Leticia Martín, directora del Grec: “El festival ha de hacer regalos para el alma”
La nueva responsable de la gran cita barcelonesa de las artes escénicas apuesta por darle la máxima personalidad propia y por la calidad
La nueva directora del festival Grec de Barcelona, la granadina de 46 años Leticia Martín, que asumió oficialmente el cargo el 1 de septiembre en sustitución de Cesc Casadesús, ha explicado hoy en un encuentro con la prensa sus ideas acerca de la gran cita barcelonesa de las artes escénicas en verano. Martín, programadora y productora cultural que ha estado vinculada a los Teatros del Canal de Madrid y al Gran Teatro del Liceo, donde ha sido adjunta a la dirección artística, no ha avanzado programación (para la que habrá que esperar a la primavera), pero sí ha proporcionado elementos para conocer por qué parámetros conceptuales se va a mover el festival bajo su dirección. Como suele ocurrir en estos casos, lo más interesante ha sido cuando Martin se ha soltado y ha expresado con sentimiento cuál considera que ha de ser el meollo de su Grec: “El Grec ha de hacer regalos para el alma”, ha señalado tras pasar revista a numerosos temas relacionados con el encaje de la cita en el ecosistema artístico, su relación con la temporada teatral, el formato del festival o su presupuesto.
“El Grec tiene que ofrecer espectáculos que marquen hitos en la memoria de la gente, espectáculos que produzcan emoción y queden en el recuerdo”, ha considerado Martín. Al respecto, se ha referido a “los grandes espectáculos que hemos visto históricamente en el Grec, que no se nos borran de la memoria y que incluso nos han podido marcar un camino”. Y ha resumido: “La ilusión es esta, encontrar cosas que muevan a la gente a emocionarse y permanezcan anclados en sus recuerdos”. Bajo esta hermosa y apasionante idea ha echado a andar el “Grec Leticia” como se le bautiza oficiosamente (ella misma lo ha mencionado) tras el “Grec Casadesús” de los últimos 8 años y que se extenderá a lo largo de cinco.
Varias diferencias de entrada entre ellos: Martín no ha considerado necesario hablar en ningún momento de presencia femenina ni de paridad como le tocaba hacer a su antecesor (podría decirse que ahora ça va de soi, se da por descontado, y de hecho el equipo de nueva directora está formado esencialmente por mujeres). Y ha decidido que el festival no tendrá una línea concreta, un hilo conductor, un tema central o leit motiv (símil pertinentemente operístico) como sucedió con el concepto del viaje que impregnó las ediciones de Casadesús. “El propio festival es el leit motiv, lo que trataremos es de fortalecer la idea de festival, la sensación Grec, dándole la máxima personalidad propia”. La apuesta máxima, ha recalcado Martín, y el reto, es, junto a la diversidad, la calidad de los espectáculos, que ha de ser “indiscutible”, en contraste con otras épocas en que se quiso priorizar el contenido social de las propuestas, aun a costa de que ello pudiera mermar su excelencia artística. Eso no quiere decir que la directora no considere fundamental “el compromiso con la sociedad, sus inquietudes actuales y su diversidad”.
Leticia Martín ha estado acompañada por el concejal de Cultura Xavier Marcé, factótum de la política cultural del gobierno del alcalde Jaume Collboni, que ha recordado el currículo de la nueva directora y cómo este, ha considerado, la acredita para el cargo. El nombramiento de Martín provocó cierto estupor en el sector teatral barcelonés al no ser una persona estrictamente del milieu. Marcé ha zanjado que la relación de Leticia Martín con el Liceo, “que le ha proporcionado un contacto muy amplio con otros escenarios y donde ha tocado muchos palos”, es “un buen punto de partida para dirigir el Grec”. Núria Ramis, ex asistente de dirección artística del Lliure, ha sido nombrada adjunta a la dirección del festival.
¿Qué le pedimos al Grec?”, se ha preguntado Marcé. “Que reafirme su condición de festival, que ofrezca una programación variada y ecléctica, con incluso hibridaciones y experimentos; y que mantenga una relación amplia con los operadores culturales de la ciudad”. El concejal señaló, no obstante, que le preocupa la distinción entre el festival montaña y el festival ciudad, un encaje entre la programación nuclear del Grec y la suma de los teatros privados y sus lógicas propias que, ha recordado, siempre ha sido complejo en la historia del festival. Al respecto, ha comparado los 140 espectáculos que llegó a tener el Grec de Xavier Albertí en comparación con los 80 del último de Casadesús, una dimensión que es la que se quiere mantener. El nuevo Grec va a continuar, ha dicho Marcé, con la actividad musical, siempre en la consideración de que ha de ofrecer cosas que sorprendan y no actuaciones del corte de lo que ya programan otros. El concejal ha reflexionado que el Grec tiene que ofrecer “perlas”, espectáculos “con cierta singularidad”. En cualquier caso, Marcé ha querido precisar que Leticia Martín “tiene toda la libertad del mundo para programar”, y ha recalcado: “En esta casa no se imponen directrices, damos indicaciones pero sin interferir”.
Se ha referido el concejal a algo que es motivo de preocupación habitual que es el espectáculo inaugural del festival. “Cómo enfocar el maldito día de la inauguración”, ha dicho en su característico lenguaje directo. “Le hemos hecho una observación en ese aspecto de que el de la inauguración es un falso público, con una mayoría de invitados y en el que se dan cita intereses y gustos muy diversos; es una ocasión en la que todos opinamos y le he dicho a la directora que se lo piense bien”. Marcé ha señalado que todas las recomendaciones y consideraciones que le han hecho a Martín son “de sentido común”. Martín ha avanzado que la idea es que el espectáculo inaugural sea algo para todos los públicos.
La directora, que ha subrayado lo cómoda que le ha sido la transición de manos de Casadesús, ha explicado que tiene la programación “avanzada pero no cerrada” y ha pasado a hablar de qué puede aportar ella al Grec. Ha recordado que viene de un pasado “muy transversal” (historiadora del arte, musicóloga, productora, gestora) y que incluso dirigió una compañía de teatro alternativo en 2000. Ha dicho que en Barcelona lleva diez años ya y ha sido “público de todo” antes de afrontar el reto de programar el festival de verano de la ciudad. “En la programación no habrá ningún cambio muy trascendente”, ha continuado, “el festival tiene que tener una perspectiva amplia, ser para todos, y llegar a todos los ciudadanos, incluso a los que aun no saben que el festival existe”.
“Los diferentes lenguajes artísticos han de estar presentes en el Grec”, ha considerado la directora, “y los contemporáneos, sin duda, siempre todo con el sello de la calidad”. Ha añadido que “lo más contemporáneo y radical puede convivir en la programación con propuestas más convencionales, para público más general, en un amplio abanico, pero todo con calidad indiscutible”. Ha reflexionado que el Grec” significa diferentes cosas para cada uno, una noche en los jardines, un artista que te interesaba y te dejó huella, danza butoh…; de lo que se trata es de que todo el mundo tenga la oportunidad de ver algo interesante, que te despierte la curiosidad y te incite a seguir probando”. La directora ha reflexionado sobre la dificultad de conseguir público visitante de la ciudad para el Grec pero lo ha visto como algo a lograr, al igual que el incremento de espectadores jóvenes.
En cuanto a la lírica, Martín ha reflexionado que no quiere verla como una obligación, “pero la llevo en mi ADN así que aparecerá, aunque no con un peso específico”. El teatro, que algunos consideran que se ha diluido desde los primeros Grecs, es un elemento más, ha apuntado, de un festival que incluye otros lenguajes. “El Grec es un festival de artes escénicas y el teatro no va a aumentar su importancia en él”. Marcé ha matizado que en Barcelona hay en la actualidad muchísimo más teatro del que había cuando empezó el Grec.
El Grec 2025 , que continuará su colaboración con museos y con las salas de pequeño formato, y promoviendo en todos los planos a los talentos locales, contará con el mismo presupuesto que el pasado, 3,5 millones de euros de aportación municipal y no crecerá en espectáculos. Marcé se ha preguntado si vista la importancia de las coproducciones en el festival no debería entenderse que el Grec se prolonga mientras estas estén en cartel, y quizá, ha sugerido, se deberían sumar los espectadores de esos espectáculos a los del festival. “Sea como sea, verlo así da otra dimensión al Grec”, ha considerado.
Hay la percepción extendida de que Temporada Alta de alguna manera gana la partida en presencia internacional de grandes nombres. Marcé y Martín han señalado que Temporada tiene la cronología a su favor y el mantener al mismo director, Salvador Sunyer, al frente desde el principio, con todas las complicidades que eso supone. Han destacado que en todo caso la relación es muy buena. El concejal ha reflexionado que el de Girona es un festival que quizá no funcionaría tan bien en una ciudad como Barcelona donde hay muchas presiones, y ha avanzado que pronto se anunciará “una complicidad” entre ambas citas.
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