Junqueras y Godàs se lanzan a buscar votos para liderar ERC más allá de la candidatura descartada en la primera vuelta

Los 824 votos de Foc Nou, la lista que ha quedado fuera de la segunda vuelta para elegir la dirección de Esquerra Republicana, podrían ser decisivos a la hora de decantar la balanza en la votación final del próximo día 14 de diciembre. De ahí que la lista de Oriol Junqueras (Militància Decidim), que se impuso el sábado con 3.125 votos, y la segunda, que encabeza Xavier Godàs (Nova Esquerra Nacional, y cosechó 2.308, hayan mostrado este domingo interés en pactar alianzas. Ambas, sin embargo, han evitado una imagen de dependencia hacia el apoyo de Foc Nou y han abierto el foco a otras posibilidades de sumar, especialmente buscando apoyo de los abstencionistas. El número dos de la candidatura descabalgada, el exconsejero Alfred Bosch, ha recordado que será una asamblea la que tome la decisión final y ha pedido tener en cuenta sus propuestas, como la de convocar una nueva consulta sobre el pacto de investidura suscrito con Salvador Illa (PSC).

El propio Godàs y la candidata a número dos de Junqueras, Elisenda Alamany, se han querido mostrar, en sendas entrevistas a RAC-1, como los más cercanos a los planteamientos de Foc Nou. “Tenemos 15 días para ensanchar la voluntad de cambio”, ha pedido el líder de Nova Esquerra Catalana, la candidatura donde han recalado los cercanos a los planteamientos de renovación de caras defendidos por Marta Rovira. Alamany, por su parte, se ha esmerado en mostrar que a Militància Decidim y a Foc Nou les une la apuesta por una comisión externa que investigue cómo se gestaron y quién es el responsable del ataque de falsa bandera mofándose de los hermanos Maragall.

“Le diría a todo el mundo que deje de especular y le pongo deberes a unos y otros. Quiero ver qué piensan de nuestro programa y del Plan Foc Nou para alcanzar la república catalana”, les ha respondido Bosch. Durante la campaña, la candidatura sorpresa del congreso republicano (aumentó su apoyo 75% entre los avales y los votos) ha puesto el foco en enmendar lo que considera una política de pactos “sistemática” con el PSC y pide exigencia máxima con lo ya acordado. “Conviene entender la autonomía y el autogobierno como oportunidad, con sus limitaciones y contradicciones al servicio del país”, dice su programa para la carrera por la dirección de ERC, aunque aboga por “no renunciar de manera apriorística a la vía unilateral para lograr la independencia”.

Entre las propuestas de la candidatura descartado incluso hay la de volver a someter a votación de la militancia el acuerdo cerrado en julio pasado para darle la presidencia de la Generalitat al PSC a cambio de la financiación singular. Preguntado Godàs sobre si está de acuerdo con esta condición, el líder de Nova Esquerra Nacional se mostró abierto a discutir sobre la política de alianzas. “Los pactos se cuestionan si no se concretan; la pregunta clave aquí es si lo acordado va o no va”, ha asegurado. Junqueras también ha mostrado estar más por la exigencia que por la ruptura.

Foc Nou también aboga por condicionar futuras investiduras en el Congreso a la celebración de un referéndum de independencia y sostiene que allí hay que pactar unidad de acción con Junts, uno de los puntos más problemáticos en el pasado y que ha dinamitado la entente independentista. Otra de sus líneas rojas de cara a un pacto es que se ha de separar la vida orgánica del partido de los cargos institucionales, algo que iría en contra de los planes de Junqueras [ser candidato a la Generalitat] si finalmente es amnistiado. Godàs también defiende ese mismo planteamiento, lo cual también los acercaría.

Lo cierto es que las dos listas que pasan a la segunda vuelta saben que todo está abierto y prefieren ampliar el foco más allá de la bolsa de votantes que apoyó a Foc Nou. El resultado de la asamblea que celebre esa candidatura, a finales de semana, es tan incierta como los movimientos que hagan sus votantes. De ahí que se mire también cómo llegar a los 244 que votaron en blanco (posiblemente alineados con la precandidatura que no superó la fase de avales)

La participación el sábado alcanzó un histórico 81% (6.533 de 8.030 afiliados) y los casi 1.500 militantes que no participaron son otro sector al que las listas de Junqueras y Godàs quieren interpelar. Una de las dudas del día 14 es si semejante movilización, que claramente benefició a los detractores del exvicepresident se repita. Alamany, parapetada sobre el triunfo en primera vuelta de la lista que comparte con Junqueras ha asegurado que hablará con “con todos” y se ve como quien debe liderar las negociaciones para pactar.

Godàs, por su parte, ha explicado en la radio catalana que incluso aspira a pescar apoyos entre quienes votaron a Junqueras el pasado sábado. “Hace ocho semanas nadie veía ni la posibilidad de que llegáramos donde estamos”, ha dicho tras recordar que inicialmente se le criticara que era un gran desconocido en la política catalana. Y ha defendido que su resultado, combinado con la victoria insuficiente del exvicepresident, aporta verosimilitud a que hay una alternativa.