El preso que mató a la cocinera de la cárcel de Mas d’Enric cumplía condena por matar a puñaladas a una prostituta
Este mediodía está prevista una concentración de funcionarios, que piden la dimisión de la consejera, Gemma Ubasart
El preso que el miércoles por la tarde mató a la cocinera de la cárcel de Mas d’Enric (Tarragona) apuñalándola con un cuchillo cumplía condena por un asesinato con algunas características similares. En abril de 2016, Iulian S. O., de nacionalidad rumana, mató a puñaladas a una mujer que ejercía la prostitución y que se había negado a mantener una relación sentimental con él. El hombre fue condenado por el homicidio a 11 años de cárcel. En el juicio, dijo que fue un “arrebato” y se mostró “arrepentido”. En prisión, había mostrado buen comportamiento, razón por la cual se le permitió trabajar en labores de cocina, un puesto reservado para presos de confianza, puesto que tienen acceso a utensilios potencialmente peligrosos, como cuchillos.
Los hechos de Mas d’Enric han conmocionado a los trabajadores del ámbito penitenciario, que han mostrado su solidaridad con la víctima, Núria L., de 46 años, que trabajaba como cocinera. El homicidio ocurrió en la cocina, unas dependencias separadas del módulo donde residen los presos de este moderno centro penitenciario, inaugurado en 2015. Por motivos que aún se están investigando, Iulian cogió uno de los cuchillos de cocina que utilizaba para su trabajo, se abalanzó sobre la mujer y le asestó diversas puñaladas. Después, se suicidó utilizando ese mismo cuchillo, según fuentes de la investigación.
El ataque de Iulian en prisión tiene rasgos similares al que le llevó a Mas d’Enric. En 2015, el hombre, que vivía en el municipio de Valls (Tarragona) contactó a través de una página de internet con una mujer, rumana como él, que ejercía la prostitución. Mantuvieron diversos encuentros sexuales y Iulian se enamoró de ella. Le pidió que abandonara el trabajo y se instalara con él, pero la mujer se negó. La madrugada del 24 de abril de 2016, volvieron a quedar y, tras compartir unas botellas de vino y mantener nuevas relaciones sexuales a cambio de dinero, el hombre le pidió ver las fotografías de su teléfono móvil. Ella se negó, él le estiró del pelo y la mujer respondió dándole una bofetada.
El hombre cogió entones un cuchillo de cocina y, en el comedor de su casa de Valls, le asestó diversas puñaladas y la degolló. Llamó a un amigo, le contó lo que había hecho y se fue andando hasta la comisaría de policía local, donde se entregó. Durante el juicio, celebrado dos años más tarde ante un jurado popular, el agresor admitió los hechos, dijo que sufrió “un arrebato” y se mostró “muy arrepentido” por lo ocurrido. La Fiscalía pedía para él 20 años de cárcel, pero finalmente fue condenado a 11 años, que estaba cumpliendo en Mas d’Enric.
El recorrido penitenciario de Iulian y los motivos que le llevaron a asesinar a Nuria se están investigando ahora por parte de los Mossos d’Esquadra, que en principio descartan que ambos mantuvieran una relación previa y, por tanto, se trate de un caso de violencia de género.
El asesinato ha soliviantado a los funcionarios de prisiones, que denuncian un aumento de las agresiones en los centros penitenciarios de Cataluña y han exigido la dimisión de la consejera de Justicia, Gemma Ubasart. Esta mañana, Ubasart se ha desplazado a la cárcel de Mas d’Enric. Justicia ha emitido esta mañana un comunicado en el que expresa su “consternación” por los hechos y el pésame a los familiares y amigos “de las personas muertas”. El departamento también ha agradecido la “profesionalidad” de los funcionarios, que, sin embargo, se preparan para la guerra abierta con la Generalitat. Este mediodía está prevista una concentración de funcionarios frente a la sede de Justicia, en el paseo de la Zona Franca de Barcelona, en la que lucirán camisetas negras en señal de duelo por la muerte de Núria y también como denuncia por la inseguridad que, aseguran, viven en prisión.
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