Comunes y ERC dan aire a Collboni con la aprobación inicial de las ordenanzas fiscales de Barcelona

El gobierno del alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, ha superado este miércoles el primer trámite de sus ordenanzas fiscales (la aprobación inicial) con los votos de los comunes y ERC. Junts, PP y Vox han votado en contra. Los dos grupos que han apoyado el proyecto han advertido al teniente de alcalde de Economía, Jordi Valls, de que su sí de esta votación no comporta un aval definitivo a la propuesta de impuestos municipales ni al presupuesto, expedientes que continúan supeditando a la aceptación de contrapartidas. Las ordenanzas contemplan subir el IBI a los hoteles de lujo y a instalaciones como las terminales de cruceros, cuadruplican lo que los autocares turísticos pagan por aparcar y congela los impuestos a la ciudadanía.

La votación de este miércoles dibuja un panorama político muy distinto de hace un año, cuando tanto comunes como ERC dieron portazo a unas ordenanzas que, como ahora, se centraban en apretar la presión sobre actividades económicas vinculadas al turismo. Además, el gobierno municipal se vio obligado a retirar el presupuesto para evitar que se lo tumbaran. Un año después, tanto en el Ayuntamiento como en la Generalitat las relaciones entre PSC y los otros dos partidos de izquierdas son de diálogo en vistas al presupuesto. Con cautela, eso sí, porque los socialistas aguardan al desenlace de los congresos de republicanos y comunes y la estrategia por la que opten sus futuros líderes.

Valls ha agradecido un clima de “generación de confianza” tanto a Janet Sanz (comunes) como a Jordi Castellana (ERC) sus votos, justo lo que hace un año lamentó que no existía. En la negociación con los comunes ha sido determinante la aceptación del gobierno municipal de la petición de que Barcelona inicie los trámites para regular los alquileres de temporada, incremente el IBI de los hoteles de lujo o se elabore una propuesta sobre el cierre de terminales de cruceros y se congelen las tarifas del transporte público. En el caso de los republicanos, la principal demanda era incrementar el tramo local de la tasa turística, una cuestión que depende del Parlament pero sobre la que el president Salvador Illa se ha mostrado favorable. Pero ni unos ni otros se conforman. Sanz exige una subida superior a la prevista para los hoteles de mayor valor catastral y doblar el precio que los turistas pagan por entrar en el Park Güell. Castellana ha recordado que en su lista de peticiones también figura ampliar la recogida de basura puerta a puerta.

Con todo Sanz ha celebrado la aceptación por parte del PSC de cuestiones que “frenan la deriva elitista y el alejamiento de los barrios”. Castellana, a su turno, ha pedido “concreción” en las cuestiones en las que hay acercamientos.

Por Junts, el concejal Ramon Tremosa, ha reprochado a Valls que les hayan facilitado el expediente, “de 263 páginas, tarde y mal” y ha recordado el cambio de escenario respecto al año pasado. “El año pasado pactamos con ustedes, ahora asistimos a la construcción de un tripartito”, ha considerado y ha pedido de nuevo, como el año pasado, una caída del 2% del Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI).

Por parte del PP, la concejal Àngels Estellés ha advertido al Gobierno municipal de que con sus ordenanzas y la “presión fiscal asfixiante ahoga a la ciudadanía de Barcelona” y ha reprochado que llegue a acuerdos con los comunes, que “son insaciables”. “Podrían bajar los impuestos ahora que la economía va bien”, ha dicho en referencia al Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI), que los populares reiteradamente piden rebajar y suelen comparar con Madrid, donde aseguran que es más bajo.

Gonzalo de Oro Pulido, de Vox, ha calificado a Valls de “abusón de cole”, por haberle facilitado la documentación del expediente este mismo miércoles. “Nosotros tenemos que recibir la información el miso día a la misma hora que el resto de grupos, ustedes que hablan tanto de ética, tengan ética”.