Walker Evans marca el camino artístico de la fotografía de estilo documental en una muestra en Valencia
El espacio Bombas Gens reúne 299 imágenes de 19 grandes nombres de la fotografía del siglo XX
Walker Evans (1903-1975) es uno de los grandes fotógrafos de la historia. Marcó el camino que después siguieron muchos creadores de lo que se suele llamar fotografía documental. Pero al estadounidense no le gustaba la expresión. No era precisa ni connotaba su carácter artístico. Prefería hablar de estilo documental, como explicó él mismo: “El término exacto debería ser estilo documental. Un ejemplo de documento literal sería la fotografía policial de un crimen. Un documento tiene una utilidad, mientras que el arte es realmente inútil. Así, el arte nunca es un documento, pero puede adoptar su estilo”.
Esta declaración de principios está impresa en una de las paredes de la gran exposición fotográfica Sculpting Reality. El estilo documental en la Colección Per Amor a l’Art, que se ha inaugurado este viernes en el centro privado Bombas Gens Centre d’Art de Valencia. Grande porque reúne 299 imágenes de 19 creadores, entre los cuales se encuentra el ya clásico Walker Evans y otros nombres importantes de la fotografía del siglo XX como Lee Friedlander , Manuel Álvarez Bravo, Garry Winogrand, Helen Levitt, Robert Frank o Louis Faurer. También se exhiben trabajos más actuales como los de Bleda y Rosa. Sandra Guimaraes, comisaria de la muestra, junto a Julia Castelló y Vicent Todolí, aludió a esa cita de Evans para explicar la idea que subyace en la selección.
Los fondos proceden de la colección que la Fundación Per Amor a l’Art, propietaria de Bombas Gens, ha ido reuniendo con el asesoramiento de Todolí, que fuera director artístico del IVAM en los inicios del museo, cuando se compró buena parte de su notable colección de fotografía. El también exdirector de la Tate Modern señaló en la presentación de la muestra que a Evans “no le interesaba la fotografía como técnica” pues quería que su obra fuera “arte, no artística”. “Él escribía con imágenes” y “demostró que la fotografía no necesitaba ser artística”, entendida como la imagen manipulada, porque ya “trascendía al sujeto y pasaba a ser arte”, agregó.
La exposición aspira tanto a reflejar la realidad como a reflexionar acerca de su veracidad, su puesta en escena o el concepto de serialidad en el arte. Esta forma de representar la realidad más pura y transparente evoluciona integrándose en la fotografía artística, avanzando hacia una serie de trabajos conceptuales que revisitan la idea de archivo. La exposición se podrá visitar hasta el 15 de mayo de 2022.
Entre 1973 y 1974, Lee Friedlander y Burt Wolf seleccionan 15 fotografías de cuatro autores que habían publicado en Double Elephant Press: Walker Evans, Manuel Álvarez Bravo, Garry Winogrand y el propio Friedlander. Estas imágenes están representadas en la exposición. “No se puede obviar que la fotografía documental se entendía en relación con el reportaje o fotoperiodismo y, en consecuencia, se mostraba habitualmente en periódicos y revistas”. Los autores del porfolio reflejan el inicio de este estilo documental y su influencia, pero también la necesidad de algunos por experimentar con este lenguaje. De modo que se entremezclan imágenes de de ciudades estadounidenses, reuniones sociales con Andy Warhol y Marilyn Monroe o la vida de la clase trabajadora, con poderosos retratos que se han convertidos en iconos, como el que Evans hizo del escritor James Agee.
“Esta exposición nos da otra oportunidad de compartir y de mostrar diferentes documentos gráficos de una realidad y de una historia que, como todas, está llena de matices, de puestas en escena que pueden mostrar lo que sucedió de forma más o menos real. Por lo que invitarán a la reflexión”, manifestó Susana Lloret, vicepresidenta de la Fundació Per Amor a l’Art.
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