La oposición en el Parlament se muestra escéptica ante las propuestas de vivienda de Salvador Illa

El president Salvador Illa ha apostado por usar la vitrina del Debate de Política General para realizar uno de los anuncios estrellas de la legislatura: un nuevo programa de vivienda pública para construir 50.000 pisos hasta 2030, con una inversión que ascenderá a los 4.400 millones de euros al final de su mandato. La oposición ha recibido este martes el anuncio con altas dosis de escepticismo, aunque con acentos diferentes. ERC y los comunes han defendido la copaternidad de la propuesta, al venir de los sendos acuerdos de investidura, pero denuncian falta de concreción. Junts per Catalunya, por su parte, ha contrapropuesto movilizar 3.000 solares disponibles de la Sareb. El PP cree que, una vez más, el Ejecutivo socialista muestra que sus ideas son las de los “separatistas”.

Junts, el segundo grupo de la Cámara, ha asegurado que el anuncio hecho por Illa se suma a una pila de promesas que siguen sin cumplirse. “Condiciones de cumplimiento es lo que nos falta, de promesas tenemos para repartir”, ha asegurado la portavoz de la formación, Mònica Sales. Para los de Carles Puigdemont, el Gobierno socialista no tiene credibilidad y ha pedido apertura de miras para evaluar las propuestas de resolución que hará su formación. “Esperemos que no se descarten solo porque vienen de Junts”, ha dicho.

Sales ha adelantado que su grupo propondrá, en el tema de vivienda, que se ponga a disposición de los municipios el suelo residencial de titularidad de la Sareb para construir allí pisos de alquiler asequible. Se trata de 3.000 solares que están entre los activos del llamado “banco malo”. La portavoz no ha querido adelantar más detalles, pero según la página web de la entidad, el reparto de esos solares no casaría inicialmente con la demanda de vivienda. Mientras que en la capital catalana hay 52 solares, en L’Hospitalet no hay ninguno. Por otro lado, en Berga (Barcelona), hay 11. Junts también ha afeado a Illa que hable de normalidad cuando dos escaños siguen vacíos en el hemiciclo, los que corresponden a Carles Puigdemont y Lluís Puig.

El escepticismo también fue la nota común en Esquerra Republicana y los comunes, si bien con acentos distintos. Los dos partidos que hicieron posible la investidura de Illa han querido reivindicar la autoría de la propuesta presentada por Illa, pues en sus respectivos pactos ambos ponían la meta de las 50.000 viviendas de más. “La música suena bien, faltará por ver la partitura. De dónde vendrán los recursos, si son propios, cuánto es de crédito y el papel de los privados”, ha explicado el portavoz de comunes Sumar, David Cid.

Los comunes, como los republicanos, también han criticado que Illa hiciera referencia a la ampliación del aeropuerto, algo que para ambas formaciones es una línea roja. Para Cid, “la prueba del algodón” vendrá en qué vote el PSC en las propuestas de resolución y en el contenido del borrador de los Presupuestos del próximo año. La portavoz de ERC, Marta Vilalta, de hecho ha descartado que los anuncios en vivienda de Illa -dedicar 4.400 millones de euros hasta el final de su mandato- les comprometa a votar las cuentas del año que viene. La republicana, que ha compartido con Junts la idea de que Illa actúa como un delegado del Govern, ha pedido al jefe del Goven que “aterrice los compromisos”. “No basta con la mano extendida y las palabras amables”, ha apostillado.

El PP, por su parte, ha lamentado que Junts haga un “corta y pega de ERC” en las propuestas de vivienda. “No vemos ningún planteamiento nuevo. Ninguna novedad”, ha asegurado el portavoz popular Juan Fernández Benítez. El cuarto partido de la Cámara también ha cargado contra Illa, al asegurar que sus referencias al modelo singular de financiación “confronta territorios”. El PP no presentará ninguna propuesta de resolución sobre este tema pues cree que antes de pedir más dinero, se tiene que hacer una auditoria interna sobre el gasto de la Generalitat

El presidente del grupo del PSC – Units, Ferran Pedret, le ha respondido a Benítez que todos los presidentes autonómicos de su partido consideran que es necesario cambiar el actual sistema. Pedret ha adelantado que una de sus propuestas de resolución, que de ser aprobadas son mandatos de la Cámara, versará sobre el modelo de financiación autonómica y su contenido se ceñirá al texto de los acuerdos de investidura.

Desde la CUP, la diputada Pilar Castillejos ha criticado la falta de concreción en algunos aspectos. “Ha hablado más de colaboración público-privada que no de garantíasde derechos”, ha lamentado. Todas las formaciones políticas, menos Aliança Catalana, han valorado la intervención de Illa. El grupo partido de Sílvia Orriols, con solo dos escaños, sistemáticamente se abstiene de participar en las diferentes reuniones y comisiones de la Cámara.