Ferran Torrent, al recibir el premio de la Generalitat: “¿Dejaríais de leer a Pla o Fuster por discrepancias ideológicas?”
El Consell adelanta en Alicante los reconocimientos al mérito cultural del 9 d’Octubre, en un acto en que Mazón apuesta por convertir la capacidad creativa en una industria productiva
La Generalitat ha celebrado, por primera vez fuera de Valencia y en la víspera del 9 d’Octubre, la entrega de los galardones culturales que se conceden como parte de la conmemoración del Día de la Comunitat Valenciana. En el apartado de las Letras, el galardonado ha sido Ferran Torrent, quien ha hablado “en representación de todos los premiados, tan diversos”, ha dicho, “como la propia sociedad valenciana”. En su discurso, el escritor de Sedaví ha subrayado que “la Cultura no admite más título de propiedad que el reconocimiento a los autores” y ha lanzado “una llamada para que las sociedades” se acerquen a las manifestaciones artísticas “sin apriorismos ideológicos”. “¿Dejaríais de leer a Josep Pla, Joan Fuster o Gilbert K. Chesterton por discrepancias políticas, religiosas o ideológicas?”, ha preguntado a la audiencia.
La intervención de Torrent ha sido la única vertebrada por el valenciano de todo el acto, a pesar de que con estos galardones “celebramos nuestras señas de identidad”, según ha declarado la vicepresidenta del Consell Susana Camarero en la introducción a los premios. Posteriormente, en su discurso, el jefe del Consell, Carlos Mazón, que tan solo ha usado el idioma regional para saludar y despedirse, ha señalado que el uso de dos lenguas como medio de comunicación entre los ciudadanos de la Comunidad “es un motivo de orgullo”. Los actos del 9 d’Octubre han estado salpicados por la polémica con las medidas incluidas en la nueva ley de Libertad Educativa, que elimina el requisito del valenciano para el profesorado o concede automáticamente los certificados B2 y C1 a los estudiantes que hayan finalizado ESO y Bachillerato desde 2008. La organización de los conciertos enmarcados en la conmemoración, en los que apenas aparecen grupos de la Comunidad, también ha sido afeada por la oposición.
Preguntado por EL PÁIS tras la celebración del evento, Torrent ha indicado que no está al tanto de todas estas cuestiones, pero sostiene que “la situación del valenciano no es buena ni lo ha sido nunca”. “A mí me preocupa más el valenciano oral”, prosigue, “que el escrito, ya que hay muchos compañeros” que publican en esta lengua. “Lo más importante es que se hable valenciano” por las calles, afirma. Junto a Torrent, un referente de la lengua valenciana, con obras como No emprenyeu el comissari o su última entrega, Memòries de mi mateix, que fue galardonado también con el premio Sant Jordi de las letras catalanas, la Generalitat ha concedido la Alta Distinción a Amparo Cabanes, historiadora situada en el extremo opuesto al del escritor valenciano, ya que defiende que valenciano y catalán son dos lenguas diferentes.
El resto de reconocimientos entregados hoy en la sede de Casa Mediterráneo de Alicante, con la participación de todo el Consell, que había celebrado su pleno horas antes del acto, han sido los del Mérito Cultural. La Generalitat ha premiado “la trayectoria académica y profesional” del valenciano Miguel Falomir, director del Museo del Prado, cuya distinción ha recogido su hermana Ana. También han subido al estrado tres representantes de la Asociación Raíces del Reino de Valencia, una entidad dedicada a digitalizar y difundir los fondos documentales de las tres diócesis valencianas. Finalmente, el contestano Gustavo Pascual, autor del pasodoble Paquito el Chocolatero, ha sido reconocido a título póstumo. La productora de cine María Zamora, ganadora del Oso de Oro del Festival de Berlín por Alcarràs, se encuentra en pleno rodaje en estos momentos y no pudo representarla ningún familiar, por lo que recogerá el premio mañana, en Valencia.
El acto lo ha cerrado Mazón, para quien la cultura es “un pilar fundamental” de la sociedad valenciana, “lo que nos ayuda a definirnos como pueblo” y lo que se muestra fuera de las fronteras autonómicas. Ha defendido que las manifestaciones culturales “no sean apéndices” de nada ni nadie y que la cultura valenciana “es mejor cuando está abierta a todos”. También ha advertido de que “no puede ser un fósil”, por lo que ha alentado la transformación de “nuestra capacidad creativa” en una “industria productiva”, con “marca propia y solidez”. Para que la cultura “sea seña de identidad y, al mismo tiempo, una palanca de desarrollo”, su gobierno trabaja en “la creación de una industria musical” y apuesta por los platós alicantinos de Ciudad de la Luz como el polo de atracción de rodajes “más importante del sur de Europa”. Además, ha recordado el “plan de rehabilitación del patrimonio cultural” puesto recientemente en marcha y otro “estratégico para las industrias culturales”. Por último, el presidente de la Generalitat ha asegurado que seguirá reclamando la devolución de la Dama de Elche y del Llibre dels repartiments de Orihuela, actualmente en el Museo Arqueológico Nacional y en la Biblioteca de Catalunya, respectivamente.
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