Puigdemont no aclara cómo hará efectiva su declaración de independencia

Junts per Catalunya sigue sin poder explicar en esta campaña electoral, de una manera diáfana, cómo piensa hacer efectiva la declaración de independencia que él mismo hizo en octubre de 2017 y después metió en el congelador. En una rueda de prensa organizada por la Agència Catalana de Notícies (ACN), el expresident y candidato por esa formación, Carles Puigdemont, se limitó ayer a asegurar que su plan pasa por “rehacer la unidad independentista” en caso de que gane y aseverar que será una mesa con el resto de formaciones secesionistas, que él liderará, la que decida qué hacer si la vía negociada con el Gobierno central falla.

“El referéndum ya lo hemos hecho, la declaración de independencia ya la hemos hecho. Hoy el análisis de fortalezas y debilidades es mucho más profundo y contrastado que en octubre desde 2017″, reflexionó Puigdemont desde Argelès-sur-Mer (Francia), donde realiza su campaña electoral pues aún pesa en su contra una orden de detención nacional. Para el fundador de Junts, el paso siguiente es rehacer la unidad entre secesionistas. “Me comprometo a reunir a todo el independentismo en una sola mesa”, añadió al ser preguntado qué planes tiene para hacer efectiva la independencia.

La búsqueda (y negación) de esa unidad de los partidos ha sido el telón de fondo de la pugna entre Junts y ERC una vez que ambas formaciones tomaran rumbos diferentes tras la digestión de los hechos de 2017. Cada uno se la ha negado al otro en su momento de primacía. La decisión de los de Puigdemont, el año pasado, de pactar la investidura de Pedro Sánchez implicó la llegada de un nuevo paradigma. El cambio llegó tras años en que los de Puigdemont enarbolaran la vía de la confrontación directa con el Gobierno y clamaran contra la renuncia que, aseguraban, reflejaba la opción de los republicanos de intentar la vía negociada.

Puigdemont insiste en que su planteamiento es diferente al de los republicanos pese a que su reflexiones son cada vez más similares y se refugia en lo que considera una falta de liderazgo de Aragonès para remarcar la diferencia. “Esa mesa de independentistas tiene que tener al lado un muy buen Govern, excepcional. Esto es lo que hemos venido defendiendo desde el Consell per la República”, añadió.

En las filas de Junts siempre han querido mantener la épica del significado del referéndum del 1 de octubre de 2017, que la justicia declaró ilegal. Y acusan a los republicanos de quitarle valor. Sin embargo, ambos terminan por aceptar que un referéndum pactado con el Gobierno central reemplazaría ese supuesto mandato. En el programa electoral de Junts no hay ninguna referencia específica a la unilateralidad que siempre había enarbolado. Para Junts, el 12-M va de escoger entre “partidos dependientes de Madrid o un independentismo arraigado en la herencia del 1-O, pero que al mismo tiempo quiere preservar y aumentar el autogobierno que tenemos ahora”.

Puigdemont también negó ayer en la misma entrevista que sea partidario de una repetición electoral, aunque también niega apoyar un Ejecutivo de los socialistas. “Repetir elecciones sería una mala noticia para la ciudadanía y para la democracia. Con los resultados que los ciudadanos nos den, los escogidos tenemos la obligación y la responsabilidad de ponernos de acuerdo”, dijo.

Salvador Illa, candidato del PSC, había reiterado antes en una entrevista a la Cadena SER que su apuesta por un Govern transversal no cerrará las puertas a Puigdemont. “Vamos a ver qué resultado obtiene Junts y qué decide hacer. Hemos tenido ocasión de colaborar en otras instituciones y vamos a ver qué opción toman ellos. El expresident Puigdemont insiste e que cualquier pacto con el PSC no es posible”, dijo Illa.