Maratón electoral en las calles desiertas de la Soria vaciada
Un funcionario de 54 años encabeza la lista de Soria ¡Ya!, la mejor situada de todas las candidaturas que se agrupan en España Vaciada
Bares cerrados. Puertas tapiadas. Aceras vacías. Silencio. La pesadilla de un candidato se hace cuerpo en Almenar de Soria (233 habitantes), donde nadie acude al reclamo del aspirante. El escenario espantaría a cualquier político convencional, pero resulta habitual, demasiado habitual, para quien conoce la crisis demográfica soriana. Ese es el arma argumental de Ángel Ceña, que pasea por calles muertas. La vida de este empleado público se ha revolucionado al liderar a Soria ¡Ya! en su pugna por entrar en las Cortes de Castilla y León para defender la provincia. Es, de todas las candidaturas que concurren bajo el paraguas de España Vaciada, la que mejores expectativas tiene, según las encuestas.
“¡No he hecho esto jamás, solo soy funcionario!”, se justifica Ceña, de 54 años, cuando le piden posar ante el colosal castillo de Almenar. Este hombre canoso y deportista, que corrió maratones, recibe peticiones inimaginables durante su desempeño como inspector de transportes. Sus compañeros de lista, también implicados contra la despoblación, generan al charlar el único bullicio en el anestesiado pueblo.
Solo 31 de los 184 municipios sorianos tienen más habitantes que los 233 de Almenar, una amenaza traducida en que en la provincia hay menos de nueve personas por kilómetro cuadrado, señal, según los criterios de Europa, de riesgo demográfico. Ceña protege sus manos del helador viento del páramo mientras reniega del sinfín de carteles de “Se vende” o “Se alquila”, muchos con los datos de contacto ya corroídos, que cuelgan de puertas y ventanas.
Otros integrantes de Soria ¡Ya! han acudido junto a la fortaleza para hacerse fotos de familia. Al poco de patear la localidad constatan que no hay votos que ganar. Tampoco que perder. Lo mejor para medir la popularidad de Ceña implica regresar a la capital, donde varios caminantes se giran o cuchichean al verlo pasar. “Llevo regular no tener tiempo para responder a los mensajes de apoyo”, admite un hombre estresado en dosis nunca vistas ni en los momentos de máxima intensidad laboral o cuando preparaba la oposición.
La agrupación de electores a la que representa ha alquilado un local y ha instado a las microdonaciones o a la compra de artículos corporativos para financiar gastos, como arrendar una furgoneta o imprimir cartelería. Las banderas de Soria ¡Ya! abundan en la provincia; cuelgan, por ejemplo, del balcón de Lidia Almarza, de 29 años, que celebra: “¡Por fin sé a quién votar!”. La joven pasea con Raquel Encinas, de 28, y Alberto Palacios, de 34, que resumen en un “¡Ya era hora!” su confianza en la candidatura. Solo les hace dudar si la agrupación “perderá su esencia” en el caso de que entre en las instituciones, y remarcan también las dificultades que entraña dar ese salto desde la inexperiencia.
Ceña entiende la tan castellana, dice, propensión a malpensar. “Todos nos han decepcionado”, sentencia el candidato, quien tilda de “grandilocuente” que el PP los acuse de servir al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. El PSOE, mientras, intenta seducir a muchos habitantes de las zonas más despobladas con medidas que las plataformas contra la despoblación llevan años reclamando. “La mayoría de nuestras peticiones aparecen en programas de PP y PSOE, solo que no las cumplen”, indica el aspirante soriano, aburrido de preguntas sobre su ideología cuando “la clave es cumplir exigencias pero no a cualquier precio”.
Soria carece de autovía que la conecte con otras provincias y sus conductores recurren a la nacional N-122, peligrosa y con solo algunos tramos de autovía A-11, para dirigirse a Valladolid. El hospital de Santa Bárbara no cuenta con prestaciones suficientes y hay pacientes, incluso oncológicos, tratados en Salamanca o Valladolid, a tres horas de ambulancia por una carretera tortuosa, denuncia la plataforma.
Los amigos o compañeros de trabajo de Ceña recibieron con un “¿Dónde vas?” el anuncio del salto político. Pero las encuestas auguran que él, y quizá algún otro miembro de la lista, llegará al hemiciclo. Buenas noticias para Beatriz Ibáñez y Raúl Colás, de 45 años, que abrigan a su niña hasta las orejas mientras expresan su confianza en Soria ¡Ya! para virar las tónicas autonómicas, con un PP que suma 35 años seguidos de mandato. Queda poco para los comicios, toca apretar para conseguir los máximos sufragios y Ceña, aficionado del Atlético de Madrid y del Numancia, coge fuerzas con unos tradicionales torreznos. Su corazón colchonero sabe sufrir y recibe pequeñas alegrías: un amigo de una integrante de las listas los votará desde Múnich (Alemania). Papeleta a papeleta para ganar —o lanzarse a jugar al menos— el partido.
Soria en nueve datos
Población. La provincia de Soria tiene 89.420 habitantes (9.413 menos que en 1987). Media de edad: 47,6 años.
Extensión. Hay 183 municipios en 10.306 kilómetros cuadrados. Densidad: 8,8 personas por kilómetro cuadrado.
Economía y política. La tasa de paro es del 6,9%. La provincia elige a cinco procuradores. En 2019 ganó el PSOE.
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