Illa promete gobernar para todos y desterrar los planteamientos “divisivos”
El socialista ha jurado la Constitución en la ceremonia de la toma de posesión arropado por cinco ministros y los presidentes de Navarra y Asturias
Salvador Illa ha tomado este sábado posesión de su cargo en el Palau de la Generalitat como presidente catalán en una ceremonia en la que ha sido arropado por la plana mayor de su partido, cinco ministros ―entre ellos, la vicepresidenta primera María Jesús Montero― y por los presidentes de Navarra, María Chivite, y Asturias, Adrián Barbón. El socialista ha jurado la Constitución en un acto tan solemne como fugaz, en el que por primera vez en una década se ha regresado a la fórmula tradicional que evitaron sus predecesores soberanistas. En un acto breve y cargado de simbolismo, Illa ha expresado su deseo de que todos los ciudadanos se sientan representados por la Generalitat y en el que se ha conjurado contra “los planteamientos divisivos, demagógicos y populistas que ponen en riesgo la convivencia y la unidad civil”.
La designación como Illa de president consagra un cambio de ciclo en Cataluña que deja atrás al procés. Los socialistas regresan al Palau 14 años después de que fueran desalojados de la institución en las elecciones de 2010. El acto, celebrado en el Saló Sant Jordi, recién restaurado para recuperar su origen renacentista, ha consistido en la lectura por parte del presidente del Parlament, Josep Rull (Junts), de la resolución del nombramiento y de la imposición por parte del expresident Pere Aragonès de la medalla de la Generalitat que acredita a Illa como president.
Ante un aforo de unas 200 personas, Illa ha pronunciado un breve discurso. Ha dicho sentirse “ilusionado y honrado” con la intención de asumir el cargo “con la humildad como primer servidor público”. “Mi primer objetivo será gobernar tan bien como pueda para todos, para que todo el mundo se sienta representado”, ha subrayado recogiendo el lema de su campaña de “unir y servir”. Illa ha querido citar expresamente a los presidents desde la restauración democrática, empezando por Josep Tarradellas ―su referente político― y acabando por Aragonès. “A todos quiero expresar mi reconocimiento por haber servido a Cataluña desde sus convicciones e ideales”, ha dicho Illa, sin dudar de la “máxima dedicación”, las “buenas intenciones” y el deseo de “hacer de Cataluña un país mejor” de sus antecesores, sin omitir a Carles Puigdemont.
Con el Govern saliente entre las butacas del público, Illa ha agradecido a Aragonès el traspaso “ejemplar y respetuoso” y ha subrayado que su propósito, ha dicho es “gobernar a todo el mundo: unir, respetando diversidad y pluralidad”. “Son los planteamientos divisivos los que ponen en riesgo la unidad y convivencia. Cataluña es tierra de acogida. Nunca va en contra de nadie”, ha dicho en un mensaje dirigido a dirigentes de otras comunidades autónomas y dirigentes del PSOE que han mostrado sus recelos ante acuerdo de financiación singular firmado con ERC y que Illa asegura que no perjudicará a nadie.
El Gobierno ha querido demostrar su apoyo a Illa con la asistencia, además de Montero, de los ministros Félix Bolaños (Presidencia y Justicia), Jordi Hereu (Industria), Ernest Urtasun (Cultura) y Diana Morant (Ciencia y Universidades). El gran ausente ha sido Emiliano García-Page, de Castilla-La Mancha, el otro presidente autonómico socialista y principal crítico al acuerdo con ERC. Al acto han asistido los expresidentes Artur Mas y Quim Torra. Tras la toma de posesión, Montero ha celebrado el deseo de Illa de gobernar “para todos los catalanes”, y ha prometido la “lealtad” del Gobierno con la Generalitat y ha asegurado que “todo el partido socialista” está “comprometido” con el pacto de investidura entre el PSC y ERC, que fija una nueva financiación para Cataluña. También ha añadido que el Gobierno seguirá avanzando en acuerdos para la “federalización del Estado”.
Con todo, ha recordado que el desarrollo de este pacto dependerá de que se puedan “conciliar acuerdos” con otros grupos en el Congreso. Montero ha evitado echar leña al fuego a la polémica por la nueva huida del expresident Puigdemont. Se ha limitado a decir que “lo importante” estos días ha sido que se ha podido realizar con normalidad la investidura de Illa y que los responsables de los Mossos han comparecido “para dar explicaciones”.
El acto ha concluido tal y como ha empezado: Illa ha llegado a pie a la Plaça de Sant Jaume acompañado de su mujer, Marta Estruch, y al término de la ceremonia ha salido a saludar. Allí se concentraban unas 200 personas, entre socialistas e independentistas que coreaban cánticos a favor y en contra, así como no pocos curiosos. “Illa president” y “Catalunya socialista” han sido las frases más escuchadas. Un grupo le ha dedicado algunos abucheos y se ha visto una pancarta en la que se tildaba a Illa de “gobernador civil”. La salutación final se ha celebrado en un ambiente festivo y sin mayores tensiones.
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