Ir al contenido
_
_
_
_

El turismo en Barcelona sigue creciendo pese a las alertas de desaceleración del sector

Los Aeropuertos, los cruceros y la ocupación hotelera aumentan, pero baja el gasto y las pernoctaciones

Turistas frente a la Casa Batlló en el Paseo de Gràcia de Barcelona, junto a un bus turístico, este mes de agosto.
Josep Catà Figuls

En la relación entre turistas y ciudad las percepciones cuentan mucho, a veces incluso más que los datos oficiales. No es lo mismo vivir en La Rambla o cerca del Park Güell, que en zonas donde los viajeros no pasan a menos que se desorienten. Y no es lo mismo dedicarse a la hostelería y la restauración, donde el verano es una parte fundamental de la facturación anual, que estar lejos de estos sectores. En Barcelona, hoteleros, restauradores y comerciantes expresan que estos meses de verano no están siendo tan fuertes como en años anteriores: que hay una cierta moderación en cuanto a viajeros que llegan y, sobre todo, en cuanto al gasto que dejan. Pero, a falta de los datos oficiales de cierre de verano, de momento la mayoría de indicadores muestran que la actividad turística continúa creciendo, si bien en algunos aspectos no crece tanto como en los años anteriores —en los que el efecto de la recuperación tras la pandemia puede estar detrás del auge experimentado—. Las cifras son tozudas: todos los aeropuertos de Cataluña crecen en viajeros, el volumen de negocio del sector servicios, y en especial el de la hostelería, aumenta, y el número de turistas alojados en hoteles también crece, si bien es cierto que las estancias son un poco más cortas y que el gasto baja ligeramente.

Los comerciantes y restauradores de las zonas de más afluencia perciben un cierto bajón en la actividad. Elvira Garcia, directora general de Barcelona Oberta, que representa los 24 ejes comerciales de la ciudad que están más expuestos a la llegada de visitantes, explica que este verano sus socios se están quejando mucho: “Las ventas van a peor, si bien la afluencia pueda ser más o menos la misma. El lujo y la moda han quedado tocados, y la restauración también. Nos explican que la gente come en las habitaciones de los hoteles o en los apartamentos, que miran de ahorrar más”, apunta. Las razones de esto, según Garcia, pueden ser el calor que ha afectado a la ciudad este verano, o los precios más caros de vuelos y alojamientos en los últimos años, que obligan a mirar más el consumo. “Pero también es la sensación de inseguridad, que aleja al turismo más familiar”, asegura. Según una encuesta hecha a los socios de Barcleona Oberta, el 40% de ellos dicen que este verano hay menos gente y un 53% dice que las ventas han bajado.

Con todo, las llegadas de turistas siguen aumentando. Según las estadísticas de Aena, el aeropuerto de Barcelona, con 5,54 millones de pasajeros en julio, creció un 2,9% (un 4% en el acumulado del año), lo que sitúa al aeródromo barcelonés cerca de su límite, en pleno debate por la ampliación de la infraestructura. El de Girona, con 340.000 pasajeros en el séptimo mes del año, creció un 14% con respecto al mismo mes del año anterior (un 16% en el acumulado del año). Y el de Reus, con algo más de 222.400 pasajeros en julio, creció un 11,5% (un 12,3% en lo que va de año). En comparación con Madrid (+0,6% en julio, +2,6 en el año) o hasta con sitios más turísticos como Palma de Mallorca (-0,1% en julio, +1,7% en lo que va de año), el desarrollo de los aeropuertos catalanas han mostrado más actividad.

Los turistas también vienen por mar. Según el Puerto de Barcelona, sumando los cruceristas y los pasajeros de ferris, el total entre enero y julio ha sido de 3,07 millones de viajeros, un 8% más. Mirando concretamente los cruceros, la cifra de pasajeros que llegan en estos barcos que atracan en la ciudad fue de 2,15 millones de personas entre enero y julio, un 12% más que en el mismo periodo del año pasado. De estos, el puerto calcula que un millón de pasajeros (un 10,4% más) se baja del crucero para visitar la ciudad, mientras que el resto se queda en el barco esperando a que continúe el pasaje. A este ritmo, todo indica que este año superará el anterior. En 2024, el Puerto de Barcelona lideró el número de cruceristas en Europa, con 3,65 millones de pasajeros, justo en un momento en el que Barcelona plantea la reducción de terminales de cruceros.

El negocio relacionado con el turismo también va en aumento, si bien es cierto que el porcentaje de crecimiento no es tan elevado como en años anteriores, cuando se disparó por el efecto de la recuperación tras la pandemia. Según los datos publicados esta semana por el Instituto de Estadística de Cataluña (Idescat) el volumen de negocio del sector servicios en Cataluña creció un 5,8% en el mes de junio, el último con datos disponibles, y un 3,4% en el acumulado del año. Dentro del sector, el que más tirón muestra es el de la hostelería (+10,6% en junio, +7,6% en los primeros seis meses del año), mientras que el comercio creció un 6,5% en junio y un 3,2% en el acumulado del año. En comparación, el índice del volumen de negocio de la industria creció un 3,3% en junio y cayó un 0,1% en el acumulado del año. El turismo, un motor económico que representa un 14% del PIB de Cataluña, sigue creciendo.

En los datos de ocupación hotelera pernoctaciones y gasto es donde se ve una cierta desaceleración. Según el Instituto Nacional de Estadística, en julio Barcelona sumó 906.522 visitantes en hoteles, lo que significa un aumento del 5,58% con respecto al mismo mes del año pasado. Según el Gremio de Hoteles de Barcelona, la previsión es que en julio y agosto la ocupación hotelera sea del 85% de las plazas, similar a la del año pasado. “Hay que recordar que los meses de verano en la ciudad de Barcelona no se consideran temporada alta en cuanto a número de visitantes. La temporada alta es en primavera y otoño, cuando coincide con el punto álgido del calendario de congresos, lo que tiene que ver con la estrategia de promoción que desarrolla la ciudad desde hace años para tener un visitante de más calidad y una actividad con más retorno para Barcelona”, explican desde el Gremio. En septiembre empieza ya esta agenda congresual, y hasta final de año hay previstas 59 reuniones de diferente tipo.

Pero el tiempo medio de estancia en los hoteles en julio fue algo más bajo, pasando de los 2,64 días el año pasado a los 2,46 este año. En total, hubo en julio 2.234.092 pernoctaciones, un 1,3% menos que el mismo mes del año pasado. Es por este motivo que los precios de las habitaciones son este verano algo más bajos que el año pasado. El gasto medio diario de los turistas sin contar el alojamiento también ha caído un poco: según el Observatorio del Turismo de Barcelona, en julio fue de 99,23 euros, 6,65 euros menos que hace un año.

“Los que lo notan más también son los de La Rambla o la Plaça Reial, porque las obras hacen que no venga tanta gente”, dice. Garcia expresa que todos estos establecimientos necesitan que el verano vaya bien para poder continuar. “Necesitamos a los visitantes, porque con la gente local no llega, pero queremos hacer esfuerzos para recordar a la gente de Barcelona toda la oferta que tenemos. No bajan a Ciutat Vella”, explica. Preguntada por el temor de que el modelo pueda morir de éxito, Garcia dice que hay otras razones que explican que la gente de Barcelona no vaya a estos ejes: “Igual es un tema de movilidad, de que tardan mucho en venir, no encuentran parking, y para eso ya te vas fuera de la ciudad. Nos cuesta un poco valorarlo, pero tenemos una oferta gastronómica y cultural muy amplia, y los restaurantes necesitan clientela, si no, cerrarán”.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Josep Catà Figuls
Es redactor de Economía en EL PAÍS. Cubre información sobre empresas, relaciones laborales y desigualdades. Ha desarrollado su carrera en la redacción de Barcelona. Licenciado en Filología por la Universidad de Barcelona y Máster de Periodismo UAM - El País.
Rellena tu nombre y apellido para comentarcompletar datos

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_