Florencio, ‘la Pastora’, el maqui convertido en monstruo por el franquismo, ya tiene su película

Cuenta Marc Ortiz que su abuela le advertía de que si se perdía en el monte podría encontrarle La Pastora. La abuela del cineasta conoció a Florencio Pla Messeguer (1917-2004) cuando se llamaba Teresa y cuidaba del ganado en las montañas del interior norte de Castellón. A los 30 años se pasó a los maquis, se liberó de las ropas de mujer, condición que le otorgaron al nacer por una malformación genital con el fin de evitar que fuera alistado para la guerra o por decisión del boticario de Vallibona, y se mostró como se sentía, como un hombre. Los casi 20 meses que estuvo a partir de 1949 con los guerrilleros de la agrupación de Levante y Aragón y su posterior fuga sirvieron para el que el franquismo le atribuyera todo tipo de crímenes y lo convirtiera en el monstruo La Pastora, “de rasgos hombrunos”.

“Era como el coco”, apunta el director de la película L’Aguait (Al acecho, título provisional), cuyo rodaje finaliza este mes en las tierras montañosas en las que vivió Florencio. La historia siempre le interesó al director y guionista, nacido en la localidad tarraconense de La Sénia, muy cerca de donde sucedieron los hechos que narra el filme. “Me atrajo mucho el personaje. Es una historia de la lucha por su identidad, de supervivencia de una persona que nace hombre y le dicen que es mujer, que ve en los maquis una salida y que vivió muy solo en la montaña”, relata el director del corto Ophelia, realizador de publicidad, que se estrena en el largometraje con este biopic ficcionado que se suma a otras iniciativas como documentales, investigaciones, ensayos, novelas o una obra de teatro, que pretenden devolver la dignidad a un personaje maltratado por la historia. La novela Donde nadie te encuentre, que ganó el Premio Nadal en 2011, de Alicia Giménez Bartlett, es la obra inspirada en La Pastora más conocida.

“Es un personaje que da vértigo porque tiene muchas capas” sostiene Pablo Molinero que interpreta a Florencio adulto, ya maqui. “Es una pastora que vive en el campo, muy austera en las emociones y en el habla. Era una buena persona con tristeza en la mirada, aunque también hubo como una aceptación social de su condición en el pueblo. Su madre la llevó a una masía en la montaña donde no tenía vida social”, explica el actor que destaca el carácter artístico y reflexivo de la forma de contar del director.

El paisaje y la belleza abrupta de la naturaleza de las comarcas de Els Ports i del Maestrat son también protagonistas de una película, cuyo rodaje transcurre en poblaciones como La Pobla de Benifassà, El Bellestar, Vallivana, Forcall o Morella. “Nos han recibido muy bien. No solo porque aprecian el personaje, sino también porque en muchas de estas poblaciones apenas vive gente y las hemos llenado durante el rodaje”, comenta Paloma por Paloma Mora, productora del filme con TV ON Producciones, junto con Admirable Films y Marc Muñoz de Lamalanga Produccions.

La película cuenta con el apoyo de varias cadenas televisiva y el guion fue elegido y desarrollado en el campus que organiza en verano en Valencia la Academia de Cine, con la colaboración de Netflix y el Ayuntamiento. Uno de los mentores en el campus del proyecto fue el cineasta Montxo Armendáriz, que también conoció a La Pastora durante la documentación para su película sobre los maquis El silencio roto, estrenada en 2001.