Dos de los heridos en el festival Medusa, en el que el viento partió parte de las estructuras, presentan denuncias ante el juzgado

Dos de los heridos en la madrugada del sábado en el festival de música Medusa de Cullera (Valencia) han presentado denuncia ante el juzgado de instrucción número 4 de Sueca, que es el que investiga la muerte de un chico de 22 años tras la caída de parte de la estructura del escenario y de los accesos debido al viento. Ambos solicitan que se investiguen los hechos por si existiera una negligencia que conlleve un presunto delito de lesiones.

Un fenómeno llamado “reventón cálido” provocó en la noche del viernes al sábado fuertes rachas de viento en el recinto en el que se celebraba el festival y en el que concentraban unas 50.000 personas en esos momentos. Eran las cuatro de la madrugada cuando el aire lanzó por los aires parte lateral del escenario y tumbó los arcos de aluminio de los accesos, así como otros arcos que indicaban los servicios, entre otras estructuras. Una de ellas acabó con la vida de un chico procedente de Daimiel (Ciudad Real) y provocó heridas en otras 40 personas, de las que más de 30 fueron atendidas en hospitales valencianos. De estos, cinco continúan ingresados con diferentes fracturas. La herida de mayor gravedad es una joven de 19 años que presenta fractura en la columna vertebral y que se encuentra en la UCI del Hospital LaRibera, en Alzira.

Mientras, el juez, que este sábado abrió diligencias de investigación, ha enviado un oficio a la Agencia Española de Meteorología (Aemet) en el que solicita información y datos sobre las inclemencias registradas en Cullera aquella noche. El objetivo del juez es esclarecer si había algún tipo de aviso y o previsión de las rachas de viento que se dieron y si se decretó alguna alarma que aconsejara la suspensión del festival, que fue definitivamente cancelado tras el derrumbe las estructuras. Además, el juez ha pedido la documentación sobre el proyecto y las autorizaciones, así como una inspección de la ejecución del proyecto.

El Medusa registra anualmente más de 300.000 asistentes a lo largo de los cinco días de celebración. El sábado, unas 50.000 personas se encontraban en el recinto, según la Guardia Civil, que fueron desalojadas en apenas 40 minutos una vez se desató lo que algunos testigos describieron como “una especie de huracán de los cuatro elementos: viento, lluvia, arena y muchísimo calor”, tal como relató Jordi Mora, de 22 años, que se encontraba en el festival.

Durante la mañana de este sábado, la Generalitat habilitó un teléfono para atender a los familiares y afectados que recibió más de 500 llamadas. Tras la cancelación de los conciertos, la mayoría de asistentes optaron por abandonar el camping que la organización habilita cada año junto al recinto de conciertos. Los que se quedaron fueron realojados en un pabellón, donde han pasado la noche cerca de 400 personas, ante la posibilidad de que se repitieran fenómenos semejantes a los ocurridos en la madrugada del sábado. En la mañana de este domingo, según han informado fuentes municipales a Europa Press, solo quedaban la mitad de los asistentes gracias a los autobuses que la organización del festival ha habilitado para que los afectados puedan volver a sus localidades de origen. El Ayuntamiento ha ofrecido durante estas horas agua y comida.

Los autobuses comenzaron a salir este sábado y seguirán trabajando hasta el lunes, cuando se espera que todos los asistentes hayan podido regresar a sus casas. Así, está previsto que a las 18.00 horas de este domingo salgan los autobuses dirección San Sebastián, Pamplona y Bilbao y a las 21.00 horas saldrán los que se dirigen hacia Badajoz, Mérida, Cáceres y Madrid. Asimismo, este lunes saldrán a las 8.00 horas los autobuses con destino en A Coruña, Santiago de Compostela, Vigo, Lugo, Ourense, Zamora y Salamanca.