La Superilla debuta como escenario de La Mercè

Ajena a polémicas ciudadanas y al susto de la sentencia judicial que obliga a desmantelarla, la peatonalizada calle de Consell de Cent, la Superilla, debutó en la fiesta mayor de Barcelona, La Mercè. Si este espacio público ganado al asfalto ya triunfa cualquier festivo con paseantes, terrazas, gente haciendo el vermú o jugando a cartas en las mesas y sillas, cuidadoras velando porque a sus abuelos les toque un ratito el sol... el domingo y este lunes se han sumado espectáculos y actividades para todos los públicos. Los programadores bautizaron como Oasi MAC (Mercè Arts de Carrer) y han acertado: bastaba con pasear para encontrar números de teatro de calle (cachondas las tres abuelas de la compañía Anna Confeti, irreverentes con las formalidades Las Kakofónicas y su particular Inauguración), actividades o instalaciones (Blom, una bici holandesa programada para pintar con arena sobre la acera que invita a los niños a colorearla), un espectacular número de danza vertical de Berta Baliu en la fachada del instituto Viladomat. Y el Cavall de Ferro, un cacharro de la compañía Antigua i Barbuda, de doble altura y DJ en la parte superior.

La veterana Marta Almirall, vinculada desde hace años al Instituto de Cultura del Ayuntamiento y ahora programadora del MAC, celebraba el éxito contenido del espacio. A diferencia de otros escenarios de la fiesta no se ha puesto hasta la bandera y la sombra de los árboles permitía estar a resguardo del solazo que ha regalado esta Mercè. “Lo de este año era un ensayo”, reconocía sobre una programación lanzada expresamente sin horarios, para encontrar actividades cada 100 o 150 metros. “Hubiera sido negativo que el primer año se colapsara, y no ha ocurrido, se puede disfrutar hasta desde las ventanas”, afirmaba barruntando añadir, por ejemplo, números que tienen como escenario un paso de cebra, algo viable en esta privilegiada calle, de la ciudad, casi sin tráfico.

Parker, uno de los holandeses de la instalación Blom declaraba su amor a Barcelona: “Me he quedado colgado de la ciudad, la he recorrido de arriba a abajo con el skate, quiero venir a vivir aquí”. Alertado de lo cara que es Barcelona y hasta qué punto los extranjeros contribuyen a la subida de precios de la vivienda, aseguraba conocer el problema: “Ya, en Ámsterdam ocurre lo mismo, todas las ciudades atractivas sufrimos la misma crisis”.

Los tres días y tres noches de La Mercè cierran con más de un milón de espectadores (a falta del Piromusical que cierra la fiesta la noche del lunes) sumando conciertos, espectáculos y cultura popular y una novedad que casi alcanza en público al Piromusical: se trata del espectáculo sobre el mar Geometrics, producido con 200 drones iluminados programados para formar espectaculares figuras de luz, incluido el panot, la baldosa más conocida de la ciudad, que dibuja una flor. La noche del sábado al domingo congregó a 80.000 personas en la playa de la Barceloneta. Fueron solo 12 minutos que para muchos se quedaron cortos. Entre los éxitos de público caben destacar también los conciertos del Bogatell o Menéndez y Pelayo, con picos de hasta 50.000 personas, y el Moll de Fusta, con 18.000. En grandes grupos, los dos correfoc (infantil y de adultos) sumaron 75.000 asistentes, los espectáculos de calle 110.000 y los conciertos, 350.000, ha informado el Ayuntamiento.

En el frente de los incidentes de madrugada, ha habido seis personas apuñaladas por una banda que el sábado por la noche actuó en el Front Marítim cuando ya habían acabado los conciertos del Bogatell. Sumadas las tres noches, 45 detenidos. Lejos quedan las dramáticas madrugadas de La Mercè de 2021 (con macrobotellones, peleas, heridas por arma blanca y disturbios en la avenida de Maria Cristina y entornos, este año borrada del programa), y la de 2022, cuando incluso hubo un muerto por apuñalamiento en una de las bocas de metro de la zona.

Puedes seguir a EL PAÍS Catalunya en Facebook y X, o apuntarte aquí para recibir nuestra newsletter semanal