La Generalitat no convocó el órgano de coordinación de emergencias hasta que supo que había un desaparecido
La consejera responsable del área se desplazó hasta Carlet horas antes de que se desbordara el río Magro. Mazón confirma a EL PAÍS que ese día acudió a “una comida de trabajo”, pero su equipo asegura que estuvo informado
Las alertas sobre las lluvias torrenciales y la dana que se cernía sobre la provincia de Valencia fueron remitidas días antes de que el cielo comenzara a descargar agua. En la misma mañana del martes 29 de octubre, la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) lanzó un aviso rojo, el nivel de riesgo máximo, para toda la provincia. A las 12.00 comenzaron a desbordarse barrancos del interior y a las 13.30 ya había poblaciones en las que las lluvias superaban los 200 litros por metro cuadrado. Pasadas las 14.30, la consejera de Interior de la Generalitat valenciana, Salomé Pradas, fue informada de la desaparición de un camionero en L´Alcudia. Fue entonces cuando decidió convocar al Cecopi, el órgano autonómico de coordinación de emergencias, que se reunió a las cinco de la tarde.
Según diversas fuentes, la consejera salió de su despacho después de las 13.00 del martes. Acudió a la población de Carlet, alertada por su alcaldesa, Laura Sáez, que le advirtió de la crecida del río Magro. Visitó también el barranco de Benimodo. Antes de las 14.00, la consejera llegó a Carlet y comprobó por ella misma el estado del río Magro y el barranco de Benimodo. Desde allí, Salomé Pradas tuvo varias conversaciones, entre ellas con responsables de Utiel y a L´Alcudia. El alcalde de esta última población le informó entonces de que en el pueblo ya había una persona desaparecida. Fue en el ese momento, en torno a las 15.00, cuando la consejera decidió convocar la reunión del Cecopi para las 17.00.
El alcalde de L’Alcudia, Andreu Salom, confirma esa llamada y la conversación con la consejera a través del teléfono de la alcaldesa de Carlet. Fue poco después de las 14.30. “Me preguntó cómo estaba la situación y le dije que el barranco estaba desbordado y que teníamos ya un desaparecido”, señala el alcalde, que asegura que en el municipio se encontraban también el presidente de la Diputación de Valencia, José Vicente Mompó, y el diputado provincial encargado de bomberos, Avelino Mascarell.
Para entonces, la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) ya había alertado de la crecida del barranco del Poyo, aunque en las últimas comunicaciones había detectado un caudal con “tendencia descendente”. Además, peligraba el embalse del Forata, donde crecía el nivel del agua. En Utiel, la precipitación acumulada era de 173,4 litros por metro cuadrado, de los que 103,6 cayeron entre las 11.00 y las 14.00, según Avamet. Era previsible que toda esa agua bajase por ramblas y ríos.
El cadáver del camionero apareció cuatro días después en el barranco de Prado. Abandonó el vehículo en Benidomo, un punto que la consejera había visitado.
Mazón: “Estaba en una comida de trabajo”
El Cecopi se convocó para las 17.00. El presidente de la Generalitat valenciana, Carlos Mazón, acudió a esa reunión, celebrada en el Centro de Emergencias de L’Eliana, dos horas después, a las 19.00. La consejera se encontraba dirigiendo el órgano, como marca la ley autonómica 13/2010 en su artículo 12.2.e). Mazón ha explicado este jueves a EL PAÍS que ese día estuvo “en una comida de trabajo”. “Al lado de mi despacho”, ha agregado. El president ha hecho estas declaraciones durante su visita al Puesto de Mando Avanzado de Paiporta, desde donde se coordinan los distintos cuerpos y fuerzas de seguridad desplazados a la Comunidad Valenciana, y donde ha mantenido un encuentro con la alcaldesa de la localidad. Fuentes del gabinete de Mazón puntualizan que él “estaba en el Palau de la Generalitat trabajando e informado puntualmente”. “Es cuando se le comunica el riesgo de rotura de la presa de Forata cuando se incorpora físicamente y de inmediato a la reunión del Cecopi”, subrayan.
En paralelo, la delegada del Gobierno central, Pilar Bernabé, llamó la mañana del 29 de octubre tres veces a la consejera Pradas, antes de que, finalmente, la Generalitat pidiera la intervención de la UME, según ha avanzado la SER y confirman fuentes gubernamentales a EL PAÍS. Advertida de la crecida del río Magro a su paso por Utiel y de las previsiones de tormentas torrenciales, Bernabé trasladó a la consejería la gravedad de la situación e incidió en que le podía pedir todos los medios que considerara necesarios.
Bernabé también se comunicó con la alcaldesa de Carlet. “En su momento, se sabrá todo”, ha expresado la delegada del Gobierno a los medios a su llegada a la reunión del Cecopi este jueves.
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