Illa propone una coalición en la Generalitat con los Comunes

Salvador Illa ha puesto sobre la mesa sus cartas para gobernar. El candidato del Partit dels Socialistes de Catalunya (PSC) en las elecciones del próximo 14 de febrero ha confirmado este lunes que su objetivo es replicar los pactos de coalición que mantienen los socialistas en el Gobierno central y en el Ayuntamiento de Barcelona con la izquierda alternativa de los Comunes y Podemos. “He propuesto una fórmula que ya está funcionando, que no suma la mayoría absoluta, pero que suma suficiente fuerza para tener dimensión y formar gobierno”, ha dicho Illa.

Illa ha apelado a una mayoría de ciudadanos y de partidos que buscan superar la crispación de los últimos años provocada por la carrera unilateral por la independencia. “Yo quiero tener de socio de Gobierno al que tengo en Madrid, y que me funciona”. Mientras que el PSOE y Podemos componen el Gobierno central, el PSC gobierna en el Consistorio barcelonés con los Comunes, la formación de la alcaldesa, Ada Colau.

Colau avanzó el domingo en un acto electoral que su objetivo era formar parte del futuro ejecutivo de la Generalitat con el PSC o con Esquerra Republicana (ERC). Para Colau, la clave es que uno de los dos dé apoyo desde la oposición en proyectos clave, como así ha sucedido en la política barcelonesa o en el Congreso: “Ya se verá quién está dentro o fuera del Gobierno porque eso dependerá de quién quede primero, segundo o tercero. No será tan importante quedar primero en votos, sino quién tiene la capacidad de diálogo y de pactos para conformar acuerdos amplios que superen el bloqueo”. Colau alcanzó en 2019 la alcaldía de la capital catalana, pese a haber quedado por detrás en votos de ERC, gracias al acuerdo con el PSC y al apoyo del ex primer ministro francés y concejal Manuel Valls.

Ciudadanos y el Partido Popular dan por hecho que Illa busca reeditar los tripartitos que llevaron al poder a los socialistas Pasqual Maragall en 2003 y a José Montilla en 2007. Sin embargo, tanto Illa como el candidato de ERC, Pere Aragonès, han rechazado tajantemente que puedan coincidir en el Gobierno: si Illa lo descarta porque se ha comprometido a no ser socio de un partido independentista, Aragonès tampoco lo contempla porque considera al PSC cómplice de lo que él cree que es una represión autoritaria contra el nacionalismo catalán. ERC apuesta por una coalición con las formaciones partidarias de la autodeterminación: Junts per Catalunya, el partido del expresidente Carles Puigdemont, los anticapitalistas de la CUP y los Comunes. Estos han reiterado que no compartirían ejecutivo con la derecha nacionalista de Junts.

Pese a los reproches mutuos, PSC y ERC han negociado en el último año políticas importantes: en Madrid, los republicanos han dado apoyo a los presupuestos del Gobierno de Pedro Sánchez y a la reforma de la ley educativa; en Barcelona, ERC también se ha sumado al pacto de presupuestos y a otras medidas como la ampliación de la línea del tranvía. Illa también ha tenido un papel estratégico en las negociaciones socialistas con ERC y con otros partidos independentistas, en el Congreso de los Diputados, en consistorios municipales y en la Diputación de Barcelona.