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Sánchez reta a Feijóo a seis debates cara a cara hasta las elecciones, pero el PP se niega

El presidente intenta salir del marco del plebiscito: “No es Sánchez o España, es Sánchez o Feijóo”. Sémper descalifica la propuesta: “España no está para excentricidades”. Yolanda Díaz: “El bipartidismo es el pasado”

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, interviene durante la III edición del foro ‘Fondos Europeos III: España, por el liderazgo global en economía verde y digital’, en el Círculo de Bellas Artes, en Madrid, este lunes. Foto: EDUARDO PARRA (EUROPA PRESS) | Vídeo: EPV

Después de un primer shock y una semana para digerir la derrota electoral de las autonómicas y municipales, Pedro Sánchez ha presentado este lunes las líneas maestras de su campaña electoral y entre ellas está un movimiento para meter presión al PP y, sobre todo, para sacar la cuestión del marco del plebiscito contra el presidente en el que se transformaron las municipales. El líder del PSOE quiere una campaña de cruce con Alberto Núñez Feijóo, el candidato del PP, y para ello ofrece hasta seis debates cara a cara de aquí a las elecciones, uno por semana. Así lo ha propuesto en su intervención en unas jornadas organizas por elDiario.es en el Círculo de Bellas Artes, en Madrid. El problema de esta estrategia es que depende de Feijóo, que, como es favorito, querrá a toda costa evitar los debates en los que corre muchos riesgos. El PP, de hecho, ha rechazado esta misma mañana la propuesta. “España no necesita seis debates, quien los necesita es Sánchez. España no está para excentricidades”, ha defendido Borja Sémper, portavoz popular.

Sánchez ha explicado que él está dispuesto a seis cara a cara en seis grandes medios, y además a otros debates a cuatro si se plantean para que entren Sumar y Vox, las dos fuerzas que luchan por el tercer puesto. En España, desde que se fragmentó el Congreso en 2015, han desaparecido los debates cara a cara. El último fue precisamente ese año, entre Mariano Rajoy y Pedro Sánchez. En 2019, Sánchez rechazó los debates a dos que le proponía Pablo Casado, y solo hubo a cuatro y a cinco, ya con Vox, en la campaña de las segundas elecciones. Después, en una rueda de prensa con el primer ministro sueco, el conservador Ulf Kristersson, Sánchez ha contestado al PP: “Los debates no son una excentricidad, son una necesidad. Debatir nunca es una excentricidad, es una obligación de todo demócrata”, ha dicho, aunque no ha explicado por qué en 2019 rechazó los cara a cara y ahora los defiende.

El presidente ha recordado, mientras el primer ministro sueco asentía, que en la reciente campaña electoral de este país hubo siete debates entre los candidatos y otros cinco sectoriales, que Sánchez también plantea para enviar sobre todo a Nadia Calviño, su gran referente económico. “En Suecia fueron 12 los debates”, ha recordado. En Finlandia, que también tuvo elecciones recientemente, hubo seis, cuatro de ellos con la entonces primera ministra, Sanna Marin, como gran protagonista. En EEUU, por ejemplo, lo habitual es que haya tres entre los dos candidatos finales y varios en la fase de las primarias.

El presidente sostiene que con los datos actuales ―entre ellos la encuesta de 40dB. para EL PAÍS publicada este lunes―, que muestran una concentración de voto mayor en los dos grandes partidos, es evidente que solo hay dos candidatos con posibilidades reales de ser presidente: Feijóo y Sánchez. Y por eso hay que volver a los cara a cara y además en un número inédito, hasta seis. El máximo en España han sido dos, pero no hay nada tasado, hubo varios años con un solo debate y algunos con ninguno, porque el PP, cuando era favorito en 1996 con José María Aznar, no quiso debatir con Felipe González. El gran problema de este asunto es que, al contrario de otros países, no hay nada regulado. Pedro Sánchez está dispuesto a forzar e incluso buscar la silla vacía de Feijóo si no se anima a debatir, y le reta hacerlo ya el próximo lunes. La Moncloa tiene cuatro propuestas de debates ya encima de la mesa —EL PAÍS y la SER, RTVE, Atresmedia y Mediaset— y espera tener más.

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En esta misma línea de buscar el contraste con Feijóo, que en La Moncloa ven según las encuestas como un candidato débil, que necesita la movilización con el lema del antisanchismo porque no tiene fuerza propia, Sánchez ha insistido en que rechaza abiertamente el marco que está planteando el PP de “Sánchez o España”. Por ahí ha arrancado su intervención. “El PP repite el eslogan de Vox, o Sánchez o España. Es peligroso. Es acusar a todos los votantes del PSOE de ser antiespañoles. Es como decir que si uno es español solo puede votar una opción. PP y Vox tienen su forma de querer a España. El resto de españoles tenemos nuestra forma de querer a España. Todas las papeletas son de españoles, cada cual desea lo mejor para su país”, ha explicado Sánchez, que ha destacado que precisamente el PSOE es “el único partido que lleva en sus siglas la palabra España”.

Y ha continuado: “Otra cosa es que tengamos cada cual una idea de España. Nosotros creemos que la mejor España es la que salva Doñana, la que protege el mar Menor, la que lidera las energías renovables, la que no rehúye los problemas como hizo Rajoy. La que protege a los mayores, revaloriza las pensiones. La que crea empleo con derechos. Donde el crecimiento se reparte. La que construye su unidad en el respeto a la diversidad. ¿Cuál es la verdadera elección? La elección es clara, o Sánchez o Feijóo, o Feijóo o Sánchez. Solo hay dos presidentes posibles. No deja de ser curioso que un partido no mencione siquiera a su líder en su eslogan y sí a su rival”, ha rematado el presidente.

Pero el PP ya ha marcado distancias, porque su estrategia es precisamente una campaña conservadora, de pocos riesgos para Feijóo, para no cometer errores teniendo en cuenta que lleva ventaja tras su victoria en las municipales y autonómicas del 28 de mayo. Por eso ha descalificado el plan de Sánchez. El portavoz de campaña del PP, Borja Sémper, lo ha despachado así: “Es una excentricidad plantear seis debates y seis caras a cara. Cuando uno está ansioso, cuando no sabe por donde le sopla el viento, propone excentricidades. ¿Eso significa que todos los demás tenemos que ir siguiendo las excentricidades? No. Habrá debates, pero no fruto de las excentricidades y la desorientación”.

El PP irá analizando las peticiones que vayan llegando al comité de campaña, pero de momento los populares rechazan aclarar a cuántos pretende acudir el líder del PP y en qué formato ―cara a cara, como quiere Sánchez, o con todos los candidatos, como piden Yolanda Díaz y Santiago Abascal― propone hacerlos. “Feijóo nunca ha tenido ningún problema en debatir”, ha manifestado Sémper, dando por hecho por tanto que el líder popular participará en alguno. El PP entiende que “lo razonable”, según su portavoz, es que los debates se celebren durante el periodo de la campaña electoral y no antes. “Entendemos que Sánchez se encuentra más cómodo en un plató que en la calle”, ha criticado Sémper.

La propuesta de los seis debates ha sido desdeñada por la vicepresidenta Yolanda Díaz, a la que le quedan cinco días para presentar un acuerdo de coalición de la izquierda en torno a Sumar, de cara a las generales del penúltimo domingo de julio. Poco después de que el presidente del Gobierno plantease los cara a cara con el líder del PP y personalizase la campaña con su “o Feijóo o Sánchez”, Díaz afirmaba en Twitter: “Quien crea que el futuro de España se resume en una foto de Pedro Sánchez y Feijóo está fuera de la realidad de nuestro país. El bipartidismo es el pasado. Vamos a seguir sumando para construir el futuro”. Más tarde, en el mismo foro en que Sánchez propuso la cadena de debates, Díaz ha asegurado que “España es más que un debate entre dos hombres. España no se resume en una foto con Feijóo y Sánchez. Esa es una España muy pequeñita, una parte de España, pero no llega. Nosotras miramos a una España ancha, diversa, la del año 2023. Las mujeres y los hombres de nuestro país quieren más”.

“Bipartidismo”

Por su lado, el líder del partido ultra Vox, Santiago Abascal, entiende que la propuesta de los debates significa que los grandes partidos no han aceptado la realidad, y menos el PSOE. “Si hay un enemigo de la libertad de expresión, es el partido socialista. Cualquier cosa que diga no se les puede tomar en serio. No han aceptado la realidad. Hay millones de españoles que votan otras fuerzas políticas”, ha dicho. Muy parecido a lo que opina su excompañera en Vox Macarena Olona, para la que el planteamiento de seis debates es solo “más de lo mismo”. “Para más de lo mismo no necesitamos debates. El bipartidismo quiere hablar del bipartidismo no de España ni de los españoles”, ha escrito en Twitter.

El equipo del presidente asume que ha sido un error no contestar a muchas de las cosas que se dicen de él y que han ido desfigurando su imagen. El propio Sánchez ha entrado de lleno en esa nueva estrategia cuando le han preguntado si tiene pensado aspirar a ser secretario general de la OTAN. “No”, ha contestado rotundo. “Este es otro de los bulos que han corrido estas semanas y ya les puedo decir que no. Ha habido medios que han vertido horas y páginas enteras diciendo que es así. Dicen que quiero ser secretario general de la OTAN porque quieren decir que he convocado ahora porque me estoy buscando una salida personal. Es un bulo. Seguro que ahora no utilizarán el mismo espacio para el desmentido del que usaron para contarlo. Rechazo completamente ese bulo. Es una prueba más de que la democracia se debe defender ante las fake news. Es muy importante que los españoles voten con información real sobre los distintos proyectos y no con mentiras. Eso estoy pidiendo al resto de partidos. Por eso quiero debates”, ha rematado.

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