Belarra y Garzón escenifican la tregua entre sus partidos para el 28-M

Podemos e Izquierda Unida aparcan las tensiones con la vista puesta en las elecciones municipales y autonómicas del 28 de mayo. Los ministros Ione Belarra y Alberto Garzón, líderes de ambas formaciones, han aprovechado este martes el Día de la Comunidad de Madrid para escenificar la tregua con un modesto mitin en una céntrica plaza de la capital. En plena pugna por la influencia que tendrá cada partido en Sumar, el proyecto que lidera la vicepresidenta del Gobierno Yolanda Díaz para las generales de fin de año, y tras meses de turbulenta relación, Belarra y Garzón han apoyado a sus principales candidatos en la región. “Seguiremos trabajando juntos por mucho tiempo más”, ha tendido la mano el ministro de Consumo a Belarra, que se ha fundido en un abrazo con él. La foto llega tan solo un día después de la celebración del Primero de Mayo, que dejó varias instantáneas simbólicas, como la de Yolanda Díaz —que no tiene más afiliación que la del PCE— caminando en la manifestación junto a la número dos de Podemos, Irene Montero.

Para estas elecciones, Podemos e IU han logrado pactos de coalición en 10 de las 12 comunidades en juego, todas menos Asturias y Aragón. La negociación se ha producido durante casi 10 meses en paralelo a la configuración de Sumar, un proyecto del que Podemos, por ahora, está al margen. Las tensiones desatadas tras los comicios andaluces del año pasado, donde un acuerdo de todos los grupos a la izquierda del PSOE menos Podemos acabó dando la cabeza de lista a la candidata de IU, han complicado la relación desde entonces, pero las dos organizaciones han impuesto el pragmatismo para enfrentarse con una sola papeleta a unos comicios complejos, según vaticinan las encuestas.

Tras un discurso que se ha convertido en una impugnación al modelo de Isabel Díaz Ayuso en Madrid (“el PP es enemigo de lo público, lo corrompe todo”, ha enfatizado Garzón), el líder de IU ha presentado a Belarra como “compañera y amiga”, antes de reconocer expresamente el papel “fundamental” de Podemos en el “presente y futuro” del país. “Habéis cumplido nueve años muy intensos, nueve años que han permitido mejorar la vida de las familias trabajadoras, y es un placer, como coordinador de Izquierda Unida, encontrarnos en este camino. Seguiremos trabajando juntos por mucho tiempo más”, ha ensalzado el ministro ante los aplausos del público, que ha respondido a sus palabras con el grito de “unidad, unidad”. Esa fue una de las consignas más coreadas en la segunda Asamblea Ciudadana de Podemos (Vistalegre II), a la que Pablo Iglesias e Íñigo Errejón acudieron enfrentados en 2017 y que supuso el primer gran cisma dentro de la organización. Precisamente a la necesidad de que las izquierdas concurran juntas había apelado minutos antes una de las aspirantes de IU a la Asamblea, Carolina Cordero, en clara alusión a Más Madrid, al señalar que “no toca” mirarse “el ombligo”. “Esta es la candidatura de la unidad”, reivindicó.

Belarra ha sacado pecho de la gestión del Ejecutivo de coalición, con especial énfasis en la reciente aprobación de la ley de vivienda, de la que su ministerio, Derechos Sociales, ha sido coproponente. Y ha subrayado que “lo que permite blindar a Ayuso” en Madrid es dejar fuera a “Podemos, IU y Alianza Verde [el partido ecologista que también está en el acuerdo de confluencia]”. “La única oportunidad de sacar a la derecha en Madrid es que estén muy fuertes tras el 28-M”, ha afirmado la secretaria general de Podemos en referencia a sus candidatos.

Belarra y Garzón volverán a estar juntos, también con la titular de Igualdad, Irene Montero, en el inicio de la campaña el 13 de mayo en Valencia, una imagen —la de los tres compartiendo escenario— que no fue posible en las elecciones autonómicas andaluzas. Para los dos partidos es una plaza fundamental, en la que aspiran a reeditar Gobierno junto al PSOE y Compromís, otra de las formaciones candidatas a participar en Sumar. Fuentes de Podemos ya han trasladado también su intención de volcarse en Madrid: el partido se juega su permanencia en el Parlamento autonómico y volver al Ayuntamiento de la capital, donde en 2019 no concurrió.

La tensión entre partidos se ha rebajado en las últimas semanas, también entre las dirigentes de Podemos —Belarra y Montero— y Díaz, que el lunes posaron juntas en la marcha por el Día del Trabajo. Con todo, desde la formación de Belarra reconocen que molestó otra foto: la de la vicepresidenta con la candidata de Más Madrid, Mónica García, al considerar que la instantánea funciona de facto como un respaldo electoral ante el 28-M. La responsable de Trabajo sigue sin hacer público su calendario de campaña, a pesar de que las ministras de su grupo le han pedido que respalde a los aspirantes de Unidas Podemos.