La ACA investiga la responsabilidad ambiental de la empresa Barnastock en el incendio de Polinyà

La Agencia Catalana del Agua (ACA) ha abierto este lunes un expediente informativo a la empresa Barnastock por el incendio del pasado viernes en unos almacenes ubicados en Polinyà (Barcelona), que produjo el vertido de grandes recipientes de productos químicos en el río Besòs y que acabó con la vida de un millar de peces. La notificación no conlleva sanción para la compañía, que almacena este tipo de sustancias y cuya fuga permitió la extensión del fuego a otras cinco naves contiguas. La ACA analiza desde el viernes el estado del Besòs y el alcance del daño ecológico del entorno. La fiscalía de Medio Ambiente de Barcelona también investida el vertido, según han confirmado fuentes jurídicas a Efe.

El incendio, que provocó el cierre del Parque Fluvial de Santa Coloma de Gramanet y afectó al normal funcionamiento de la depuradora de la Llagosta, se extinguió con un agua que desembocó en la red de alcantarillado y en un depósito de retención de la propia empresa. También se utilizaron siete camiones cisterna y otro recipiente de una empresa vecina para evitar una mayor contaminación del río, aunque una parte de los recursos hídricos se evacuaron por las alcantarillas y dejó encharcada un punto de la riera de Polinyà, que bajaba seca. Aigües de Barcelona también ha cerrado la captación de agua del acuífero hasta que se constate la calidad del agua.

La ACA detectó el viernes cinco miligramos por litro de amonio, cuando normalmente registra menos de uno. Se trata de una cantidad muy elevada que afecta de manera directa a la vida piscícola. El organismo que encabeza Samuel Reyes ha recomendado a los ayuntamientos afectados que mantengan al menos dos días más la bandera roja en las zonas de baño, hasta que los niveles detectados de amonio en el agua recuperen la normalidad. El millar de peces que murieron tras el incendio fueron retirados entre el sábado y el domingo por el Consorcio Besòs Tordera y por diferentes Asociaciones de Defensa Forestal (ADF) de la zona.

El plan de seguimiento del río Besòs se basa en ocho puntos de control, distribuidos antes y después de la depuradora de la Llagosta, que examinaran las aguas superficiales y subterráneas. En total, realizarán en las próximas semanas tres muestreos para detectar la presencia de productos o agentes químicos en el acuífero. En la superficie, harán un seguimiento específico de la afectación a macroinvertebrados y peces.

La fiscalía de medio ambiente de Barcelona ha abierto diligencias para investigar el vertido químico. Según ha avanzado este lunes El Periódico y han confirmado a EFE fuentes jurídicas, el ministerio público ha abierto diligencias para investigar de oficio este desastre ecológico.

Puedes seguir a EL PAÍS Catalunya en Facebook y X, o apuntarte aquí para recibir nuestra newsletter semanal