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El cese temporal de Junqueras añade dificultades a la negociación para la investidura de Illa

Puigdemont se propone aprovechar la debilidad de Esquerra para lanzarle una opa a Esquerra y aglutinar al independentismo en Junts

Oriol Junqueras, presidente de ERC.
Oriol Junqueras, presidente de ERC.Kike Rincón (Europa Press)
Marc Rovira

Las negociaciones para armar la investidura del próximo presidente catalán adoptan la forma de un rompecabezas que ha perdido piezas. Esquerra Republicana afronta con bajas muy significativas su papel de juez para decidir quién se queda el mando de la Generalitat. En juego está decidir si el cargo de president lo alcanza el candidato del PSC, Salvador Illa, que ganó las elecciones con 42 escaños, o si se alimenta la pretensión de Carles Puigdemont, que logró 35 escaños, de encontrar socios para su intento de investidura. En un contexto en el que las relaciones personales están envenenadas por tensiones incubadas, el anuncio de Oriol Junqueras de apartarse, al menos temporalmente, de las funciones de presidente de ERC dejan descabezado el partido y añaden complejidad e incertidumbre a la hora de fraguar acuerdos.

En el tira y afloja de las negociaciones para articular una mayoría que posibilite la investidura de un president está la clave para evitar la repetición electoral. Volver a poner las urnas en otoño es un escenario que genera una factura de 30 millones de euros y, en público, todos los partidos rechazan tal posibilidad. “Cada uno sabe lo que tiene que hacer”, manifestó Salvador Illa este jueves en una entrevista en el matinal Hoy por hoy de la SER. “Tenemos una oportunidad y la agotaremos”, insistió Carles Puigdemont desde Perpiñán (Francia).

Las conversaciones para trabar alianzas discurren sobre una cuerda floja y el agitado mar de fondo que hay en Esquerra, con dimisiones en cadena de sus máximos representantes, llena de dudas y recelos los contactos. “Es imposible ahora mismo decir qué puede pasar”, reconoce una fuente cercana al mando de ERC.

El dibujo a trazo grueso de la situación que vive Esquerra presenta a un partido herido por los pobres resultados del 12-M, donde perdió 13 escaños, y sin idea de qué rumbo le conviene. Los jefes están en proceso de retirada, Junqueras dejará temporalmente la presidencia del partido tras las elecciones europeas de junio y Pere Aragonès ha comunicado que abandona su cargo. Marta Rovira, secretaria general, también se marchará tras el Congreso Nacional de noviembre. Afrontar una repetición electoral sin un liderazgo fuerte implica el riesgo de sufrir otro costalazo, que reduzca aún más la representación en el Parlament. En ese mar revuelto quiere pescar Salvador Illa, que tiene intención de sellar un acuerdo con ERC y los comunes para asegurarse la mayoría en el Parlament.

El líder del PSC trata de tender puentes y manifiesta que hay que tener un “reconocimiento” hacia el papel que tiene ERC en la política catalana y muestra su “respeto” hacia el “proceso de reflexión” interna que llevan a cabo los republicanos. Para Illa, el atajo más rápido para ser president pasa por lograr que ERC avale su investidura. En el PSC cunde la idea que el paso al lado que da Junqueras puede facilitar un acuerdo, aunque nadie oculta lo imprevisible de la situación.

En el pasado, el presidente de ERC ha hecho reproches públicos a los socialistas catalanes. “Muchos de sus dirigentes aplaudieron nuestro encarcelamiento”, afirmó. Sin embargo, fuentes del entorno de Junqueras matizan que, recientemente, él mismo dio el visto bueno para cerrar acuerdos entre ERC y PSC, como es el caso de la Diputación de Barcelona. Añaden que Junqueras no tiene una mala relación con Salvador Illa. “La tiene mucho peor con Puigdemont”, coinciden varias voces de Esquerra.

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Si se trata de exprimir las afinidades personales para lograr un acuerdo con Esquerra, en Junts no lo tienen fácil. Aparte de la pésima relación con Junqueras, Puigdemont tampoco tiene buena química con Pere Aragonès. El expresidente catalán no se ha puesto en contacto con el president en funciones tras los resultados del 12-M. En cambio, Aragonès sí ha recibido un mensaje de Jordi Pujol y otro de Artur Mas.

Carles Puigdemont ve una oportunidad en la crisis que sufre ERC. El líder de Junts y candidato a las elecciones autonómicas hizo este jueves un llamamiento al independentismo para “no perder el tiempo con divisiones internas”. Puigdemont, que se marchó de España en 2017 para evitar ser juzgado y está ahora a la espera de que se apruebe la ley de amnistía, compareció desde Perpiñán (Francia). Manifestó que Cataluña vive una situación de “emergencia nacional”. Junts y su líder tratan de sacar petróleo del mal momento que atraviesa Esquerra y se presentan como la única agarradera sólida que le queda al independentismo. “Las razones para la independencia son más rotundas que nunca”, dijo el expresident.

Puigdemont sostiene que su plan para alcanzar la presidencia es “coherente”. Implica lograr el voto afirmativo de ERC y de la CUP, y que el PSC se abstenga, algo que la formación de Illa rechaza de plano. El candidato de Junts trata de hacer valer la posición desequilibrante que su formación tiene en el Congreso de los Diputados para lograr que el presidente Pedro Sánchez interceda en Cataluña.

Por lo pronto, ni Esquerra ni la CUP han dado muestras explícitas de que apoyarán a Puigdemont. “Si las elecciones hubieran dejado una mayoría independentista en el Parlament, no habría dudas”, razona una persona vinculada al mando de ERC. En la CUP, la corriente interna Poble Lliure ha pedido que la dirección de la formación anticapitalista asuma “la responsabilidad” por los resultados de las elecciones catalanas, en las que pasaron de 9 a 4 escaños. Poble Lliure apuesta por “afrontar el nuevo ciclo con una nueva estrategia realista”, dice el comunicado. “La situación exige que estemos a la altura, huyendo de la comodidad del continuismo y afrontando de cara y con visión estratégica la realidad en la que nos encontramos”, insiste.

Por su parte, el presidente del Cercle d’Economia, Jaume Guardiola, ha pedido a los partidos políticos “coraje” para superar los bloques independentista y constitucionalista, así como una renovación de los liderazgos que, constata, ya se está produciendo. Guardiola, y el director general, Miquel Nadal comparecieron ante los medios este jueves para presentar la Nota de Opinión de la 39 Reunión del Cercle, que se celebrará los días 22, 23 y 24 de mayo, titulada Claves para recuperar el dinamismo económico y mejorar el bienestar de la ciudadanía donde se defiende un nuevo modelo de financiación autonómico basado en un pacto fiscal. La nota insiste en el riesgo de “desafección ciudadana” en caso de repetición electoral.

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