La guerra abierta entre Junqueras y Rovira enturbia el camino al congreso de ERC

Si los carteles contra los hermanos Maragall, pagados por una estructura B de ERC en las pasadas elecciones municipales, sobrevolaron el debate del pacto de investidura con el PSC, en el camino al congreso que elegirá la futura cúpula de los republicanos esta polémica tiene todos los números de tener un papel protagonista. La secretaria general, Marta Rovira, dejó entrever este lunes en un largo comunicado que el entorno de Oriol Junqueras, expresidente de la formación y que aspira a repetir de nuevo en el cargo en el cónclave de noviembre, estaría detrás de la filtración de unos mensajes hechos públicos hoy en Catalunya Ràdio y que sugerirían ella se beneficiaba de la campaña que reclamaba “sacar el Alzheimer de Barcelona”, mostrando las fotos de Pasqual Maragall, expresident socialista aquejado de esta enfermedad neurológica, y de su hermano Ernest, que fue candidato de ERC al Ayuntamiento de la capital de Cataluña en las pasadas municipales.

Según las capturas de pantalla que adelantó la emisora pública catalana, el 9 de marzo de 2023, el día que aparecieron los carteles colgados en sedes del partido, varios cargos de ERC comentaron la situación en un chat de la aplicación de mensajería Signal llamado Som Barcelona. “Es una campaña tan agresiva que si la denunciamos públicamente podríamos incluso poder arrancar unos cuantos votos de solidaridad”, escribió Rovira, entonces aún huida en Suiza. Su opinión fue apoyada con un “+1.000″ por Carles Foguet, exdirector de comunicación de los republicanos y que estaba en el Govern. En ese momento no era público que esos afiches habían salido de una estructura B del partido y todavía hoy la investigación interna busca saber el nivel de implicación de la cúpula en esta campaña. En otro mensaje, de una fecha posterior, Rovira pedía saber si “estaba activada” la campaña B. Y pese a ello, en varias ocasiones desde que se hizo público el caso de los carteles, la propia secretaria general ha negado tener conocimiento de ese tipo de actividades.

Rovira ha señalado de manera velada al entorno de Junqueras como responsable de esta nueva filtración. Una acusación que desde la oficina de Junqueras califican de “falsa”. La salida a la luz de estos mensajes tiene dos intenciones “muy claras”, según la secretaria general. Una es atribuir públicamente la responsabilidad de la campaña de los carteles “a personas que no la hicieron ni sabían nada” y la otra es usarlos como arma arrojadiza en la carrera para elegir a la nueva cúpula: “Los desdichados carteles se han convertido en una verdadera campaña de contraste de una candidatura [al congreso] para afirmar que ellos no tienen nada que ver y señalar otros culpables de la dirección del partido” asegura Rovira. “Yo también tengo capturas [de pantalla], comentarios privados y conversaciones que comprometerían a más de un compañero, pero me he conjurado para no caer en la tentación de caer en lo mismo”, añade Rovira en una extensa carta publicada en sus redes sociales. La líder interina de ERC ha dicho que, si correspondiera, estaría dispuesta a llevar esas pruebas al canal ético, uno de los instrumentos internos del partido. Actualmente, hay abiertos cuatro expedientes internos abiertos a raíz del escándalo de los carteles, en uno de los casos la infracción implicaría la expulsión de la militancia.

En julio, quien fuera el director de comunicación de ERC y uno de los expedientados por el partido, Tolo Moya, aseguró en una carta que tenía pruebas que podían comprometer hasta a la propia Rovira con la trama tras las campañas B. El comunicador, ahora cercano a Junqueras, siempre ha asegurado que se le ha querido usar como cabeza de turco del escándalo. Poco después de esa amenaza, trascendieron unos audios, editados, donde también se hizo evidente el conocimiento que tenían del asunto de los carteles otros miembros de la cúpula del partido, como el responsable de finanzas, Jordi Roig, o el vicesecretario de comunicación, Oriol Durán.

“Es muy curioso que ahora que decidí no seguir como secretaria general y apuesto por la renovación de la organización y estrategia del partido, yo sea la responsable única de todos los errores y fallos. Y tenga que asumir que los equipos de trabajo compartidos, consensuados y conocidos, solo se me atribuyan a mí”, remata Rovira. La secretaria general regresó el pasado julio desde Suiza, donde huyó hace seis años para eludir la acción de la justicia española. Desde allí, sin embargo, se mantuvo en su cargo. Asumió el liderazgo del partido desde junio, cuando Junqueras (indultado en junio de 2021) renunció tras las críticas por los malos resultados del ciclo electoral, pero asegurando que volvería a presentarse a la reelección.

Junqueras es la cara visible de Militància Decidim, la candidatura que presentará oficialmente el día 21 en Olesa de Montserrat. Rovira ha dicho que no se presentará a ningún cargo y, de hecho, pide una renovación de caras al frente del partido. Quienes comparten esa idea, pero sin Rovira en la primera línea, han trabajan en la lista Nova Esquerra Nacional. Ha sido ese cisma entre el tándem Junqueras-Rovira que había gobernado el partido desde 2011 el que ha llevado a tener que convocar el Congreso. Otras dos candidaturas también quieren competir por las riendas: la que se conocerá este martes -Colectiu 1-O- y Foc Nou, donde está el exdiputado en Madrid Alfred Bosch y que ha terciado este lunes en la polémica, reivindicándose como la única posibilidad renovadora ante “la mochila de las dos opciones oficialistas”.

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