“Hemos querido que pudiera votar todo el mundo”

Ismael Peña-López, de 47 años, director general de Participación Ciudadana y Procesos electorales, dirige el dispositivo del 14-F sin reparo de disipar las dudas de los ciudadanos en Twitter. Es la primera vez que organiza unas elecciones y admite que lleva semanas durmiendo muy poco. Su obsesión ha sido esta: “No dejar nada por descontado y reducir las opciones al 0,00001%”

Pregunta. ¿Cómo se plantean unas elecciones en pandemia?

Respuesta. Cuando se aplazaron las elecciones del País Vasco y Galicia vimos que teníamos que reinventar el dispositivo. Los tres grandes ejes la salud, el derecho a voto y la legitimidad. El primero se basa en minimizar el riesgo de ir a votar; el segundo, que todo el mundo pueda votar incluidas las personas contagiadas. Esa ha sido la norma en 150 elecciones en el mundo en 2020. La excepción fue Galicia y el País Vasco. El Constitucional de Croacia revocó la prohibición de votar de los enfermos de covid e impuso la urna móvil. La ley aquí no ha aportado esa flexibilidad. Y la legitimidad era no usar el hecho diferencial de la covid de forma partidista, que la gente no nadie tenga miedo de ir a votar y eso pueda adulterar el resultado final.

P. 31.000 personas han recurrido para no ir a las mesas electorales

R. Sorprende el volumen. Es alucinante, pero lo entiendo: decimos a la gente que no salga de casa y ahora que se pase todo el día en el colegio. La probabilidad de que no se constituya un número elevado de mesas es ínfima.

P. ¿Qué pasa si un miembro de una mesa se contagia?

R. Aceptamos que pueda denunciar a la Administración. Todo el mundo tiene derecho a hacerlo. Habría que ver si es responsable la Justicia por no haber aplazado las elecciones o la Generalitat por organizarlas o la Junta Electoral que vela por los dispositivos. Y tendrá que probar que ha enfermado en la mesa electoral que es la parte más complicada y aportar esas pruebas.

P. ¿Prevé que sea más lento el escrutinio?

R. Seguramente la noche electoral será más larga de lo normal. El voto por correo va en la misma urna, pero sí pide una manipulación un poco más larga, al quitarse el segundo sobre y comprobar la lista en el censo. El recuento será más incómodo entre las distancias, la mascarilla, la pantalla, y los guantes. Pero esa madrugada iremos a casa sabiendo seguro la composición del Parlament.

P. Decían que el 14-F no era una buena fecha y el Govern no recurrió la suspensión.

R. No me importa. Lo que quiero es tener todo listo, que la gente crea que el resultado es legítimo y que todo el mundo esté contento porque ha podido votar y nadie ha enfermado.

P. ¿Por qué ha dicho varias veces que, por ejemplo, ir a votar va a ser más seguro que ir a comprar el pan?

R. En los procesos electorales estamos convencidos de que hemos conseguido un dispositivo tanto o más seguro que en cualquier situación que no se encuentra cada día una persona en su vida cotidiana. Es más seguro que ir a trabajar o ir en el transporte público o en una UCI. El local electoral es lo más seguro que tenga alguno aquel día a su alcance.