Cataluña arranca la campaña con el PSC en cabeza y la mayoría independentista en el aire
Los partidos se lanzan a la carrera electoral más incierta de los últimos años, sin pactos claros y con la incógnita de qué pase con Pedro Sánchez
Los partidos políticos en Cataluña han dado este jueves el pistoletazo de salida a una carrera electoral que si ya de por sí se mostraba complicada ha ganado incertidumbre a causa del futuro de la legislatura en el Congreso. El anuncio del presidente Pedro Sánchez de tomarse unos días para meditar sobre si continúa o no al frente del Ejecutivo, como respuesta a los ataques a su pareja Begoña Gómez, ha sobrevolado una descafeinada puesta de carteles que ahora se ajusta a horarios más racionales. El escenario de salida, con un PSC ganador y Junts y ERC peleándose por la segunda posición, lo ha certificado también la publicación al mediodía del sondeo del CIS, que deja la mayoría independentista en el aire.
El golpe anímico se ha notado más, como no podía ser de otra manera, en el acto del PSC. Tras 14 años sin ostentar la presidencia de la Generalitat y el viento a favor —el CIS les daba hasta 40 diputados y una ventana de oportunidad por la imposibilidad del independentismo de revalidar la mayoría absoluta—, los socialistas han intentado compaginar en el mitin de inicio de campaña en Sabadell el cierre de filas con Sánchez con no perder comba y el pulso a la campaña. “Pedro, compañero, no lo conseguirán. No les dejaremos. Desde el corazón te decimos que te queremos y te necesitamos”, ha exclamado el ministro de Industria Jordi Hereu, invitado al acto ante la inesperada ausencia del jefe del Gobierno. “Sánchez tiene enemigos en España, en Europa y en el mundo por lo que representa”, ha subrayado el exalcalde de Barcelona, que ha vaticinado que el resultado electoral de Cataluña marcará el rumbo de la política española.
Tanto Junts como ERC tenían en su guion para la campaña buscar el cuerpo a cuerpo con el PSC, pero la decisión de Sánchez, que comunicó con una carta abierta a la ciudadanía en la tarde del miércoles, abrió un nuevo frente que ambas formaciones independentistas se han lanzado a aprovechar. “Nosotros salimos llorados de casa”, ha dicho Carles Puigdemont desde Argelers, el municipio del sur de Francia que ha elegido Junts per Catanlunya como escenario permanente en la carrera por la Generalitat, ante la imposibilidad de hacer campaña en territorio catalán. Contra el expresidente aún pesa una orden de detención, lo que le impide hacer campaña. “Conocemos mejor que ellos de qué va la justicia española y la policía patriótica”, ha insistido Puigdemont, que ha querido contraponerse a Sánchez: “Nosotros sí hemos resistido y hemos mantenido la posición”.
Más duros han sido en Esquerra Republicana. Desde los Jardinets de Gràcia, en la capital catalana, el president y candidato Pere Aragonès ha acusado al candidato socialista a la Generalitat de beneficiarse de la situación de Sánchez: “Salvador Illa quiere que se hable de Pedro Sánchez para que no se hable del caso Koldo”, ha dicho el jefe del Govern, en referencia a supuesta responsabilidad del exministro socialista en las irregularidades detectadas en la compra de mascarillas durante la pandemia. El líder de los republicanos, Oriol Junqueras, también ha ahondado en la situación personal del jefe del Gobierno y la ha contrapuesto, como Puigdemont, con la vivida por los líderes independentistas que también han sido objeto de querellas por parte de asociaciones como Manos Libres. “Me cuesta creer que un líder necesite tomarse cinco días para saber si quiere seguir trabajando para su país”, ha asegurado.
Pese al brusco giro de guion, Illa ha querido mantener la brújula en su puesta de largo en la campaña, no alejándose de la idea de lo nocivo que han sido los gobiernos secesionistas para Cataluña. Bajo el lema Fuerza para gobernar, el socialista ha descrito su programa electoral poniendo el acento en pasar página de la “década perdida del procés”, en la que no hace distinciones entre la responsabilidad de ERC y la de Junts. “Basta ya de dividir”, ha dicho. “Ha sido una década con un presidente de unos y apoyo de los otros y al revés. O incluso juntos. Algunos hacen creer que no estaban [en referencia a Junts]. Es un balance negativo en cualquier política pública. No han hecho nada contra la sequía”, ha clamado ante el millar de personas que la organización asegura que se han reunido en Sabadell.
Junts, por su parte, se ha postulado como la apuesta verdaderamente sólida para defender los intereses de Cataluña, y la estrategia pasa por desmerecer a ERC y al PSC. Un discurso en consonancia con su segundo lugar en la encuesta del CIS, necesitado de comerle terreno a los socialistas y alejarse del duelo con los republicanos, que aparecen terceros. La formación de Puigdemont se atribuye la paternidad de la negociación de la ley de amnistía: “Nos decían que no era posible de ninguna manera, que no podía ser, y ha sido posible porque se la hemos arrancado. Que no nos engañen, no lo han hecho por las convicciones del PSOE, que no son muy distintas de las convicciones que tiene el PP”, ha apuntado. “Hemos roto el pacto del no que habían suscrito PP y PSOE para Cataluña”, ha reivindicado. “Y lo hemos hecho con solo siete diputados en el Congreso; imaginaos lo que podemos hacer con la presidencia del país”. “Estamos aquí para que Cataluña vuelva a sentir el orgullo de tener un president como se merece”, ha dicho el secretario general del partido, Jordi Turull.
Los republicanos se han esmerado, más que en vender su obra de Gobierno, en hacer una larga lista de cosas que no pudieron ejecutar por la “irresponsabilidad de algunos”, en una referencia clara a Junts, la CUP y los comunes. Esas tres formaciones no quisieron dar apoyo a los Presupuestos que ERC y PSC pactaron y cuyo fracaso por falta de apoyos derivó en la convocatoria electoral. “Cuando os prometan 1.000 millones de euros al año para vivienda, preguntad por qué entonces no apoyaron los Presupuestos, que ahí estaban”, ha lamentado la cabeza de lista por Tarragona Raquel Sans. Aragonès ha dejado claro que su propuesta pasa por fijar las condiciones para un referéndum pactado y lograr una financiación singular para Cataluña.
Los comunes, por su parte, han comenzado la campaña en Reus (Tarragona). La candidatas Jéssica Albiach ha dicho sentirse”muy orgullosa” de haberse plantado en la negociación presupuestaria “para decir ‘no’ a los lobbies económicos”, con el rechazo al megacasino del Hard Rock en Salou y Vilaseca. El CIS les da entre 7-8 escaños, superando así a la CUP (5-7). El PP, según el Centro de Investigaciones Sociológicas, lograría entre 13-14 escaños y Vox cosecharía 8 ó 9. El partido xenófobo independentista Aliança Catalana rozaría el 3% de voto y estaría a las puertas de tener representación.
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