La Generalitat defiende que producirá nieve artificial sin utilizar tanta agua
Las pistas catalanas intentan hacer frente al escenario de sequía y los altos precios energéticos para hacer sostenible su actividad
La sequía que sufre Cataluña desde hace tres años está cambiando los patrones de la lluvia y también de la nieve. La escasez de precipitaciones ha vuelto a situar en el centro de todas las críticas a las estaciones de esquí catalanas, que utilizan los recursos hídricos almacenados en sus depósitos para producir nieve artificial con cañones y terminar de teñir de blanco los Pirineos centrales y orientales.
Ferrocarrils de la Generalitat (FGC), la institución que gestiona las pistas de esquí públicas, producirá nieve con una nueva tecnología que reduce hasta un 40% el consumo energético e hídrico, como ya adelantó hace unas semanas durante la presentación de la nueva temporada. Este sistema se utilizará hasta 2026 en la estación de La Molina, aunque de tener éxito se replicará el año que viene en el resto de pistas que gestiona FGC. Su presidente, Toni Segarra, ha explicado este jueves que las balsas de almacenaje están al 100% de su capacidad y que, los restos de este agua, la destinan a algunos pueblos donde es depurada y derivada a otros usos. Segarra ha asegurado que el nuevo sistema permite generar nieve “con menos tiempo, agua y energía” que el modo convencional.
El nuevo proyecto del FGC, llamado Laboratorio de la Nieve, utiliza partículas minúsculas de feldespato para mineralizar el agua de los cañones, donde entra en contacto con aire a presión para innivar. El director de FGC Turismo, Toni Sanmartí, ha explicado que esta nieve “aguanta mejor” la fricción con los esquís y tarda más en derretirse por las temperaturas. “Se genera un ciclo circular a partir de las balsas, donde se almacena el agua de las lluvias o del deshielo que va a parar a los cañones”, ha detallado Sanmartí, que también ha destacado que es un modelo “pionero a nivel mundial”.
El científico del CSIC que lidera esta nueva tecnología, Albert Verdaguer, ha asegurado que es una patente catalana a escala mundial desde 2019. “Con los minerales del tamaño de una lata de refresco, podemos producir toda la nieve que necesita La Molina”, ha afirmado el científico. Esta estación requiere de 294.000 metros cúbicos de agua para estar completamente blanca. Verdaguer ha destacado también que esta tecnología se está estudiando en la Universidad de Vic para que tenga otras aplicaciones, como la limpieza de los purines de los suelos agrarios.
Con este método, FGC pretende esquivar las críticas ecologistas por el uso de agua para fabricar nieve, como ocurrió el año pasado, cuando las imágenes de esquiadores deslizándose por una montaña sin apenas nieve corrieron como la pólvora. Segarra ha recordado las palabras de la portavoz del Govern, Patrícia Plaja, que aseguraba que estos recursos hídricos “no pueden destinarse a otra cosa” y ha remarcado que las estaciones de esquí no utilizan “agua de boca”. Santmartí también ha destacado que reducirán “aún más” el gasto energético: “Utilizaremos una energía completamente verde”.
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