Junqueras y Godàs evitan el cuerpo a cuerpo en el único debate de los candidatos a liderar ERC
El ‘exvicepresident’, que muestra su perfil más conciliador, evita revelar qué votó en la consulta sobre la investidura de Illa
El único debate entre los tres candidatos a liderar Esquerra quedó reducido este martes prácticamente a un intercambio de discursos, de guante blanco, entre los representantes de las dos listas con más opciones, Oriol Junqueras (Militància Decidim) y Xavier Godàs (Nova Esquerra Nacional). Ni los ataques frontales de la otra aspirante, Helena Solà (Foc Nou), hacia sus dos rivales lograron dinamitar una evidente apuesta por mantener un tono contenido. La polémica sobre los carteles de los Maragall y los pactos con el PSC coparon el encuentro en el que Junqueras volvió a evitar revelar qué votó en la consulta interna sobre la investidura de Salvador Illa.
El camino al Congreso republicano de este sábado, derivado por la crisis del partido que explotó en junio tras los malos resultados electorales, ha estado lleno de ataques y reproches de lado y lado. Una lucha fratricida que ha tenido como centro el fin del tándem entre Junqueras y su ex número dos Marta Rovira. Esa tensión, sin embargo, no apareció en el debate, marcado por los llamamientos de todas las partes a sumar tras la votación.
Pese Nova Esquerra Nacional tiene como principal reclamo la necesidad de cambiar las caras de la cúpula para afrontar la nueva etapa política, Godàs evitó ponerla sobre la mesa de manera directa. Fue Solà la que cuestionó directamente la continuidad de Junqueras al frente de la formación, justo en el momento en que el exvicepresident pedía un partido que “abrazara payeses”. “Te admiro y te aprecio, pero has sido presidente durante 13 años. Estos hechos [en referencia al escándalo de los ataques de falsa bandera y la caída electoral] han pasado cuando has sido presidente”, le espetó.
Godàs aprovechó la brecha abierta en el tono del debate para intentar sin éxito y sin insistir en que Junqueras revelara qué había votado en la consulta de Illa. Y aprovechó para criticarle que su tono y propuesta fueran más propias de un candidato a presidente de la Generalitat y no a un líder de partido. “Me siento responsable [de lo sucedido] cuando he estado en plenitud [del cargo]. Me siento mensos responsable de las cosas cuando eso no ha sido posible. Tenemos que ser capaces de coser, porque nadie sobra”, espetó Junqueras.
Ahí llegó el único momento con algo descriptible como tensión. A las críticas por no querer revelar el sentido del voto en la consulta e interpretarlo como una muestra de mal liderazgo, Junqueras optó por volver al terreno de lo personal. “Espero que no estés cuatro años en la prisión”, aseguró para después recibir muestras de reconocimiento por aceptar la responsabilidad penal de la celebración del referéndum del 1-O. En otros momentos, el aspirante a repetir en la presidencia también lanzó algunos dardos contra el anterior Govern, encabezado por Pere Aragonès, criticando la universalidad del cheque escolar.
El exvicepresident y Solà también se unieron en varias ocasiones para echarle en cara a Godàs, cuya candidatura apoyan Marta Rovira y Pere Aragonès, el escándalo de los carteles. Godàs respondió asegurando que confiaba en los instrumentos de control interno de ERC, a los que pidió celeridad en su investigación, y afeó a Junqueras que no confiara en unas estructuras que se pusieron en marcha durante su presidencia. Solà, aprovechando que su candidatura no tiene ningún representante en la actual dirección, se erigió como la verdadera garantía de que se llegue al fondo de los hechos y hasta puso como su primera labor si es elegida “pedir perdón” por el escándalo.
Ante la apuesta de Junqueras por querer mostrarse como un presidenciable y emplearse en reflexionar sobre temas como la vivienda o la crisis derivada de la sequía, Godàs intentó centrar el tiro en la necesidad de que ERC centre su discurso en el marco de la izquierda y el independentismo. Solà, de nuevo, jugó la carta de ser la outsider y enseñó un cartel mostrando la curva de caída de votos de los republicanos en el último ciclo electoral. “Cuando hemos aparcado la independencia hemos empezado a perder voto”, afirmó.
La candidata de Foc Nou aprovechó también para marcar territorio en otro de los temas que ha centrado la reflexión sobre el futuro de ERC: los pactos con los socialistas. “No habrá más investidura en el Congreso de los Diputados a menos que haya una votación sobre el referéndum”, aseguró, rescatado así la senda más posibilista defendida por el partido tras el 2017. Junqueras y Godàs, por su parte, centraron su propuesta en la necesidad de que se cumplan los compromisos ya adquiridos y amenazar con que caigan Ejecutivos si eso no sucede.
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