_
_
_
_
_
LEGIONELA

El Ayuntamiento de Valencia ordena el cierre del balneario de la Alameda por riesgo de legionela

La inspección alerta que la concesionaria del centro no ha subsanado las “deficiencias” y censura un “incumplimiento casi total”

Entrada al Balneario de la Alameda.
Entrada al Balneario de la Alameda. Tania Crespo

La Concejalía de Sanidad y Consumo del Ayuntamiento de València ha ordenado el cierre cautelar del Balneario de la Alameda tras haberse detectado presencia de legionela en las instalaciones y haber incumplido la concesionaria del centro de forma “casi total” los requerimientos de subsanación realizados por la inspección. La clausura se mantendrá “hasta la desaparición de la situación de riesgo actual”.

Así lo recoge una resolución del consistorio, firmada por el edil del ramo, Emiliano García, con fecha 4 de noviembre, donde se justifica la decisión por una cuestión de “salud colectiva” y con el fin de “garantizar la salud y seguridad ante la existencia de un riesgo inminente y extraordinario para la salud pública”.

El inicio de los hechos se remonta a diciembre de 2015 y enero de 2016, cuando se comunicaron desde la Dirección General de Salud Pública dos casos de neumonía por legionela en dos clientes del citado balneario, y los recuentos de muestras de agua arrojaron presencia (100 ufc/L) en una ducha de agua caliente del vestuario mixto de la planta baja.

En 2018 y 2019, en los mismos vestuarios, salieron recuentos positivos de Legionela (150 ufc/L y 110 ufc/L) y en 2020 salió un nuevo positivo en el agua fría de una ducha de unos vestuarios sin especificar (460 ufc/L), continúa la resolución. En cuanto al agua termal, en junio de 2019 se observó una contaminación por legionela en el vaso de agua templada sin aerosolización (100 ufc/L). A ello se suman, añade el escrito, las contaminaciones “recurrentes” por Pseudomonas aeruginosa en los años 2017, 2019 y 2020 en los tres vasos “indistintamente”.

El 10 de julio de 2019 se realizó una inspección y se emplazó a la dirección de las instalaciones a “subsanar las deficiencias”. Sin embargo, en febrero de 2022 se constata durante otra inspección que en el año 2021 “no se habían realizado controles analíticos de las aguas”, que “no han registrado labores de prevención de legionela” y que “se han dejado de emplear desinfectantes químicos, que se habían venido utilizando hasta el cierre por la pandemia de covid-19″.

Un mes después, en marzo de 2022, se realizaron mediciones de diversos parámetros fisicoquímicos y se tomaron muestras a efectos de realizar análisis en laboratorio. Los resultados de los mismos, señala la resolución, “arrojaron presencia de microorganismos”. Entonces, se volvió a realizar una inspección y se redactó el acta con una serie de medidas a tomar por parte de la dirección del centro.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Asimismo, se procedió a realizar una nueva toma de muestras con el fin de comprobar “la eficacia de las medidas correctoras”. Sin embargo, los resultados “arrojaron presencia de microorganismos”.

Por ello, de manera “urgente”, una vez obtenidos los resultados de los recuentos microbiológicos, se comunicó al titular de la instalación esta circunstancia y se le solicitó el cierre cautelar y temporal de la piscina de magnesio, aunque el titular “se negó a proceder al cierre”.

En abril de este mismo año, “en vista de los resultados de los recuentos microbiológicos”, se realizó una nueva visita y se levantó acta de cierre cautelar y temporal en las instalaciones. En mayo, la inspección elabora un informe a la vista de las inspecciones previas y de los resultados de los análisis microbiológicos en el que se requiere a realizar un total de seis actuaciones con el fin de “subsanar las deficiencias observadas” y poder garantizar “la seguridad y la protección de la salud de los usuarios de las instalaciones”. Se concede entonces un plazo de un mes para realizar las actuaciones.

A finales de este mes se realiza una nueva inspección para instar a los titulares a cumplir con las medidas correctoras, que hasta la fecha “no se estaban llevando a cabo”, y se observa que “únicamente se ha realizado una actuación sobre el filtro del aljibe”.

A finales de junio otra inspección para comprobar si se estaban llevando a cabo las medidas correctoras y su efectividad. La conclusión de la inspección, recoge el informe, es que “no se puede comprobar” ya que la persona que atendió a la inspección “se negó a identificarse e indicó que desconocía si se estaban realizando”.

En una última visita el 21 de octubre, la inspección concluyó que se había incumplido de forma “casi total” los requerimientos de subsanación realizados, “habiendo incluso incumplido la empresa interesada sus propios compromisos”.

Y añade: “Y lo que es más grave y casi obvia lo anterior, presencia de patógenos en las instalaciones susceptibles de provocar grave enfermedad: microorganismos Legionella spp. y el serotipo pneumophila”.

Además, subraya que “no se ha realizado actuación alguna sobre el revestimiento del aljibe ni del vaso de compensación”, por lo que “continúan en el mismo estado” y, por esta razón, “no se puede asegurar la no proliferación de microrganismos”.

Por todo ello, se ordena “como medida especial sanitaria” el cierre cautelar del establecimiento “hasta que por parte de la autoridad sanitaria se comunique a los interesados la desaparición de la situación de riesgo actual por legionela”.

También se ordena a la Policía Local la aplicación y vigilancia en el cumplimiento de dicha orden. La propiedad tiene un plazo de 10 días hábiles, desde la recepción de la resolución, para realizar alegaciones.

El apoderado de la empresa que gestiona el balneario desde 2016, Javier Vázquez-Illa, señala que la presencia de legionela es normal y que los casos detectados en las duchas se dieron antes de 2016 y, de forma aislada, posteriormente, por lo que han decidido no volver a abrirlas, en declaraciones recogidas por Las Provincias. Asegura que sus análisis dan negativo y que son objeto de una persecución política tras denunciar al Ayuntamiento este año en los tribunales y para cambiar la concesionaria.

El alcalde de València, Joan Ribó, ha defendido este sábado el cierre cautelar del Balneario de la Alameda por una cuestión de “seguridad sanitaria”, ha indicado que se han producido “otros problemas” en este centro anteriormente que, a su juicio, no es “ejemplo de buena gestión”, y ha rechazado que la decisión se trate de una persecución política”.



Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_