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Lucha contra el acoso escolar: “Un comentario despectivo se puede convertir en una agresión. Hay que atajarlo rápido”

Cataluña inicia una campaña para que los alumnos denuncien los casos de discriminación lo antes posible. Este curso la Generalitat ha recogido 332 denuncias de violencia hacia el alumnado

Uso de moviles centros educativos
Alumnos utilizando sus teléfonos móviles durante el recreo en un instituto del área de Barcelona.Albert Garcia

Ante el problema del acoso escolar, el instituto Apel·les Mestres de L’Hospitalet de Llobregat ha querido poner toda la carne en el asador para atajar estos casos lo antes posible: talleres de concienciación, charlas en clase, una asamblea feminista o un proyecto de patios son algunas de las iniciativas que desarrolla el centro. Alumnas de secundaria aseguran que lo más habitual es encontrarse en el instituto con “comentarios despectivos e insultos”, pero también se pueden dar casos de agresiones sexuales fuera de él, así que el trabajo temprano para frenar estas actitudes desde el inicio es clave. “Los profesores intentan no pasar ni una porque ese vocabulario va quedando, y lo que en principio es un simple comentario despectivo puede acabar en una agresión. Por eso hay que atajarlo rápido”, comenta Ermessenda, de 3º de ESO.

Este instituto ha sido el escenario elegido por el Departamento de Educación para presentar una nueva campaña en contra del acoso escolar y para dar a conocer las vías de denuncias que tienen los alumnos, ya sea por teléfono, por correo electrónico o a través de la aplicación UsApps. La Unidad de Soporte a los Alumnos en caso de Violencia (USAV), puesta en marcha por Educación en 2021, ha atendido 3.039 casos desde su creación, de los cuales 332 corresponden al curso actual.

Durante la presentación de la campaña, la consejera de Educación, Anna Simó, ha aplaudido las iniciativas de profesores y alumnos de este centro. “Sois clave para denunciar estas situaciones. Habéis decidido empoderaros y rechazar casos de violencia. No hay que dar la espalda a estas situaciones porque al cabo de unos años os podéis lamentar de no haber ayudado a un compañero. Y no podemos callar ante una injusticia, porque entonces la injusticia se perpetúa”.

El lunes es precisamente el día en que se reúne la comisión feminista del centro. Este lunes también lo ha hecho. Toca planear las actividades que llevarán a cabo el 25 del noviembre, Día internacional contra la violencia machista. Pero su función más allá. “La asamblea es un espacio seguro para aquellos que quieren denunciar un caso”, explica Iker, uno de sus miembros. El grupo, activo desde hace tres años, cuenta con un buzón físico anónimo. “Las denuncias se debaten en la asamblea y, si es necesario, después se trasladan a la dirección del centro. Hemos recibido quejas por comentarios homófobos o racistas, pero hay también quien explica sus angustias personales sobre otros temas”, comenta Laia.

Pero las denuncias no se quedan aquí. El curso pasado, ante unos comentarios machistas y homófobos detectados, el centro impulsó un taller de masculinidad. Durante el horario lectivo también se realizan asambleas en que los alumnos pueden expresarse. “Hay compañeros a lo que a lo mejor les cuesta comunicarlo, pero es una forma de que durante la asamblea el profesor se dé cuenta de que algo le está pasando a ese compañero”, explica Henar, de 3º de ESO.

Y para reducir los conflictos que se producen durante la hora del recreo, el instituto cuenta con un proyecto de patios vivos, que impulsan alumnos de grado medio de Guía de montaña y tiempos de ocio. Erik y Karima son dos de estos estudiantes que participan en el diseño del proyecto, también porque cuando cursaban ESO ya veían carencias en el momento del recreo. “Veías a niños aislados en una esquina siempre jugando a videojuegos. Ahora, tenemos un espacio tecnológico, donde también pueden jugar, pero se relacionan con otros alumnos”, comenta Erik. El proyecto implica habilitar en el patio diferentes espacios para diferentes usos, como el deportivo, el tecnológico o el de calma, que cuenta con estos alumnos de FP como dinamizadores. “Al principio costó porque cuesta que los niños acepten que no pueden jugar a fútbol o baloncesto, pero después descubren que hay otras cosas. Una actividad que gustó especialmente fue el juego de las sillas con música. Además, ayuda a que socialicen y no estén todo el rato con el móvil”, explica Erik.

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3.000 casos en dos años

La campaña puesta en marcha por la Generalitat tiene como objetivo que los adolescentes conozcan el servicio de la Unidad de Soporte a los Alumnos en caso de Violencia. “En la USAV siempre tendréis a alguien que os escuche y que os pueda ayudar”, ha animado la consejera. Desde que la USAV entró en funcionamiento en 2021, ha atendido 3.039 casos, tanto dentro de la escuela, como en el domicilio familiar o las redes sociales. 332 se han producido en el curso actual y están relacionados, principalmente, con asuntos de acoso entre alumnos, pero también de maltrato infantil y adolescente.

La unidad está formada por un conjunto de profesionales del ámbito de la psicología, pero también de la justicia, educadores sociales o pedagogía. Cuando llega un caso a la unidad, se ofrece atención al denunciante y se contacta con el centro y la inspección educativa. Según el tipo y gravedad, el caso se resuelve en el ámbito educativo o puede ser derivado a los Mossos d’Esquadra, a Salud o a la Dirección General de Atención de la Infancia y la Adolescencia (DGAIA). Del total de casos atendidos por la USAV, el 18% han acabado con una denuncia ante los Mossos y un 20% han quedado en manos de la DGAIA.

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