Un organismo asesor de la Unesco analiza si una moción del Ayuntamiento de Elche afectará a la protección del Palmeral

El Consejo Internacional de Monumentos y Sitios (Icomos), una organización asociada a la Unesco que asesora al organismo en materia de protección del patrimonio cultural, está “realizando los estudios y análisis pertinentes” del Palmeral de Elche tras la moción del Gobierno municipal, de PP y Vox, para reformar la ley que protege este Patrimonio de la Humanidad. La propuesta, presentada en el último pleno municipal, pretende que la modificación “simplifique los trámites administrativos y elimine las actuales disfuncionalidades” que dificultan “cualquier actuación en un edificio de la zona de amortiguamiento”, es decir, la que circunda los huertos protegidos. Pese a que el alcalde, Pablo Ruz, asegura que se trata de agilizar obras menores, para la oposición, PSOE y Compromís, este cambio podría permitir operaciones urbanísticas. El Círculo Empresarial de Elche y Comarca (Cedelco) ya solicitó a principios de julio que se cambie la norma para permitir “el progreso empresarial y económico de la ciudad”.

La investigación, confirmada a EL PAÍS por Juan Carlos Molina, presidente de Icomos, se lleva a cabo antes de que la propuesta llegue a ser firme. Su tramitación debe pasar por Las Cortes valencianas para su aprobación. La moción del PP, presentada el pasado 29 de julio y firmada por el portavoz del grupo municipal, Juan de Dios Navarro, insta al Consell a “llevar a cabo los trámites necesarios para la reforma” de la ley del Palmeral, de 2021, ya que “sobre la base de la supuesta protección” del Patrimonio de la Humanidad, “no tiene sentido” que se “coarte el desarrollo urbanístico, económico y social” de la ciudad “o se introduzca una maraña de trámites administrativos que convierten la ejecución de cualquier actuación en una auténtica carrera de obstáculos”.

En el pleno de su presentación, el alcalde señaló que la normativa se ha convertido en “un problema”. En la zona de amortiguamiento no se puede ni cambiar una ventana, aseguró Ruz. Antes de que la Asociación de Palmereros de Elche (Apelx) reúna a su ejecutiva para debatir la propuesta del gobierno municipal, su presidente, Vicente Campos, avanza que, a su juicio, “habrá que ver en qué queda la letra pequeña” de la moción.

“Es cierto que es muy farragosa la tramitación de reformas” en el ámbito del Palmeral, que necesitan una autorización de la Consejería de Cultura de la Generalitat, un estudio de integración paisajística y un informe de la Junta Gestora del bien protegido por la Unesco. Pero las dificultades para “poner un toldo en una vivienda o instalar placas solares en una comunidad de vecinos”, por ejemplo, parecen “una excusa” para construir en la zona de protección. “Ya se han levantado muchas construcciones que tapan la visión” del Palmeral, cuya magnitud “se percibe desde el perímetro, no desde el interior”, sostiene Campos, para quien “el peligro está en que los empresarios quieren que el dinero se mueva” con proyectos que rozan los huertos blindados. “El término municipal es muy grande”, recuerda.

Simplificar y acelerar la concesión de licencias

Entre estas amenazas, sobresalen tres que ya han avivado polémicas en Elche. La primera es la construcción de una residencia geriátrica en el solar vacío que antes ocupaba la fábrica La Hiladora Ilicitana, SA, colindante con el Huerto del Cura, en el corazón del escudo de la Unesco. De momento, el proyecto está paralizado por Cultura. Además, el Ayuntamiento aprobó en mayo una modificación del plan general para ubicar en la zona de Candalix, en plena área de amortiguación, un conservatorio de música, proyecto que no cuenta con el visto bueno de los técnicos del gabinete autonómico de Cultura.

El proyecto que sí que sigue adelante es la promoción de 950 viviendas en El Arsenal, avalado por el Tribunal Superior de Justicia (TSJ) y el Supremo, que rechazaron un recurso de la Generalitat. El plan continúa con su tramitación urbanística, tras rebajarse la altura prevista inicialmente de los inmuebles, por su afección al Huerto de Sansano.

Estas actuaciones sobrevuelan un comunicado emitido por Cedelco a principios de julio. Los constructores solicitaban cambios para “ajustar las restricciones en zonas donde no se pone en peligro la conservación del Palmeral, permitiendo así el desarrollo de proyectos empresariales y urbanísticos esenciales”. También pedían “simplificar y acelerar los procedimientos administrativos para la concesión de licencias y permisos, evitando demoras que perjudiquen a las empresas”.

Y, por último, instaban a “permitir que las decisiones sobre licencias y permisos se gestionen a nivel municipal”. Cedelco mostró “su profunda preocupación por las consecuencias negativas de la actual ley”, ya que “está imponiendo restricciones excesivas que afectan gravemente a las empresas locales y al desarrollo económico de la zona”.

Para la portavoz del grupo municipal de Compromís, Esther Díez, la alusión a las obras menores de la moción no es más que una excusa: “Lo que parece haber detrás son promotores que quieren desarrollar planes urbanísticos anteriores a la ley”. Su partido, en coalición con el PSOE, fue el que sacó adelante la normativa en 2021, que sustituía a la anterior, de 1986.

“Se blindaban así los huertos y acequias, además del regadío y los cultivos asociados, y se establecía un perímetro de seguridad para que la presión urbanística no afectara al entorno”. En opinión de Díez, en vez de modificar la ley, el alcalde debería “desarrollar el Plan Especial del Palmeral”, una normativa que lograría el mismo objetivo.

Para el PSOE ilicitano, la clave es conocer “quién pide la reforma y qué intereses hay”, porque también sospechan “que son urbanísticos”, según su portavoz municipal, Héctor Díez. “Más allá del anuncio realizado en el pleno”, declara Díez, “poco se sabe de esta modificación”. “Si le quitas el toque político a la moción”, continúa, “en la práctica no va más allá de las dificultades de tramitación de obras menores” en la zona de amortiguamiento. Ambos partidos adelantan que, ante cualquier irregularidad, acudirán a Icomos, que en 2018 ya paralizó las obras de un aparcamiento junto al Mercado Central de Elche por su afección al otro Patrimonio de la Humanidad ilicitano, el Misteri d’Elx.