Una juez revoca la construcción de la supermanzana de la calle de Borrell de Barcelona

Una juez ha revocado otro acuerdo del Ayuntamiento de Barcelona de la etapa de Ada Colau por el que se aprobó el eje verde de la calle de Borrell, como ocurrió con el de Consell de Cent, al concluir que no se podía tramitar como una obra ordinaria sino que, para peatonalizar una calle, debía modificarse el Plan General Metropolitano (PGM). La sentencia, a la que ha tenido acceso Efe, da la razón a la Unió d’Eixos Comercials Turístics de Barcelona (Barcelona Oberta), que había presentado un recurso contra la peatonalización de este eje en la calle Comte Borrell. Es la segunda sentencia que tumba uno de los ejes verdes planificados por la exalcaldesa Ada Colau (B arcelona en Comú), después de que otro juzgado, en este caso el contencioso-administrativo número 5 de Barcelona, ya revocara en septiembre del 2023 la “supermanzana” del Consell de Cent, cuando ya estaba inaugurada. El actual gobierno municipal capitaneado por el alcalde Jaume Collboni recurrirá la sentencia.

La nueva sentencia es del juzgado del Contencioso Administrativo número 15 de Barcelona y sobre el eje verde de Borrell e incluye la misma decisión que en Consell de Cent: revertir el proceso de peatonalización y regresar a la planificación previa de la calle. Sin embargo, en el caso previo de Consell de Cent, cuya sentencia fue emitida después de terminar todas las obras, la calle no se ha desmontado, sino que se ha entrado en un proceso de mediación por voluntad de todas las partes, entre ellas también Barcelona Oberta. La sentencia sobre Consell de Cent, el eje verde más largo del proyecto de Colau, se conoció en septiembre y levantó una ola de rechazo tan grande que llevó a los comerciantes de Barcelona Oberta a comparecer y afirmar que no pidieron la reversión de la obra.

La nueva sentencia insta a revocar la actuación de Borrell por no ser “ajustada a derecho” y condena al Ayuntamiento “a reponer en su ser y estado, tal y como los define el PGM de 1976, el vial y el cruce afectados por el acto administrativo”. En concreto, la sentencia afecta al acuerdo del gobierno de Barcelona del 26 de mayo de 2022 sobre los proyectos ejecutivos de reurbanización de la nueva plaza situada en el cruce de los ejes verdes de Consell de Cent y Borrell. También sobre los tramos de Borrell entre la avenida de Roma y Gran Vía, por un lado, y entre Calabria y Urgell por el otro; y un último tramo, en este caso de la calle Consell de Cent entre Urgell y Casanova. El proyecto de obra sustituye la división de niveles calzada-acera actuales por una plataforma de superficie única continua de un solo nivel, que se despliega de fachada a fachada y que incorpora pavimentos distintos según vayan destinados a cada una de las franjas longitudinales de la calle.

Para la juez, estas obras son “un calco idéntico” de la “supermanzana”de la calle Consell de Cent, ya tumbadas por la justicia. Así, “bajo la apariencia de lo que el Ayuntamiento de Barcelona denomina un ‘Proyecto Ejecutivo de obra ordinaria’ se encubre una actuación urbanística transformadora de la red viaria del Eixample, que por ello hubiera debido eventualmente tramitarse y, en su caso, aprobarse mediante una Modificación Puntual del Plan General Metropolitano”. Al no haberse hecho por esta vía, la juez determina que el acuerdo aprobatorio de dicho proyecto ejecutivo de obra ordinaria es “nulo de pleno Derecho”.

El Ayuntamiento prevé recurrir la sentencia, según ha reconocido este viernes la teniente de alcalde, Laia Bonet. “Hemos conocido una nueva sentencia sobre los ejes verdes que tenemos que analizar en detalle. El Ayuntamiento siempre ha defendido la legalidad de lo que se ha hecho y de lo que han hecho sus servicios técnicos y jurídicos. En este sentido, ya avanzamos que presentaremos recurso de entrada por un principio de responsabilidad y continuidad institucional”, ha declarado Bonet.

Más allá de esta sentencia, la teniente de alcalde de Urbanismo ha señalado que el gobierno municipal socialista considera que han de ”abrir una reflexión sobre si este es el modelo de pacificación que necesita la ciudad”, “que se pueda reproducir en más calles” y “este, ni por costes ni por diseño, no lo es”.

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