💧 pic.twitter.com/rsfqrB4Hcv
— Partido Popular (@ppopular) June 22, 2023
Las preguntas a Sémper se han concentrado en intentar aclarar cuál es la posición de Feijóo y, por tanto, de la dirección nacional del PP, sobre los pactos con Vox, la proporción de votos que debe concentrar la formación ultra para permitirle entrar en gobiernos con los populares, y si el líder respalda las tesis de exclusión total que mantiene la extremeña María Guardiola o las más permisivas de Carlos Mazón en la Comunidad Valenciana. No hubo respuestas claras y definitivas, sí ataques al presidente del Gobierno, a Vox y a Santiago Abascal.
El portavoz nacional de campaña del PP sostuvo que Feijóo y la cúpula popular “respetan y acompañan” a Guardiola en su veto a permitir a Vox entrar en el Gobierno de Extremadura, lo que puede llevar en aquel territorio a una repetición electoral de consecuencias imprevisibles. Sémper reiteró la tesis del líder del PP de conceder plenos poderes y libertad a los responsables territoriales para negociar, y en concreto a Guardiola, porque argumenta que ella en Extremadura ya lo había avanzado incluso antes de las elecciones y porque tiene un equipo y un programa para hacerlo de esa manera. Guardiola, sin embargo, no ganó las elecciones en votos, no tiene mayoría absoluta y solo dispone de 28 escaños ―los mismos que el PSOE―, por lo que requiere del apoyo explícito de los cinco diputados de Vox para gobernar.
Esa posición tan firme de Guardiola se contrapone a lo que ha sucedido en otros territorios, como la Comunidad Valencia o Baleares, donde sus compañeros sí han llegado a pactos con los ultras y donde se presume que también tenían sus equipos y sus programas. Feijóo argumentó el miércoles que esos diferentes tipos de acuerdos eran cuestión de “proporción” en el número de votos recibidos y contrapuso que no tenía sentido aceptar esas condiciones con el 8% de Extremadura, el mejor recogido por ese partido en esos comicios autonómicos, pero sí en Valencia, con el 12%. El PP de Murcia, que se quedó a dos escaños de la mayoría absoluta, también se niega a aceptar a Vox en su Gobierno, pero superó con mucho el porcentaje de voto valenciano con el 18% de las papeletas.
Sémper no ha querido contestar este jueves a cuál es entonces el modelo de Feijóo para el día siguiente de las elecciones generales, en el caso de que gane, si la opción de Guardiola o la de Mazón. Dijo que no quiere salirse ahora del guion de lograr una “ola de verano azul y cambio al sanchismo para España”. Pero antes sí indicó que, tras el 23-J, si Feijóo gana, presentará su investidura y conformará un Gobierno “sin otras formaciones políticas” y añadió: “De ese principio no nos bajaremos”.
En A Coruña, el coordinador general del PP, Elías Bendodo, quiso matizar algo las exposiciones tan contundentes expresadas en estos días en diversas entrevistas por la propia Guardiola en el sentido de que ella no está dispuesta a tragar con todo con tal de gobernar Extremadura. Bendodo apostó por “hablar con todos y pactar con casi todos”, en alusión a lo que ha sucedido en ayuntamientos como Barcelona o Vitoria, pero también en otros municipios con Coalición Canaria o Vox. Y añadió: “Hablar con todos no significa tragar con todo”. Para el número tres del PP lo que debe hacer su partido en estas múltiples negociaciones es aplicar “las matemáticas del Estado” para no “defraudar las expectativas de cambio”.
Las cuestiones sobre las diferencias de criterio entre Extremadura y la Comunidad Valencia o Murcia se agolparon en la comparecencia veraniega de Sémper, pero sin lograr el objetivo de determinar o esclarecer un criterio común. Se preguntó a Sémper sobre si el valenciano Mazón sí había accedido “a gobernar a cualquier precio”, y el dirigente nacional del PP respondió que el próximo presidente de la Generalitat Valenciana gracias al apoyo de Vox puede garantizar que “no se va a permitir un paso atrás en los derechos fundamentales” en alusión, sobre todo, a las políticas contra la violencia machista o LGTBI.
La amenaza de la repetición electoral en Extremadura no amilana por ahora ni a Guardiola allí, ni al PP de Feijóo a nivel nacional, según sus manifestaciones. Sémper refrendó las palabras de Guardiola incluso antes de las elecciones de que solo gobernaría en solitario para asegurar el cambio de políticas y arremetió contra el PSOE, otros partidos y contra Vox por no ser responsables con sus votos. Y agregó: “Hay que derogar el sanchismo y la falta de seriedad y la radicalidad”.
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