Muere Lluís Miquel Campos, el cantante que amaba a Jacques Brel, referente de la música valenciana

El valenciano Lluís Miquel Campos, fallecido este jueves a los 79 años, persiguió a lo largo de su vida la estrella musical de Jacques Brel, el cantautor belga que le descubrió que la canción era, como el título de aquel bolero, alma, corazón y vida. Como otros jóvenes crecidos en la postguerra la década de los años sesenta representó una ventana que se abría poco a poco -a pesar de todas las censuras y miedos- y dejaba entrar nuevos aires y un poco de oxígeno cargado de libertad. Destinado por origen a colgar un título universitario en algún bufete o despacho como paisaje laboral, encontró en la música su medio de expresión.

El Club Universitario de Valencia es el lugar de encuentro para los jóvenes y primerizos músicos entre sesiones de baile y melodías italianas del Festival de San Remo. Cuando llegan las Fallas algunas de las estrellas musicales que actúan en los pomposos paradores instalados en la ciudad, se dejan caer por el Club Universitario como el italiano Marino Marini y sus melodías napolitanas. En Barcelona, el movimiento musical de la Nova Cançó, la reivindicación de una canción en catalán y de acento lírico, comienza a dar sus frutos después del triunfo de la pareja Raimon y Salomé en el Festival de la Canción del Mediterráneo de 1963 con la composición Se’n va anar.

La figura de Raimon y su epifánico Al vent se convierte en el motor turbo de la nueva ola musical. Lluís Miquel con el grupo Els 4 Z no tarda en incorporarse al movimiento que se conocerá como Nova Cançó editando en el sello Edigsa su primer disco sencillo compuesto por cuatro canciones donde figura, entre otras, una versión de Al vent o el tema de Ben E. King, Don’t Play That Song, ahora en versión en catalán titulado No la canteu més. Una versión autóctona que curiosamente también forma parte del repertorio un grupo de Alcoi llamado Los Dayson cuyo vocalista se llama Camilo Blanes.

A lo largo de los años sesenta Els 4 Z serán uno de los grupos habituales que actuarán en los festivales de la Nova Cançó y recitales que principalmente se desarrollan en Cataluña, Valencia y Mallorca. De estos primeros años, Lluís Miquel forjará una gran amistad con otro joven cantante, Joan Manuel Serrat, que rápidamente se convierte en la otra gran referencia musical de la Nova Cançó.

La amistad entre los dos cantantes quedará refrendada en el concierto y también disco Silenci, gravem grabado en directo en el Teatre Principal de València en 1986 donde cantan a dúo la canción La Fanette, de Jacques Brel, la voz que los había unido desde los primeros tiempos de la Cançó. Bajo el grupo El 4 Z Lluís Miquel publicará otros discos sencillos para el sello Edigsa con versiones de Gilbert Becaud o Ray Charles o el tema tradicional, L’arbre, que acabará convirtiéndose en un himno antifranquista.

Los incidentes que se producen durante un recital en el cine Artis de Valencia en 1968 acaban con la detención del grupo y su puesta a disposición judicial. Ese mismo año la formación se disuelve entre censuras y prohibiciones, abriéndose un largo paréntesis que durará hasta la muerte del dictador. El cantante reaparece como Lluís Miquel en el histórico recital del Campo de futbol del Levante de 1976 que encabeza Raimon y que reúne a más de 30.000 personas bajo las siglas de “llibertat, amnistía i estatut autonomía”. Una nueva etapa musical para el músico en medio de los años de la Transición y los grandes festivales reivindicativos.

La figura y la obra de Lluís Miquel se irá ampliando a lo largo de las siguientes décadas ensanchando sus horizontes artísticos y profesionales. La formación de la orquesta Patxinguer Z, un especie de cara b musical, llevará humor y nostalgia a los escenarios y verbenas populares; la creación de los estudios Tabalet, sellos discográficos, producción de audiovisuales, serie documentales, proyectos como Els nostres poetes junto a Paco Muñoz y el actor Juli Mira o de manegement.

Figuras como Gino Paoli, Léo Ferré o un todavía desconocido Paolo Conte se estrenan de su mano en los escenarios valencianos. Entre sus últimos proyectos un cd donde incluyó todos sus trabajos sobre canciones de su querido Jacques Brel. Con ocasión de los conciertos de despedida de Serrat en la Plaza de Toros de Valencia se le pudo ver en una silla de ruedas en las primeras filas. A pesar de la enfermedad que no le había dejado en paz en los últimos años, no quiso faltar a la cita con su viejo amigo. En el recuerdo de la velada musical de la Plaza de Toros aquella Cançó de matinada que escuchó por primera vez en un estudio de grabación barcelonés como un canto de vida y juventud.