‘Balandrau’: homenaje a los que se fueron 25 años después

La peor tormenta que ha azotado el Pirineo catalán en la historia, con ingredientes que jamás han vuelto a confluir, causó la muerte de nueve excursionistas barceloneses, de entre 27 y 50 años, el 30 de diciembre del año 2000. Inspirada en estos hechos reales y basada en la novela Les tres nits del torb i un cap d’any del meteorólogo Jordi Cruz, llega Balandrau, la ópera prima del director catalán Fernando Trullols, con guion de Danielle Schleif, que aborda la historia desde la ficción, con rigurosidad, sensibilidad y respeto. “Es un canto a la vida y un homenaje a los que se fueron”, dice el director y también “a la gesta de los bomberos para rescatarlos”. Este siniestro hizo cambiar los protocolos de actuación de los rescates de montaña y fue embrión del actual Grupo de Actuaciones Especiales (GRAE), de los Bomberos de la Generalitat.

Álvaro Cervantes, Bruna Cusí y Marc Martínez son algunos de los protagonistas principales de esta historia “de superación, amistad y amor”. El 30 de diciembre de 2000 un grupo de amigos se dispone a ascender el Balandrau (2.584m). El sol brilla hasta las 13.30 horas, en minutos y sin que fuera previsible, entra un torb, fenómeno meteorológico temido por los montañeros, que comporta una fuerte caída de temperaturas con sensación de -15ºC o -20ºC, y vientos de más de 140 km/h que levantan la nieve en remolinos. Una inclemencia que elimina cualquier referencia y causa hipotermia en minutos.

Estos actores encarnan a Josep Maria Vilà (Álvaro Cervantes) –el superviviente-, Mónica Gudayol (Bruna Cusí) -con quien se iba a casar en primavera y murió en sus brazos- y a Siscu Carola (Marc Martínez), fallecido en 2024 y el alma de los bomberos voluntarios de Camprodón, o como le define Trullols, “el Cruyff de la montaña, un hombre generoso, con carácter, que amaba la montaña y sabía leerla”. La admiración por el coordinador del rescate más complicado del Pirineo catalán ha hecho que le rindan pequeños y sentidos homenajes con la aparición a escena de su piolet y sus guantes. Serán los que protegerán las manos del superviviente antes de ser rescatado. El reparto se completa con Pep Ambrós, Francesc Garrido, Àgata Roca, Anna Moliner y Jan Buxaderas, entre otros.

El rodaje transcurrirá durante siete semanas en la Vall de Boí y Camprodón y en las estaciones de Vallter 2000, Boí Taüll y Port Ainné, gestionadas por Ferrocarriles de la Generalitat. Hay secuencias en Sant Pau de Segúries, donde un centro de yoga se transforma en parque de bomberos y otras se rodarán en un plató en Barcelona. Para recrear de forma meticulosa las secuencias más impactantes han contado con la colaboración y asesoramiento de expertos que participaron en el rescate real. Entre ellos Jacint la Pedra, uno de los voluntarios del parque de Camprodón que la noche del día 30 fue a la montaña a buscar a los dos únicos perdidos de los que tenían constancia en el momento. También Miguel Ángel Peremiquel, rescatador de los Pompièrs d’Aran, y Jordi Tortras, entonces coordinador de los helicópteros de los bomberos y piloto del Bölkow 02 amarillo que estos días ha vuelto a la montaña a simular el rescate. La falta de nieve ha obligado a rodar en Boí.

Para el productor del film y director del documental Balandrau, infern glaçat (2021), Guille Cascante, “era el proyecto ideal” para la aparición como director de Fernando Trullols “por su sensibilidad y vitalidad increíbles y una trayectoria de más de 25 películas como ayudante de dirección”. El cineasta, que a los 19 años ya fue asistente de Berlanga y ha ganado un Goya con un corto de ficción, recibió el guion hace unos tres años. Lo principal era saber desde qué punto narraría los hechos. “Quise hablar con las familias de todas las víctimas y con los rescatadores porque es una gran responsabilidad. Hay quien siente mucho dolor, por ello es muy importante acercarse a la película con respeto y cariño”, sostiene.

Balandrau hará conocer mejor a los personajes. “Nos pondremos en su piel, viajaremos con ellos y ojalá pueda enseñar lo que toda esta gente nos está enseñando a nosotros a los espectadores”, dice el director, que reconoce: “Me ha cambiado la vida conocer a estos bomberos, son otra raza, gente humilde, prudente, valiente…”. El cineasta, a quien la esencia de esta película apasiona y estremece, dice estar “concentrado en la única misión de ser un buen enlace entre esta gente y los espectadores. Es un regalo, mi motor”. La define como un aprendizaje increíble sobre “no tener miedo, no rendirme, la recibimos con honor y privilegio”.

“El film habla de querer vivir y de la vida, muestra sus contradicciones, como lo bonita y fatídica que será la nieve”, detalla el director, que evita en todo momento el verbo morir. “Encuentro a gente que vive con dolor la pérdida porque los que se fueron eran gente excepcional, descubro que eran gente de luz”, explica. Afirma que “va de encender la luz, de gente que estaba conectada a la vida, que disfrutaba de la naturaleza, que era libre en el mejor de los sentidos y deja un legado en sus hijos, en Josep Maria, que perdura”.

“A nivel técnico es una película muy compleja, con 50 actores principales y más de 500 figurantes”, especifica Trullols. En perfecta sintonía con su director y amigo, Marc Martínez, imbuido del espíritu de Siscu, destaca que “la montaña no es solo un lugar físico donde pasan las cosas, es un personaje importantísimo, todo el respeto hacia ella”, y apostilla que “la ficción permite tomarse ciertas licencias para conseguir que el espectador viva lo que vivieron ellos”.

Lastor Media (Mediterráneo), Vilaüt Films (Alcarràs), Goroka Contents (Crims, Tor), Balandrau Films AIE y 3cat presentan esta película, en catalán, que llegará a los cines de la mano de Filmax. Trullols espera “que pueda ser en fin de año, cuando se cumplen los 25 años, una fecha única”.