Ximo Puig remodela su Gobierno para “relanzar la Comunidad Valenciana” con los fondos europeos

“Relanzar la Comunidad Valenciana en un año decisivo”, dar “un nuevo impulso” a la acción de Gobierno con ayuda de los fondos europeos y “acelerar la transformación” del tejido productivo que simboliza la reciente elección de Sagunto como sede de la primera gigafactoría de Volkswagen en España y tercera en Europa. Estas son las ideas fuerza que ha expuesto este sábado el presidente valenciano, el socialista Ximo Puig, para explicar la remodelación más voluminosa acometida en sus siete años al frente de la Generalitat, en la que gobierna con el apoyo de sus socios Compromís y Unides Podem. Los cambios se producen a un año de los próximos comicios autonómicos, si bien Puig ha negado que este fuera el objetivo: “No es un cambio de gobierno para las elecciones; es para afrontar esta década de oportunidades”.

Puig ha tirado mano del segundo escalón, de recolocaciones y de una persona ajena al mundo de la política para la renovación. Ha cambiado a los titulares de cuatro consejerías de la cuota socialista del Consell. Hay tres caras nuevas. La más significativa es la incorporación de Rebeca Torró como nueva consejera de Política Territorial (con la cartera de obras públicas). Esta abogada ha sido clave como secretaria autonómica de Economía en la negociación con la multinacional alemana para su implantación en la ciudad valenciana con una inversión de 3.000 millones de euros (más 500 millones de Iberdrola para una nueva planta fotovoltaica que abastecerá la fábrica) y la creación de 3.000 puestos de trabajo directos. Puig se ha referido en varias ocasiones a este proyecto estratégico y transformador.

El nombramiento de Torró, que se hará oficialmente el lunes, como los demás, comporta el traslado de Arcadi España, la persona de mayor confianza de Puig, desde la Consejería de Política Territorial a la de Hacienda. Y a su vez, la salida del que era el titular de esta, el histórico dirigente socialista valenciano Vicent Soler, de 73 años. Puig ha justificado su decisión en la necesidad de “actualización” y en la bondad de los cambios, destacando que Soler ha logrado la aprobación “en tiempo y forma” de siete presupuestos seguidos con un Gobierno de coalición de izquierdas. También ha ponderado su labor pedagógica para dar a conocer que la Comunidad Valenciana es la peor financiada de España y para reclamar la reforma del sistema autonómico. No obstante, los gobiernos centrales, primero del PP y ahora del PSOE y Unidas Podemos, han postergado dicha reforma con el argumento de que no hay acuerdo entre los partidos ni entre las comunidades.

La mayor sorpresa de la remodelación ha sido la elección del médico, jefe de servicio del hospital Clínico y profesor universitario Miguel Mínguez como nuevo consejero de Sanidad. Puig ha destacado su conocimiento y experiencia en varios hospitales valencianos. Mínguez es una persona de confianza de Anna Lluch, reconocida investigadora valenciana y experta en el cáncer de mama, quien ha vuelto a declinar la oferta de integrarse en el Gobierno de la Generalitat, según fuentes sanitarias.

Sustituye en el cargo a Ana Barceló, que pasará a ser la portavoz del grupo parlamentario socialista en las Cortes valencianas. De hecho, Puig ha aprovechado la renuncia la pasada semana del anterior portavoz, Manolo Mata, para desencadenar la remodelación. Mata asumió hace unos meses la defensa como abogado penalista de Jaime Febrer, el principal empresario imputado en el caso Azud, que supuestamente afecta a antiguos miembros del PP y de PSPV. Tras levantarse parte del secreto del sumario, dejó el cargo. Puig no ha ocultado su sintonía con Barceló, que ha estado “al pie del cañón en el lugar más difícil durante toda la pandemia”.

Por último, la actual senadora territorial, exrectora de la Universidad de Alicante y exdirectora general de Universidades en la primera legislatura del llamado Govern del Botánic, Josefina Bueno, sustituye a la ilicitana Carolina Pascual, ingeniera de Telecomunicación, como consejera de Innovación y Universidades.

Estos cuatro cambios en la parte socialista tuvieron un precedente el miércoles en la cuota de Compromís. El consejero de Educación, Cultura y Deportes, Vicent Marzà, presentó por sorpresa su dimisión (seguirá como diputado autonómico) para dedicarse al partido con el fin de volver a reeditar un pacto progresista en las elecciones autonómicas, según afirmó. La que era secretaria autonómica de Cultura, Raquel Tamarit, también de Compromís, le sustituye.

De esta manera, el Gobierno valenciano quedará integrado por siete mujeres y cinco hombres, ha recordado Puig. El presidente ha zanjado así una semana de quinielas sobre sus intenciones. Finalmente, ha confiado en el segundo escalón de la Generalitat y de políticos socialistas con la incorporación inesperada de un médico, reconocido profesional en su campo, según fuentes sanitarias, pero sin repercusión mediática. Fue el único nombre de las incorporaciones que no trascendió el viernes. No ha habido ningún fichaje de los considerados estrella por su posible proyección social y mediática. A un año vista de unas elecciones, las posibilidades se reducen y las dificultades aumentan para enrolar a profesionales fuera del ámbito del partido.

Puig ha incidido en que el Gobierno “renovado” relanzará la Comunidad Valenciana “en un año decisivo”. El presidente valenciano ha defendido, sin “triunfalismos”, el trabajo de su Ejecutivo ante una situación “muy difícil” y ha esgrimido la mejora en todos los indicadores sociales y económicos desde que gobierna la izquierda, en 2015.