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El sector turístico de Girona pide “hacer frente a la turismofobia”

La Federación de Hostelería y Turismo de las Comarcas de Girona celebra un acto para reivindicar el tejido empresarial

Josep Catà Figuls
Turismo
Un camarero sirve a unos turistas en la Costa Brava, en una imagen del pasado verano.David Borrat (EFE)

Los representantes de los hoteles, campings, restaurantes, hostales y demás empresas que se dedican al turismo en la provincia de Girona se han reunido este lunes en el castillo de Biart —en el municipio gerundense de Masarac i Vilamadal—, en el tradicional encuentro para celebrar el Dia Mundial del Turismo, poner punto y final a la temporada de verano, hacer balance y fijar objetivos para el futuro. Una de las cuestiones que preocupa es el rechazo de parte de la sociedad ante el crecimiento de este sector, que deriva en actos de “turismofobia”, según han expresado algunos de los ponentes de la jornada. “El turismo es el negocio de la felicidad. Del turismo se benefician muchos otros sectores”, ha resumido Antoni Escudero, presidente de la Federación de Hostelería y Turismo de las Comarcas de Girona, plataforma que organiza el encuentro y representa a 11 asociaciones del sector, a 1.700 empresas y a 7.500 establecimientos turísticos.

En el acto, que ha reunido a unas 700 personas, el sector se ha reivindicado en un año de recuperación para el turismo de Girona con respecto a la pandemia, pero aún con retos por delante. El sector ha registrado una vuelta a la normalidad en las pernoctaciones tras la crisis de la covid-19, y destaca la actividad del aeropuerto de Girona, que entre enero y agosto ha tenido más de 900.000 pasajeros (un 13% más que el mismo periodo del año anterior). Con todo, Escudero ha recordado que el fin de la pandemia también conlleva retos: “Hemos perdido un 15% del turismo catalán y español, que han vuelto a ir al extranjero. Tenemos mucha competencia, y solo podemos librar el combate con políticas de promoción”, ha expresado.

El “crecimiento exponencial del turismo”, ha reconocido, también viene acompañado de efectos no deseados, como los problemas de convivencia o las dificultades para acceder a la vivienda. “La raíz del problema no está en los hoteles, los campings o las casas rurales. El problema es la falta de control homogéneo en todo el sector. Las empresas tienen que cumplir los mismos requisitos, porque sino se genera competencia desleal. Pedimos que el Gobierno sea contundente en aplicar la ley igual para todos”, ha reclamado, en velada referencia a la actividad de los pisos turísticos.

Este verano el sector ha visto cómo una parte de la sociedad mostraba su rechazo al turismo en manifestaciones, especialmente en la de Barcelona el pasado mes de julio. El delegado del Gobierno en Girona, Xavier Guitart, ha afirmado que “la turismofobia es una lacra vergonzosa y un atentado injustificado contra un sector levantado con mucho esfuerzo y al que todos debemos mucho”. También se ha sumado a ello el presidente del Parlament, Josep Rull, que ha concluido los parlamentos alabando el papel de la federación y de su presidente: “El señor Escudero representa como pocos el sueño catalán, una persona que viene de Albacete y decide que esta sea su tierra y decide sumar”. “El turismo es una expresión de éxito, fortalece la autoestima, y esto es lo que necesitamos ahora mismo”, ha dicho Rull, quien ha apuntado que para luchar contra la turismofobia “hay que apostar de manera insobornable por la calidad del turismo”.

Escudero también ha explicado que este verano algunos establecimientos no han podido abrir por falta de trabajadores, y ha reclamado a las administraciones que encuentren una solución al problema de las plazas vacantes en el sector. “Las incapacidades temporales se han doblado este verano [con respecto a antes de la pandemia], y representan un coste de 2.400 euros anuales por trabajador”, ha recordado el presidente de la federación.

Durante la jornada, también se han entregado tres premios: uno al propio presentador de la jornada, el periodista de Televisió de Girona Pitu Anaya, en la categoría “de la persona de la sociedad civil”; otro a uno de los patrocinadores, Repsol Butano, en la categoría de “empresa proveedora”; y por último un premio al alcalde del municipio donde se celebra la jornada, Lluís Pujol, en la categoría de “institución”. La celebración ha terminado con una comida y una cata gastronómica de empresas y entidades que han colaborado en el acto.

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Sobre la firma

Josep Catà Figuls
Es redactor de Economía en EL PAÍS. Cubre información sobre empresas, relaciones laborales y desigualdades. Ha desarrollado su carrera en la redacción de Barcelona. Licenciado en Filología por la Universidad de Barcelona y Máster de Periodismo UAM - El País.
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